Esta nueva peña sita en la capital de España está integrada por unos 20 socios, que según nos cuenta su portavoz "ya funcionábamos como cualquier otra peña desde hace algunos años: veíamos todos los partidos que podíamos y nos desplazábamos con frecuencia (estuvimos en el ascenso en Chapín por ejemplo). Pero queríamos darle una forma más concreta a nuestro grupo y nuestra forma de vivir nuestro cadismo y nuestra pasión, para integrarnos en la gran familia amarilla".
El bautismo de fuego de esta peña con aires centenarios ("estamos deseando que llegue el año de nuestro centenario, que de alguna manera, será nuestro año también. Seguro que para entonces estamos en Europa") no pudo ser completo por el resultado en el Bernabéu, pero eso fue lo de menos, después del éxito del acto de inauguración.
1910 ha instaurado unos premios anuales, en los que destacarán a personajes históricos del cadismo: "en el fútbol es fácil acordarse de lo más actual, pero nosotros queremos mantener también viva nuestra historia, y distinguir a aquellos que contribuyeron a hacer nuestro equipo lo que es hoy día".
En la jornada de ayer, los primeros homenajeados por estos gaditanos y madrileños fueron el exjugador Pepe Mejías y el consejero cadista Michael Robinson. 1910 nos explicaba el porqué: "Pepe Mejías fue uno de los estandartes de nuestra era más dorada en nuestros casi 100 años de vida. Marcó una época en los años 80, y cualquier aficionado de España conoce perfectamente ese nombre. Además de tener una excelente clase dentro del terreno de juego, es una gran persona fuera del mismo. Jamás se escuchó una mala palabra de él en todos sus años como profesional, ni una vez retirado. Ha sido siempre muy modesto, y creemos que el cadismo no lo ha venerado como merece. Para nosotros es un honor poder tenerlo hoy aquí". No pudieron ser más acertados al elegir el día del homenaje, puesto que ayer, el mayor de los hermanos Mejías cumplía 47 años, y en esta semana además, supo que iba a ser abuelo.
El portavoz de 1910 también nos explicaba la mención a Michael Robinson: "muchos que no sean del Cádiz podrán pensar que Michael se ha apuntado ahora a la moda del cadismo, pero los que hemos estado ahí en los años más duros sabemos que no es capricho de un día. Un jugador que viene del Liverpool, de la cuna del fútbol como es Anfield Road, que cuenta con una de las mejores – sino la mejor – aficiones del planeta, y llega aquí a España y se fija en un club casi moribundo, humilde como nadie, y se enamora. Aún recuerdo que, no se como, sacó unos minutos en El Día Después, con lo caro que es eso en televisión, para promocionar una campaña de ampliación de capital, vital entonces para que nuestra entidad sobreviviera, y gracias a la cual muchos pudimos colaborar comprando acciones. Entonces no había Internet. Sin duda, es un nombre ya ligado para siempre a nuestros colores”.
La peña 1910 cuenta además con una madrina de excepción. La bailaora Sara Baras también estuvo presente en este emotivo acto, apadrinando así este proyecto. Ella, como cualquier hijo de vecino, sabe lo que es vivir lejos de la tierra, y se siente plenamente identificada con estos cadistas. La de San Fernando estuvo muy amable, satisfaciendo las continuas peticiones de fotografías y autógrafos, y se integró en la fiesta amarilla como una más, a pesar de su increíble fama mundial y de su poderío en el escenario. Ayer nos dejó muy claro que también fuera de las tablas es muy grande.
No fueron los únicos invitados en el día de ayer. La Asociación Cadistas Fin@s también estuvo representada. La relación entre ambas peñas es excelente, y ayer la cristalizaron con un pequeño recuerdo de los de Jerez: “entendemos el fútbol y nuestro equipo de la misma manera, y nos identificamos los unos con los otros. El hermanamiento estaba cantado” comentaban entre risas los miembros de unos y otros.
Tampoco faltaron diversas personalidades del club cadista, que apoyaron con su presencia a estos entusiastas gaditanos en su debut como peña. Entre ellos pudimos ver al director general, Pepe Mata, al que los peñistas de 1910 agradecieron también que estuviera con ellos en un día de tamaña importancia.