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Historia

En la historia del Cádiz CF, desde su fundación en 1910, hay muchos momentos sufridos, algunos tanto que el club ha estado varias veces al borde de la desaparición. Pero son precisamente esos momentos tan sufridos los que ha hecho al Cádiz CF fuerte y duro, como la piedra ostionera. 

Algunos clubes miden su grandeza en contabilizar títulos, pero eso es fácil cuando se reúnen todos los condicionantes. Es fácil estar con el equipo a las maduras, ahí están todos. Lo complicado es estar con igual o con mayor entrega en las duras. Ahí es donde se demuestra la grandeza de un club.

El Cádiz CF está en plena fase de crecimiento, un crecimiento exponencial, sin límites. Espera un futuro donde habrá que seguir sobreponiéndose a momentos difíciles, pero también cargado de alegrías, de triunfos, de emociones, de celebraciones y, por qué no, de títulos. Pero siempre sin perder la grandeza identitaria, gestada durante más de cien años de historia.

ANTECEDENTES (1903-1910)

Los orígenes del fútbol de Cádiz se remontan a los últimos años del siglo XIX y primeros del XX. Ya en diciembre de 1903 se hace un llamamiento a través de la prensa (Diario de Cádiz, 11/12/1903) convocando a los aficionados en los alrededores de la plaza de toros de La Hoyanca (Campo del Sur, frente al colegio Mirandilla) para formar un equipo y organizar desafíos (partidos). Apenas un mes después, el 19 de enero de 1904, se constituye oficialmente una sociedad llamada Cádiz Foot-Ball Club, presidida por Fernando Alemán, sin llegar a consolidarse. Habría otro intento, igualmente fallido, en 1908.

La irrupción de aquel sport es imparable, convirtiéndose en un juego cuya práctica deleita tanto como su contemplación. Durante la segunda década del siglo XX van apareciendo infinidad de equipos en la ciudad, en cada barrio, en los cuarteles, gremiales, en los colegios, etc. Entre ellos se organizan 'desafíos', cada vez más interesantes, disputándose en los terrenos de los glacis de Puerta de Tierra, en la plaza de toros de La Hoyanca, en terrenos de Astilleros o en las afueras de la ciudad, en el viejo Hipódromo (actual barrio de Loreto). O en cualquier explanada o en la misma calle.

FUNDACIÓN DEL CÁDIZ FOOTBALL-CLUB (1910)

La fecha de fundación del Cádiz Foot-Ball Club es el 10 de septiembre de 1910. Ese día varios gaditanos acuden al Gobierno Civil para registrar un club que es el origen del actual, tal y como reconoce la Federación Española de Fútbol. Lo llaman 'Cádiz Foot-Ball Club' y su primer presidente es José Rivera y de Lora. La base del equipo surge en el barrio de Santa María, junto a la plaza de toros de La Hoyanca y el colegio Mirandilla.

Visten de blanco, posiblemente por ser el color más fácil de conseguir para todos sus componentes. En alguna fuente documental se habla de ribetes verdes y de un escudo con la forma triangular de la bandera del puerto de Cádiz y las siglas del equipo superpuestas en el centro. Los muchachos establecen su sede en un banco de la Plaza de Mina. Apenas tienen recursos, siendo su valor más preciado un balón de cuero, que han conseguido en un taller de bicicletas de la plaza Argüelles, que, a su vez, lo trajo de Gibraltar. 

Entonces no es necesaria la inscripción en el Registro Civil para que una sociedad adquiera personalidad jurídica, bastando constituirse en asamblea y tener libro de actas (Ley de Asociaciones de 1887). No obstante, aquel día de septiembre de 1910 se hizo el registro oficial de la sociedad 'Cádiz Foot-Ball Club'. Esta es la fecha considerada oficialmente fundacional del club, aunque hay constancia de una existencia anterior, pues la prensa recoge hasta 11 partidos jugados con anterioridad a esa fecha. El Cádiz FC no deja de ser un grupo de animosos muchachos del barrio de Santa María que se organizan para jugar partidos frente a otros grupos de la ciudad.

ORIGEN DEL MIRANDILLA FC (1910) 

El fútbol también ha calado en los colegios, en los centros educativos y no hay patio donde no se den patadas a algo parecido a un balón. Uno de ellos es el colegio San Miguel Arcángel de las Escuelas Cristianas de La Salle, conocido popularmente como 'Mirandilla' al estar frente a una zona así llamada, un monturrio con buenas vistas del mar, una “mirandilla”.

En Mirandilla se juega al fútbol desde los albores del siglo XX e incluso antes, pues su director, el hermano Domingo José, fomenta las actividades deportivas, algo nada usual en la época, con tablas de gimnasia y juegos deportivos en el patio del colegio. Entre estos juegos y deportes va ganando fuerza el football, siendo su máximo impulsor y organizador el hermano Gregorio, conocido como 'Pumba'. Hay referencias que hablan de 1908, pero deberían ser equipos del colegio sin más. Los datos más clarificadores son las noticias en prensa de la celebración en 1935 de sus Bodas de Plata (25 años), lo que nos lleva a 1910, misma fecha fundacional que el Cádiz FC. El Mirandilla FC comienza a tener notoriedad no solo entre los equipos colegiales, sino dentro del panorama futbolístico de la ciudad. Viste con los colores lasalianos, amarillo y azul, normalmente con camiseta de franjas verticales.

La relación entre Cádiz FC y Mirandilla FC es muy estrecha, casi hermana, desde sus orígenes, pues muchos jugadores del 'equipo del Barrio' son alumnos del colegio.

HEGEMONÍA DEL ESPAÑOL FC (1911-1929)

En 1911, un año después del registro del Cádiz FC, se data el registro de un nuevo equipo en la ciudad, el Español Foot-Ball Club. Pero el Español FC no es un equipo más, pues viene avalado por una de las sociedades burguesas más importantes de la ciudad, la Representación del Club de Tiro Nacional. Viste camiseta a franjas azules y granas y pantalón azul o negro. El Club de Tiro apoya económica y estructuralmente al equipo y, además, le cede una parte de su polígono para la construcción de un campo de fútbol reglamentario, el primero de la ciudad: el Campo de Tiro, conocido popularmente como Campo de las Balas.

El Español FC concentra a los mejores jugadores y va venciendo duelos de máxima rivalidad a los otros equipos de la ciudad, por lo que pronto se afianza como el principal y más potente equipo de Cádiz. Su progresión le lleva a conseguir en 1914 y 1915 el campeonato oficioso de Andalucía (Copa Centenario), y en 1916 se proclama campeón del primer campeonato oficial de Andalucía, venciendo en la final al Sevilla FC en su propio feudo.

Durante estos años, además del Cádiz FC y el Mirandilla FC, comienzan a aparecer muchos equipos en la ciudad, que juegan partidos amistosos entre ellos o pequeñas competiciones y copas sin mayor trascendencia. Algunos de estos equipos son Cádiz Sport Club, Cádiz Balompié, Andaluz, Balompié Gaditano, Club Regente, Madrileño, Victoria, Volante, Atletic, Reina Mª Cristina (militar), España, Santa Bárbara (militar), León, Club Cisneros, Centro Obrero, Recreativo de Cádiz, Fortuna, etc. Entre los equipos colegiales destacan San Estanislao de Kostka, Academia de Bellas Artes, Instituto FC, Congregaciones Marianas o New Foot-Ball de San Felipe Neri.

A finales de la década de los diez y durante la década de los veinte del siglo XX, el fútbol gaditano entra en declive y prácticamente desaparece, salvado sólo por esporádicos partidos amistosos entre los equipos menores, entre los que siguen compitiendo Cádiz FC y Mirandilla FC y la cada vez más pésima participación del Español FC en el Campeonato Regional. Por el contrario, en el resto de España, el fútbol no para de crecer y los equipos cada vez son más fuertes y mejor organizados, algunos con campos espectaculares. Las variables que provocan este declive pueden ser muchas, pero algunas de ellas son la falta de campos reglamentarios, la brutalidad y violencia en los partidos, tanto por jugadores como por público, que hace que sea casi imposible terminar un partido, la competencia del cine al aire libre instalado en la plaza de San Antonio, una gravísima epidemia de gripe que afecta a gran parte de la población y a muchos futbolistas, destacándose en prensa la muerte de algunos de ellos, o el ya comentado pobre nivel competitivo del Español FC.

Durante la década de los veinte, el Español FC agudiza su declive al perder el amparo de Club de Tiro (1923), que organiza su propio equipo, al que cede el campo. No obstante, el Español FC se hace con otro terreno de juego en la avenida Ana de Viya, donde actualmente está el colegio San Felipe Neri. Ante la pérdida de fuelle del Español FC, los equipos menores comienzan a reactivarse para competir por el trono del equipo azulgrana, entre ellos Mirandilla FC y Cádiz FC, teniendo este ventaja por tener un historial con su registro de 1910. El problema es contar con campo propio. Comienza ahora la batalla entre los equipos menores por hacerse con campo propio, teniendo todos las miras puestas en el Campo del Velódromo en la barriada de San Severiano.

El Español FC desaparece en 1929, justo cuando se inauguran en España los campeonatos nacionales de Liga, no habiendo ninguna participación del fútbol gaditano.

FUSIÓN ENTRE CÁDIZ FC Y MIRANDILLA FC (1924)

La batalla entre los equipos menores por hacerse con el Campo del Velódromo la termina ganando el Mirandilla FC, lo que le permite coger la delantera entre los aspirantes a conquistar la hegemonía del fútbol gaditano. Sin embargo, los demás equipos no están dispuestos a rendirse tan fácilmente. Sí el Cádiz FC, que ha quedado en un tercer escalón y apenas tiene participaciones de interés.

Entre la batalla fratricida, algunos optan por las fusiones para fortalecerse. Mirandilla FC y su hermano el Cádiz FC tienen vidas paralelas hasta 1924, pero a partir de este año la historia cambia. El crecimiento del Mirandilla FC ha ido en contraste con el declive del Cádiz FC y en 1924 decide registrarse en la Federación Sur y participar en el campeonato regional de segunda categoría. Para fortalecer su presencia, Mirandilla FC y Cádiz FC se fusionan aprovechando el potencial deportivo, organizativo y estructural del primero, sobre todo el campo, y el histórico en el Registro del segundo, quedando como Mirandilla FC a todos los efectos oficiales.

El Mirandilla FC, bajo la presidencia de Manuel Prieto, juega en 1924 y 1925 sus primeros partidos oficiales en el regional de segunda categoría. En 1924 se enfrenta al Aurora FC de La Línea, que lo elimina al imponerse en los dos partidos, y en 1925 al Algeciras FC, una eliminatoria que terminará resultando fatal para el futuro de equipo. En el partido de ida, en El Velódromo, con ventaja algecirista, el partido debe suspenderse por serios altercados y violencia, tanto dentro como fuera del campo. La Federación Sur determina la eliminación del Mirandilla FC. La sociedad educativa lasaliana, que abanderan el juego limpio y los valores, ve dañado su prestigio y decide no volver a participar nunca más en competición oficial.

Los mirandillistas, que han cercado de alambradas y chumberas el Campo del Velódromo, seguirán jugando partidos amistosos a nivel local. Cádiz vuelve a quedarse sin equipos en competiciones oficiales, y el fútbol gaditano queda limitado a partidos amistosos entre equipos menores.

MIRANDILLA FC: DE COLEGIAL A ASPIRAR A EQUIPO DE CÁDIZ (1931-1933)

A principios de 1931, desde el seno de la Asociación de Antiguos Alumnos del colegio Mirandilla, se vuelve a apostar por reactivar el equipo y participar en competición oficial, registrándose como Sociedad Cultural y Deportiva Mirandilla FC. El club se inscribe en el Registro Civil el 8 de enero de 1931 con Rafael Díaz como presidente. Se redacta un Reglamento donde se detalla que el fin de la Sociedad es “cultivar y fomentar el fútbol y cualquier otro deporte”. En la presidencia mirandillista se suceden Rafael Díaz, Tomás Alonso Arce, Luis Arroyo y Rafael López Gazzo, así como el sempiterno secretario José Llamas.

Son momentos de tensión política y deportiva, pues son varios los equipos, además del Mirandilla FC, quienes siguen compitiendo por heredar el trono del Español FC como el equipo de Cádiz, como la Gimnástica, el FUE y, sobre todo, el Cádiz Sport Club, organizado por exespañolistas. En algunas ocasiones la prensa habla del Cádiz SC como el “Cádiz” e incluso como “Cádiz FC”, pero en ningún caso tiene nada que ver con el club fundado en 1910.

CAMPO DE DEPORTES MIRANDILLA (1933)

El golpe definitivo lo asesta la SCD Mirandilla FC al hacerse con un gran campo de juego, el Stadium, ubicado en la avenida de las afueras de la ciudad, junto a la nueva plaza de toros, el “Campo de Deportes Mirandilla”. Es un estadio moderno, amurallado, con gradas para acoger a siete mil espectadores, con vestuarios, conserjería, enfermería, cantina y todas las comodidades de la época, como un amplio jardín. El estadio se inaugura el 27 de agosto de 1933. Fútbol y toros compiten frente a frente. El Mirandilla FC se convierte en el principal equipo de Cádiz, pero queda refrendarlo deportivamente. Y también social y popularmente, pues el equipo tiene muchos detractores.

PROFESIONALIZACIÓN DEL MIRANDILLA FC (1934)

Pese a ser el equipo de la ciudad, el Mirandilla FC no termina de identificarse plenamente con la afición, que no deja de verlo como 'el equipo del colegio' o 'el equipo de los curas', por lo que desde muchos sectores se propone un cambio de nombre. El equipo azulicrema, como se le llama en ocasiones en la prensa, aguanta las adversidades y se mantiene en plena actividad con partidos amistosos y disputas de copas, tanto en su flamante estadio como por diferentes localidades de la provincia.

Finalmente, en 1934, el Mirandilla FC se anima a participar en el regional de segunda categoría. Desde la sociedad mirandillista se va a por todas y se apuesta por la profesionalización del equipo. Para ello se contrata como entrenador a Juan Armet de Castellví, Kinké. El equipo queda campeón tras imponerse en el choque decisivo por 6-1 a la Balompédica de Córdoba. Asciende a primera categoría regional. Al año siguiente sigue la escalada y queda subcampeón de primera, destacando jugadores como García, Bohórquez, Adolfo, Rafaelillo, Rafaelín o Ricardo. La sintonía entre equipo y afición es cada vez mayor, pero ya comienza a cuestionarse el nombre del equipo, pues si va a ser el equipo representativo de Cádiz, lo normal es que lleve su nombre.

EL MIRANDILLA FC ASCIENDE SEGUNDA DIVISIÓN (1935)

En 1935 queda una vacante en el grupo sur de Segunda División, siendo aspirantes los subcampeones de los grupos regionales, Onuba FC (Recreativo de Huelva) y Mirandilla FC. El ascenso se decide a partido único, jugado en el Campo del Patronato Obrero de Sevilla el domingo 25 de agosto a las 16:45 horas. Un solitario gol de Portugal dará el triunfo al Mirandilla FC y, con él, el ascenso a Segunda División. El Mirandilla FC forma en aquel histórico partido con: Omist; Ayuela, Ordóñez; Angelillo, Vela, Segurola; Casti, Gomar, Portugués, Espinosa de los Monteros y Calvart. En apenas un par de años, el Mirandilla FC ha pasado de no competir a jugar en Segunda. Y lo hace celebrando sus 'Bodas de Plata'.

En Segunda División, la plantilla peca de inexperiencia y acaba el torneo en penúltima posición. En la última jornada, en un partido que los gaditanos pueden seguir por la radio gracias a una retransmisión pionera de Radio Cádiz, pierden por 4-1 con el Malacitano. Con un punto les habría bastado, pero los Omist, Núñez, Ayuela, Vela, Sosa, Casti, Larequi, que fue quien marcó el gol, Gomar, Espinosa de los Monteros, Beguiristain y Garmendia se ven ampliamente superados.

DE MIRANDILLA FC A CÁDIZ FC (1936)

El debate sobre el cambio de nombre del equipo se recrudece, pese a las negativas de buena parte de la sociedad mirandillista. Hasta hay una encuesta en la prensa local. Finalmente, se convoca asamblea extraordinaria para el 24 de junio de 1936 en la sede de la Peña Mirandillista, en la calle San Francisco. La asamblea, presidida por López Gazzo, se alarga más allá de la medianoche, pero finalmente se decide, por aclamación, el cambio de nombre, pasando de Mirandilla FC a Cádiz FC. Se produce la dimisión del presidente y el nombramiento de una Gestora presidida por Antonio Octavio Sánchez.

Con fecha de 26 de junio de 1936 y firmado por Antonio Octavio Sánchez se envía notificación al Gobierno Civil: “Con fecha 25 del actual fue acordado por aclamación, en Asamblea General, celebrada en esta Asociación, la sustitución del nombre que, hasta ahora ha venido ostentando, por el de Cádiz F.C., que en lo sucesivo seguirá denominándose. Habiéndose constituido una Comisión Gestora, que me honro en presidir”. Se puede decir que desde este momento el club se desvincula del colegio Mirandilla y del control de la Asociación de Antiguos Alumnos para pasar a ser patrimonio de la ciudad. No obstante, el colegio sigue manteniendo la actividad deportiva y sigue compitiendo a nivel amateur y colegial con equipos que evidentemente llevan el nombre del colegio, el Mirandilla FC.

Apenas un mes después del cambio de nombre se produce el golpe de Estado militar que desemboca en la Guerra Civil y, con ella, la paralización de todas las competiciones. Pese a todo, el Cádiz FC es de los equipos más activos de España, no dejando de jugar partidos amistosos, benéficos y de exhibición. El primer partido del Cádiz FC tras el cambio de nombre se produce en Mirandilla el 27 de septiembre de 1936 ante el CD Arsenal de San Fernando, luciendo una camiseta con un escudo de Hércules con los dos leones.

Ya como Cádiz FC compite en el Campeonato Regional de Andalucía 1938/39, destacando el goleador portorrealeño Ramón Blanco, conocido como 'Pollito' Roldán.

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EL “MIRANDILLAZO” (1940)

Finalizada la contienda bélica, la Federación decide mantener a los equipos en la categoría donde estaban en la temporada 1935/36. No hay dudas de que el Cádiz FC es el Mirandilla FC, por lo que el Cádiz FC competirá en Segunda División.

A veces ocurre que una campaña que se inicia con una monumental sorpresa para jugadores, hinchas y directivos, acaba de la misma manera, es decir, con los cadistas boquiabiertos y felices. El Cádiz FC finaliza el torneo como Campeón del Grupo V de Segunda, clasificado con honores para el torneo de Campeones y con una posibilidad, bastante real, de ascender a Primera. Y todo ello pese a que es un equipo bastante precario, con Rafael López Gazzo nuevamente como presidente, y un plantel de sólo 17 jugadores, entre los que destacan Luis Soto y Andrés Mateo, que fueron traspasados al Sevilla FC; Santiago Núñez, como entrenador – jugador; Camilo Liz; o Pollito Roldán, entre otros.

Todo Cádiz está pendiente del equipo, ilusionado como nunca antes se había estado con el fútbol. Si la celebración del campeonato fue espectacular, la del ascenso sería muy superior. Sin embargo, después de un comienzo brillante de Liguilla, los resultados posteriores no lo serán tanto y el ascenso queda supeditado a un último partido en Mirandilla frente al Real Murcia el 5 de mayo de 1940. El Cádiz FC lo tiene todo a su favor, pues basta el empate, incluso la derrota por la mínima, pero el Real Murcia acaba imponiéndose por dos goles. Pese al empate a puntos con Real Murcia y RCD Coruña, el Cádiz FC queda tercero por la diferencia de goles. Es un duro golpe para el cadismo y para Cádiz.

DE FÚTBOL CLUB A CLUB DE FÚTBOL (1941)

Con fecha de 16 de mayo de 1949, el gobierno de la dictadura emite una Orden por la que “se prohíbe en rótulos, muestras, anuncios, etc. el empleo de vocablos genéricos extranjeros”. Posteriormente se aprueba un Decreto de 20 de diciembre de 1940 (entraría en vigor el 1 de febrero de 1941) que determina “proceder al cambio de denominación de clubs, sociedades y entidades de toda índole en cuyo nombre figuren palabras extranjeras”. Consecuencia de ello, ya en 1941, el Cádiz FC, como el resto de clubes deportivos españoles, se ve obligado a cambiar su nombre oficial, dejando de ser F.C. “Fútbol Club” para pasar a ser C.F. “Club de Fútbol”.

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HÉRCULES DE CÁDIZ CF (1943/44)

El 'Mirandillazo' tendrá consecuencias funestas. Durante las tres temporadas siguientes se mantiene la Segunda, pero a la tercera, con José Moreno en la presidencia, se desciende a Tercera. El desastre no será solamente deportivo, sino también social y económico. Las penurias se agrandan tanto que para empezar la 1943/44 es necesario fusionarse con el vecino Club Deportivo Hércules Gaditano, siendo la única solución para sobrevivir.

De esta manera, el 19 de septiembre de 1943, el equipo vuelve a cambiar de nombre y pasa a llamarse Hércules de Cádiz Club de Fútbol, de efímera existencia, pues sólo dura una temporada. Las circunstancias y las prisas son las causas de un torneo tan calamitoso en el Grupo VIII de Tercera, en el que el Hércules de Cádiz FC acaba descendiendo a Regional. Hasta tres presidentes se suceden en la temporada: Celestino Ruiz Sáez de Santamaría, Francisco Mera y Eugenio Fuentes.

ROCAMBOLESCO ASCENSO A TERCERA (1944/45)

Con el descenso a Regional se teme el final. Pero un grupo de gaditanos es capaz de asumir aquel hundimiento para, después de haber recuperado la credibilidad de los hinchas, devolverlo con nuevos bríos a Tercera. Isaías Monforte, que sería designado presidente, y todos los que trabajan en aquella Comisión Reorganizadora hacen posible el renacimiento de la institución. Entre todos reúnen el dinero suficiente para saldar todas las deudas y el 19 de octubre de 1944 en Asamblea acuerdan escindirse del CD Hércules para contender nuevamente como Cádiz Club de Fútbol. Después prepararán un equipo que se le confía a un gaditano, Juan Bejarano, y al que se incorporarán sobre la marcha jugadores del CD Hércules y varios foráneos como Arberola, Chiquete, Díaz o Garrido.

Ese renacido Cádiz CF se proclama Campeón de Primera Regional, pero posteriormente, en la segunda ronda de la fase de ascenso, es eliminado por el temible Calavera CF sevillano. En septiembre, para cuando la hinchada cadista se hace a la idea de otra campaña en Regional, llegan buenas nuevas allende el Guadalquivir. Se produce una reorganización de la Tercera y como el Calavera CF se ha retirado por no disponer de campo propio, es al Cádiz CF al que le corresponde disputar una promoción de ascenso. Será frente al Atlético Tetuán. El equipo se refuerza con el regreso de Fernández y Pollito Roldán, experimentados ya en categorías superiores. En la ida ganan los del Protectorado por 3 a 0 y en la vuelta los gaditanos tienen arrestos para igualar la eliminatoria, ganando por 4 a 1. El empate obliga a un encuentro de desempate, que se celebra el 11 de septiembre de 1945 en el Campo de Nervión, en Sevilla. Es un partido emocionante y largo, pues hay que sumarle una prórroga pero, al final, cuando faltan dos minutos para el final, Meléndez evita el cuarto partido marcando el tercer gol cadista. Los ganadores de aquel encuentro son: Falete; Bohórquez, Villar, Vidal; Soto, Segura; Fernández, Meléndez, Garrido, Escalera y Pollito Roldán.

UNA DÉCADA EN TERCERA (1945-1955)

Tras el retorno a Tercera, la sufrida afición cadista sueña con el regreso a Segunda, pero ésto no se producirá hasta 1955, 10 temporadas después, bajo la presidencia de Juan Ramón Cilleruelo y con Diego Villalonga como entrenador. Es una década dura, donde cunde el desánimo en la afición. En la presidencia se suceden Enrique Alcina, Julián Arana, Vicente del Moral y Ramón Cilleruelo.

Especial significación tiene la temporada 1950/51. El club vuelve a estar en situación crítica, estando a punto de ser entregado a la Federación Andaluza. Pero la capacidad de resiliencia de esta sociedad es admirable. Vicente del Moral, en una larga e histórica asamblea, contrae la responsabilidad de salvar al club. Hay que dar un giro y para ello, como hecho simbólico, se decide cambiar los colores oficiales del equipo, pasándose a una camiseta con los colores del pendón de Cádiz. También concibieron un nuevo modelo deportivo, inspirado en el del Racing de Santander: debían construir un equipo sólido, de categoría superior a aquella en la que se habría de competir. Para llevarlo a la práctica confían en José Nicolás Peralta, un entrenador catalán que llega a Cádiz con siete jugadores del Lérida: Bademunt, Cala, Amat, Modol, Remacha, Ferrando y Vega, y hasta un secretario técnico: Ortiz del Cerro.

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ASCENSO A SEGUNDA Y NUEVO ESTADIO (1955)

En la triunfal 1954/55, el Cádiz CF cuenta con Juan Ramón Cilleruelo como presidente, y otro entrenador prestigioso, Diego Villalonga, y un grupo de jugadores, como Cuartango, Rueda o Briansó, que ya han avisado durante el campeonato anterior con un meritorio tercer puesto, y se suman otros como Pilongo, Nené, Pastilla, Hurtado o Mari, que entusiasmarán por su calidad y por su regularidad.

El Cádiz CF será Campeón del Grupo XI de Tercera, y posteriormente volverá a campeonar en el grupo IV de la Liguilla de Ascenso. Tanta es la holgura del triunfo final que en la última jornada de esta fase el único rival que puede desbancar a los amarillos es el Algeciras CF, pero para ello debe esperar una derrota cadista en Don Benito por ocho goles de diferencia. Sin embargo, lo que sucede es que mientras los de Villalonga empatan sin goles, los algecireños sucumben en Ceuta por 7-0. El once del Cádiz CF que celebra el ascenso aquella tarde del 1 de mayo de 1955 es: Garatea; Armengol, Cuartango, Briansó; Pilongo, Pastilla; Ricardito, Rueda, Nené, Paquito y Mari.

Acontecen este año tan señalado otros dos grandes hitos cadistas: la inauguración del estadio Ramón de Carranza, el 2 de septiembre de 1955, y la creación del singular Trofeo Carranza. El ya vetusto Mirandilla queda para el recuerdo y la demolición, mientras que el recién nacido Trofeo Carranza se revelaría enseguida como una idea genial de la directiva de Cilleruelo, tanto para recomponer las cuentas de un club que no podía quedar a expensas de la subvención municipal, porque precisaba nuevas fuentes de ingreso, y porque en los años venideros, cuando el fútbol televisado es aún una quimera, servirá para que Cádiz disfrute in situ de los mejores jugadores del mundo.

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CATORCE AÑOS EN SEGUNDA (1955-1969)

Con el ascenso de 1955 se inicia una etapa en Segunda que se prolongará durante 14 temporadas. Esta categoría estaba entonces formada por dos grupos. Al Cádiz CF le corresponde el II, con rivales andaluces, extremeños, murcianos, valencianos, norteafricanos y canarios. Uno de los hechos más sobresalientes de este periplo es la fulgurante aparición de Manolín Bueno, un jovencísimo extremo gaditano al que le bastan unos pocos partidos en Segunda para ganarse la atención de todos, entre ellos el Real Madrid y el CF Barcelona. Finalmente, serían los blancos quienes se adelantaran y concretaran su fichaje el 1 de mayo de 1958, después de que Miguel Muñoz, el mítico entrenador del Real Madrid y de la Selección Española, diera su visto bueno. El fichaje supuso para el Cádiz CF 1.250.000 pesetas.

Otro hecho singular es la pésima clasificación obtenida en la temporada 1959/60, cuando el descenso está muy cerca. Se salva con un final de Liga algo milagroso, en el que un empate del Rayo Vallecano con el CD Almería resulta providencial para evitar el descenso matemático. Y posteriormente se salva en una promoción de permanencia ganada al Algeciras CF. Los resultados son de empate a uno en Algeciras y 2-1 en Carranza. Juan Bejarano, que entrenaba desde febrero tras la dimisión obligada de Camilo Liz por una secuencia de ocho derrotas consecutivas, alinea aquel 26 de abril de 1960 a Ignacio; Jiménez, García-Verdugo, García; Naranjo, Botana; Pedrusco (autor de los dos goles), Candi, Lorente, Sornichero y Mekarle. A mitad de temporada, acuciado por las críticas, había dimitido el presidente Manuel Vieira y Francisco Márquez Veiga, su vicepresidente, había asumido el mando dispuesto a gestionar de un modo muy distinto.

Márquez Veiga preside el Cádiz CF durante una década, de 1960 a 1970. Durante su largo mandato pretende gestionar sin riesgos, reduciendo gastos, principalmente en la contratación de jugadores y alentando para que se promocionen jugadores gaditanos o a jóvenes promesas. Los apuros económicos siempre estarán presentes. Basta decir que, para sufragar algunos desplazamientos, se hace disputar partidos amistosos allá donde fuera para costearse algunos gastos. La nueva estrategia económica y deportiva afecta también a la figura del entrenador. Márquez Veiga cree que es esencial planificar y que el trabajo del entrenador debe prolongarse durante varias temporadas para que resulte efectivo. De ahí que a José Luis Riera lo mantenga durante tres temporadas y que a Julio Vilariño le firme un contrato por cinco, aunque sólo cumplirá cuatro. Con esta nueva mentalidad, el Cádiz CF podrá mantenerse en Segunda, aunque con altibajos, hasta que sobreviene la calamidad del final de la década.

Entre las notas más positivas, destaca la temporada 1962/63. Los amarillos rozan un ascenso, pero se aleja con una severísima derrota en Valencia ante el Levante UD por 7-2, a cinco jornadas del final. Sólo pueden ser cuartos, cuando sólo ascienden los dos primeros. Es el Cádiz CF de los García I, García II, García III, Bolea, Soriano, Victoriero o de Máximo Mosquera, un internacional peruano, con muchos años de fútbol en sus piernas que se convierte en el ídolo de la hinchada aunque, curiosamente, no será capaz de adaptarse y ni tan siquiera acabará el campeonato.

La 1964/65 es otra Liga de apuros y promoción de permanencia para acabar salvando la categoría con tres partidos ante la SD Eibar: 2-0 en Ipurúa, 2-0 en Carranza y en el desempate, que se celebra en el estadio Metropolitano de Madrid el 22 de abril de 1965, goleada del Cádiz CF por 4-1 después de una segunda parte memorable, pues al descanso perdían los amarillos. Aquel triunfo lo lograron Domínguez; Luna, Aragón, Santana; Arteaga, Antoñito; Llona, Ramón, Juanito, Haro y Beato. Los goleadores fueron Haro, Llona, Ramón y Juanito, este de penalti.

Juanito era conocido como Juanito Mariana. Un jugador deslumbrante, de los más recordados de la historia del Cádiz CF y que acabaría siendo traspasado al CF Barcelona. Ocurre al final de la 1967/68 después de unos meses formidables en lo que Juanito marca goles de dos en dos que resultarán vitales para conseguir un quinto puesto y no verse afectado por una terrible reducción de la categoría. El traspaso se concreta en mayo de 1968 por cuatro millones de pesetas. No es el único jugador codiciado por otros clubs. Bermúdez y López también tienen ofertas, aunque sólo se concretará el traspaso del guardameta al RC Celta por 700.000 pesetas.

Cansado de la monotonía de la Segunda y con la eterna aspiración del ascenso a Primera, se emprende la temporada 1968/69. El desastre es absoluto, pues no sólo no se asciende, sino que se desciende a Tercera. El Cádiz CF pierde la categoría y Márquez Veiga, posiblemente, pierde también la fe en lo que viene haciendo. En aquel grupo único de Segunda, con 20 equipos, al Cádiz CF le falta firmeza, fútbol y, sobre todo, goles. También le falta un portero y un delantero centro como reclama insistentemente Vilariño. Se intenta contratar, sin éxito, a Miguel Ángel, el orensano que triunfaría en el Real Madrid, y se echa de menos a Almagro, que cumple servicio militar en San Fernando, y sus goles llegan demasiado tarde, pues no se pudo incorporar hasta abril. Los cuatro últimos son los que se queman y la permanencia del Cádiz CF arde en la misma pira que las del Mestalla, Indauchu y Jerez Industrial.

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TEMPORADA DE RÉCORDS Y RETORNO A SEGUNDA (1969/70)

Los efectos del descenso se mitigan pronto, pues la campaña siguiente, ahora en Tercera, resulta una de las más triunfales del historial cadista. Los números son espectaculares. Los amarillos ganan 28 partidos, empatan nueve y sólo pierden uno de un total de 38. A falta de cuatro jornadas para el final, el Cádiz CF ya canta el alirón en el Grupo VII de Tercera. Otra nota curiosa es que el guardameta Martínez resiste ocho partidos sin recibir gol.

Después llega la promoción de ascenso, enfrentándose al Racing de Santander. En Carranza no hay goles y en El Sardinero, ante 20.000 espectadores, será Ortega II, en la segunda parte, quien acierta para los cadistas. Con ese gol se celebra el retorno a Segunda, el 21 de junio de 1970. Márquez Veiga respira aliviado y da por segura su marcha de la entidad. Aquel día, León Lasa alinea a: Martínez; Ricardo, Moreno, Soriano; Ortega I (Claudio), Mendoza; Acedo, Canito, López, Matías y Ortega II. Todos ellos serán objeto de un espléndido recibimiento. El ascenso se celebra por todos los rincones de Cádiz.

MADURANDO EL ASCENSO A PRIMERA (1970–1976)

Los años 70 se inician con nuevos bríos y ánimos, impulsado por el joven presidente José Antonio Gutiérrez Trueba. Al final de la temporada 1970/71 se da a conocer ante la hinchada cadista un menudo futbolista de la cantera apodado Villalbita, tan llegador como enclenque. De hecho, al tercer partido ya se había roto la clavícula. Pero cuando madura, pasará a ser conocido como Villalba, y esa maduración coincidirá con el primer ascenso a Primera de la historia del Cádiz CF, del que aquel extremo será pieza clave. Otra revelación del arranque de los setenta es Migueli, “Tarzán” Migueli, que al final de la 1972/73 será traspasado al CF Barcelona por 12 millones de pesetas.

La 1971/72 es un carrusel de entrenadores, pues el equipo anda siempre descolgado. García Andoaín aguanta seis jornadas. Para la séptima se elige al Papi Delgado, después Fernando Daucik, durante cinco jornadas, pues enseguida se revela que ha sido expedientado por un litigio con la Federación. Será Adolfo Bolea quien le supla hasta la jornada 23, cuando se sabe que el Colegio Andaluz de Entrenadores le impide ejercer. El guardameta Martínez es entonces quien hace las alineaciones durante dos semanas, hasta que en la jornada 25 llega José Antonio Naya, que coge al equipo en la posición 13º y acaba el torneo en la 14º, obligado a una eliminatoria de permanencia con el Sestao SC. Los goles de Machicha (2), Otiñano y Baena salvan al Cádiz CF: 1 a 2 en la ida en Sestao y 2 a 2 en Carranza, donde los hinchas terminarán abroncando a su equipo por todos los sinsabores de la temporada. Lo mejor, indudablemente, amén de la permanencia, será la eclosión de Andrés y de Baena, dos gaditanos que se salen en Segunda y que merecen la atención de los grandes. El primero, pese a su condición de jugador defensivo, celebra algún gol apoteósico durante aquella Liga, como el que le hizo al CD Castellón: un eslalon maradoniano; y el segundo, pese a que cumple el servicio militar, suma ya nueve goles, y once en la siguiente.

No obstante, la productividad goleadora de Baena alcanzará su culmen en la 1973/74, en la que, con 24 goles, consigue el Trofeo Pichichi de Segunda. Semejante ristra de goles es, sin lugar a dudas, una de las claves de una campaña formidable. Con Domingo Balmanya, antiguo seleccionador nacional, en el banquillo y un plantel en el que despuntan, además del citado Baena, jugadores como Bonilla, Díaz, Carvallo, Eloy, Ibáñez, Soriano o Villalbita, entre otros. Tienen muchas opciones de ascenso hasta el final, pero en la jornada postrera no se dan los resultados: el Cádiz CF debe ganarle al Real Valladolid y esperar que el CA Osasuna, ya descendido, venza al Hércules CF. No será así. Los alicantinos se imponen por 1 a 2 y el Cádiz CF, que gana al Real Valladolid por 2 a 0, debe conformarse con el cuarto puesto.

Baena es traspasado al Atlético de Madrid en abril de 1975, por 15 millones de pesetas, es decir en el transcurso de una temporada en la que nuevamente el Cádiz CF, ahora con Sabino Barinaga en el banquillo, compite por ascender. Lo anterior sólo puede explicarse considerando las vicisitudes administrativas que suceden tras la marcha en febrero de Gutiérrez Trueba, pese a que en septiembre había renovado su mandato por otros cuatro años. Una Gestora se hace cargo durante dos meses. A las elecciones se presentan tres candidatos: José Aranda, Manuel de Diego y Vicente Alonso, que en abril resulta elegido como nuevo presidente.

La 1975/76 es la única campaña con Vicente Alonso. Fue una temporada demasiado convulsa, por los malos resultados deportivos y las fallas de la economía. Los resultados son tales que por el banquillo desfilan Barianga, Juan Arza, Adolfo Bolea y Luis Escarti, éste para los dos partidos de la promoción de permanencia con el Baracaldo CF. Bolea, al parecer, había enfermado. Los amarillos logran un gran resultado en la ida, 3 a 0, con esta formación: Bocoya; Cenitagoya, Tanco, Díaz, Julio Puig; Carvallo (Herrero), Ibáñez, Ortega; Lloret (Villalba), Quetglás y Mané. Los goles son de Carvallo, Ibáñez y Quetglás. En la vuelta se mantienen firmes y, aunque pierden por 3 a 2, celebran su continuidad en la categoría. Vicente Alonso presenta de inmediato su dimisión.

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PRIMER ASCENSO A PRIMERA (1976 – 1977)

El ascenso a Primera División llega el 5 de junio de 1977, tras una victoria en Carranza por 2 a 0 ante el Tarrasa CF. Será la culminación de una temporada excelente, con Manuel de Diego en la presidencia; y Enrique Mateos, recomendado por el periodista José María García, como entrenador. Se alcanzan los diez mil abonados. La plantilla es también formidable, con jugadores de la talla de Santamaría, Quino, Ortega Carvallo, Ramón Blanco Ibáñez o Mané, aunque hubo que reforzarla durante la marcha, porque en enero Botubot, un central de la cantera, es traspasado al Valencia CF por 25 millones. Dos meses después llega otro defensa, quizás con menos prestaciones, pero muy curtido, Barrachina, que será otro de los artífices del ascenso.

El Cádiz CF llega tercero a la jornada definitiva y acabará el campeonato segundo, gracias al triunfo sobre el Tarrasa CF, por 2 a 0. Saltan al césped: Santamaría; Cenitagoya (Puig), Rosado, Barrachina, Urruchurtu; Carvallo, Ortega, Ibáñez; Mané, Quino y Villalba (Ramón Blanco). Los goles fueron de Ortega y Villalba. Ellos logran lo que, hasta entonces, y desde aquel partido en 1940 ante el Real Murcia en el Mirandilla, había resultado imposible. Una gesta pionera, inolvidable, que se celebra con gran alegría y orgullo, no sólo en la ciudad de Cádiz, sino por toda la provincia, y que tendrá como colofón, un par de meses después, la primera participación del Cádiz CF en el Trofeo Carranza. Hay una gran felicidad y expectación por ver, ¡por fin!, al Cádiz CF enfrentarse a los mejores equipos de España.

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DEBUT EN PRIMERA DIVISIÓN (1977/78)

En el partido inaugural en Primera se gana al Rayo Vallecano, también debutante en la máxima categoría, por 2 a 1. Pero tras siete jornadas, sólo se ganan dos partidos de local, el referido y ante la Real Sociedad (2 a 0). Y de San Mamés habían salido sonrojados (6 a 1). Luis Escarti asume la responsabilidad durante tres semanas, en las que suma el primer positivo en Primera, tras empatar a cero con el Hércules CF; y un nuevo triunfo, ante la UD Las Palmas (3 a 2), que no es suficiente para salir de la última posición. En diciembre llega Mariano Moreno, pero el equipo nunca abandonará los puestos de descenso. Sufren, además, goleadas difícilmente justificables: 6 a 1 en Vallecas y en Atocha y 0 a 5 con el Real Betis. De esta forma, a tres jornadas para el final, y pese a golear al Burgos (4 a 0), se consuma el descenso.

El cadismo echa mucho de menos los goles de Paco Baena, que volvía como el gran fichaje tras su periplo por el Atlético de Madrid y Deportivo Alavés. Pero Baena sólo anota un gol, aunque histórico, pues su certero remate de cabeza sirve para derrotar al Real Madrid en Carranza el 18 de diciembre de 1976. Lo más positivo de aquella Liga será el rendimiento de Antolín Ortega y Manolo Villalba, que en abril son traspasados al Real Betis; así como el debut del canterano Pepe Mejías que, curiosamente, se produce en Domecq, entonces campo del Xerez CD, por estar sancionado Carranza por los incidentes ante la UD Salamanca en el que uno de los jueces de línea fue alcanzado con un botellín. El partido es ante el RCD Español y se salda con derrota por 2 a 4.

VUELTA A SEGUNDA Y ÉPICO ASCENSO EN ELCHE (1978-1981)

Así que, otra vez a Segunda. Manuel Irigoyen Roldán se alza con la presidencia del Club. Octavos en la 78-79 y octavos en la 79-80, a cinco puntos del tercero en ambas. Hasta entonces, Irigoyen confía en Roque Olsen como entrenador, un técnico duro, bien conocido y experimentado en el fútbol español.

Para la temporada 1980-81, apuesta por un desconocido que venía de la antigua Yugoslavia, Dragoljub Milosevic, y le presenta la plantilla más gaditana de la historia del Cádiz CF, integrada por una pléyade de jugadores gaditanos, la mayoría de la capital, como Juan José, Linares, Amarillo, Pepe Mejías, Luque y López, o de la provincia, como Escobar, Recio, Rosado, Manolito o Choquet, más una serie de refuerzos puntuales, como el paraguayo Dos Santos, el argentino Hugo Vaca, el yugoslavo Lalovic, el ciudadrealeño Zúñiga o el ceutí Bocoya, si bien esté era un jugador igualmente formado por el Cádiz CF. Acierto pleno.

Aunque, en un principio se plantea como objetivo la permanencia, resulta que, entre todos, alcanzan el segundo puesto y con él un meritorio retorno a la categoría del orgullo. Esta vez con bastante épica; pues todas las circunstancias son desfavorables. El partido último, y definitivo, se juega en el Martínez Valero de Elche, ante un equipo local al que le basta el empate para culminar el ascenso. El partido se juega el 24 de mayo de 1981. Aquel estadio mundialista está rebosante de ilicitanos enardecidos que esperan festejar su ascenso. El Elche CF lo tiene todo a su favor. El clamor de las gradas llega a los vestuarios, donde el entrenador Milosevic, consciente de la falta de experiencia y madurez de su plantel, les lanza un mensaje cargado de psicología motivadora. Coge el balón, lo coloca encima de una camilla y les dice: “Por mucho que griten, no mueven el balón”.

El Cádiz CF salta con un once histórico: Bocoya; Juan José, Dos Santos, Hugo Vaca, Amarillo; Manolito, Luque, Zúñiga, Pepe Mejías; Choquet (López) y Mané. El partido es igualado, pero los cadistas se mantienen firmes y no se amilanan. Sobre la media hora de juego, Manolo Zúñiga adelanta al Cádiz CF, pero a poco de reanudarse la segunda mitad, empatan los locales. El empate favorece los intereses del Elche CF, pero el Cádiz CF no se da por vencido y a falta de diez minutos del final, Pepe Mejías engancha una bolea que se cuela irremisiblemente en la portería ilicitana. No se volvería a mover el marcado y el Cádiz CF gana por 1 a 2, consiguiendo el ascenso a Primera. El recibimiento que les dispensa Cádiz es espectacular, con una afición que sale masivamente a la calle para vitorear a sus jugadores y para celebrar el segundo ascenso a Primera.

En agosto, el Cádiz CF rubrica tan sensacional temporada, alzando al cielo su primer Trofeo Carranza, venciendo en la Final al Sevilla FC de Miguel Muñoz con un gol inolvidable de Dieguito, un zapatazo con la derecha, a diez minutos del final, que no pudo agarrar Buyo. Los campeones fueron: Bocoya: Juan José, Hugo Vaca, Dos Santos, Amarillo: Luque, Linares, Pepe Mejías, Dieguito (Escobar): López (Choquet) y Mané.

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LUSTRO DE ASCENSOS Y DESCENSOS (1981-1985)

De regreso en Primera, el Cádiz CF pasará a ser conocido como “Matagigantes”, pues en sus partidos de local vence a la mayoría de los poderosos: Atlético de Madrid, Real Madrid y FC Barcelona, siempre con el mismo resultado 1 a 0. Pero los partidos de visitante son un desastre, perdiendo todos excepto el último, en Castellón, donde gana 0 a 1, resultado que no sirve para evitar el descenso, pues sale perjudicado en un triple empate con UD Las Palmas y Sporting de Gijón. Juan José se despide del Cádiz CF, sus impetuosas correrías por la banda derecha le llevan al Real Madrid. En enero de 1982 ya se había acordado su fichaje por los blancos por tres temporadas y 50 millones en la cuenta corriente del Cádiz CF, más la participación del Real Madrid en el siguiente Trofeo Carranza, que se tasa en otros 16 millones, más la cesión de Portugal y Hoyos, aunque este nunca llegará a vestirse de amarillo.

En agosto de 1982, después del Mundial de España, Irigoyen sorprende a casi todos con el fichaje de un salvadoreño, el mundialista Jorge González. Pese a su origen humildísimo, tiene el apodo de “Mago”, que se reconvertiría en “Mágico”, Mágico González. Ya anticipaba ser un jugador distinto a cualquier otro; un jugador decidido a transformar el balón en chistera y cualquier jugada en truco, gracias a su ingenio y a una técnica prodigiosa. Con fintas increíbles y goles soberbios, se convertirá en el gran ídolo de la hinchada cadista y en un gozo para todos los aficionados al fútbol. Con Mágico, y una hornada de canteranos talentosos y muy competitivos, como los hermanos Pepe y Salvador Mejías, Mané, Chico Linares, Escobar, Dieguito, Choquet, Chano, Amarillo, López, Manolito, etc., el Cádiz CF asciende a Primera por tercera vez. Además, se acierta plenamente con otro fichaje, recomendado por Milosevic, el yugoslavo Vojinovic, un central de extraordinaria regularidad, que también se gana el aprecio de la afición.

El partido decisivo es nuevamente frente el Elche CF, aunque esta vez en Carranza, el 22 de mayo de 1983. El Cádiz CF es cuarto antes de la última jornada, por lo que necesita la victoria para superar al RCD Mallorca y al RCD de La Coruña. Y la consigue con claridad, 3 a 1, con dos goles de Pepe Mejías y otro de Mágico. El once fue el siguiente: Catalán; Chano, Dos Santos, Linares, India; Amarillo, Escobar, Pepe Mejías; Salva Mejías, Choquet (Manolito) y Mágico (López). Aquel verano, además, los amarillos alzan su segundo Carranza tras superar al Real Betis en una final muy reñida.

Este nuevo paso por Primera resulta tan efímero como los dos anteriores. Mágico González consigue 14 goles, cifra nada desdeñable, sobre todo si se tiene en cuenta que se ve envuelto en infinidad de líos por su carácter despreocupado y su indisciplina. Sólo Juanito y Da Silva le superan, con 17 goles. En octubre es multado por su falta reiterada de puntualidad, en enero recibe otra sanción por algo similar, en marzo se escapa de una concentración en el hotel Atlántico, siendo multado por tercera vez. Todo ello motiva una tremenda división entre quienes le disculpan todo, amparándose en su genialidad y entre quienes casi llegan a agredirle achacándole su desidia. Como dato anecdótico, la fama del salvadoreño lleva al Cádiz CF, en primer lugar, a Los Ángeles, para jugar en el Memorial Stadium, ante 20.000 espectadores, contra la selección de México. Ganan los aztecas por 2 a 0. Ocurre el 14 de noviembre de 1983. Después, en verano, acuden al Trofeo Ciudad de Varna, en Bulgaria, en el que Mágico es nombrado mejor jugador.

El Cádiz CF ya ha asumido su condición de equipo ascensor, pues, lejos de ningún trauma, en su regreso a Segunda, completará una temporada sensacional, ocupando siempre el primer o segundo puesto, proclamándose campeón de invierno, con el portero menos goleado de la categoría, Paco, “Super Paco”, como se le conocía cuando estuvo en el Sevilla FC, pues con solo 21 goles encajados en 31 partidos obtuvo el Trofeo Zamora; y con el máximo goleador de la categoría, pues el Trofeo Pichichi de Segunda lo consigue Salva Mejías, con 17 dianas, con las que se olvida, en parte, a Mágico González, quien en enero, y después de otra ausencia injustificable en un entrenamiento y las pertinentes 250.000 pesetas de multa, fue despachado con dirección a Pucela. Se enrola en el Real Valladolid hasta final de temporada y después desaparecerá rumbo a su país y Estados Unidos.

Mágico no es partícipe, no quiso serlo, de los éxitos del Cádiz CF de Benito Joanet, que a falta de cuatro jornadas para el final consuma virtualmente el ascenso a Primera. Le basta empatar en Carranza frente al CD Castellón, pero la derrota del RCD Mallorca frente a la UD Las Palmas y el empate del CD Logroñés y el CE Sabadell, permiten que se ascienda incluso perdiendo. Sin embargo, aquella tarde, el júbilo da paso a la tragedia: una bengala cruza el terreno de juego desde la grada de preferencia hasta la de tribuna, impactando mortalmente en el pecho del aficionado Luis Montero Domínguez. Es el 21 de abril de 1985.

CONSOLIDACIÓN EN PRIMERA (1985-1993)

Con el ascenso de 1985 comienza el periodo de mayor gloria del Cádiz CF, pues durante ocho temporadas sucesivas se codea con los mejores de España. Ocho temporadas en Primera con las que se forja una reputación firme de equipo batallador, sufridor y resiliente, capaz de emerger de las situaciones más adversas, por lo que recibe el apelativo de “Submarino Amarillo”; y lanzando jóvenes talentos que, con el tiempo, merecerán la atención de los clubs más poderosos: los hermano Mejías, Chano, Francis, Arteaga, Cortijo, Calderón, Quevedo o el campeón olímpico en Barcelona 92, Kiko, entre otros. 

En el verano de 1985 el Cádiz CF vuelve a ganar el Trofeo Carranza, tras imponerse en la final a los brasileños del Gremio por penaltis. Inmediatamente después arranca la Liga en Primera, que culminará con la permanencia, la primera vez que se consigue. En esa gesta, capitaneada desde el banquillo por Paquito y en los dos últimos partidos por David Vidal,  destacan, entre otros, jugadores como Jaro, Montero, Andrés, Villa o Zalazar. El Cádiz consigue la permanencia en la penúltima jornada, al empatar en Carranza a cero frente el Real Betis y beneficiarle la derrota del Valencia CF en el Campo Nou.

LA “LIGUILLA DE LA MUERTE” (1986-1987)

En 1986 se consigue un nuevo Carranza, esta vez venciendo en la final al Real Betis, igualmente por penaltis. La Liga siguiente es la de los play-off, de nuevo con Mágico González, que regresa después de un año de inactividad y reflexiones para demostrar que aún le queda mucho repertorio. A veces lo logra, como en aquel partido de la cuarta jornada en la que está genial y le hace tres goles al Racing de Santander (3 a 0), aunque falla un penalti. Mágico se reintegra, dispuesto a ser más disciplinado, en un plantel reforzado con otros jugadores de primera línea, como Bermell o Cabrera, aunque faltan los hermanos Mejías. Pepe es traspasado al Real Zaragoza por 35 millones de pesetas más la cesión de Conde, y Salvador marcha al Real Murcia con la carta de libertad.

Los amarillos terminan últimos en el campeonato regular y esa misma posición ocuparán en la Liguilla de Permanencia, jugada entre los seis últimos. Sin embargo, un plan de ampliación de 18 a 20 equipos lo sacaré a flote. Aprobado dicho plan sólo habría de descender un equipo, el último, esto es, el Cádiz CF. Todo parece claro, pero Irigoyen se niega a aceptar el acuerdo, pues denuncia que se está adulterando las reglas de la competición durante la marcha. No es lo mismo jugar sabiendo que desciende sólo el último a hacerlo sabiendo que descienden los tres últimos. La denuncia es totalmente ajustada a razón y justicia, por lo que se determina que se juegue una Liguilla entre los tres últimos clasificados, CA Osasuna, Racing de Santander y Cádiz CF a una sola vuelta, descendiendo el último. Tras cada partido, independientemente del resultado, se lanzará una tanda de penaltis, que servirá en caso de empates en la clasificación final. Aquella Liguilla pasará a ser conocida como “Liguilla de la Muerte”. 

El Cádiz CF afronta la Liguilla con un entrenador de la casa, David Vidal, colocado en lugar de Milosevic, quien, a su vez, había relevado a Manolo Cardo. El Cádiz CF salda con empate a uno sus dos partidos, primero en Santander (en la tanda de penaltis 4 a 3 para el Racing de Santander) y luego en Carranza ante CA Osasuna (4 a 3 para el Cádiz CF en la tanda de penaltis). El último penalti del Cádiz CF en la tanda podría haber sido definitivo si el portero Jaro lo hubiese anotado, pero lo estrelló en el larguero, lo que hace necesario esperar al último y definitivo partido en Pamplona entre CA Osasuna y Racing de Santander. La victoria por 2 a 0 del CA Osasuna hace que descienda el Racing de Santander. El milagro de la permanencia se ha consumado.

TEMPORADA HISTÓRICA: 12º EN PRIMERA (1987-1988)

La temporada 1987/88 debe ser recordada con satisfacción por los cadistas, pues bajo la dirección técnica de Víctor Espárrago, que supo inyectar a sus jugadores las dosis justas de confianza y humildad, se obtiene la mejor clasificación hasta la fecha en Primera: duodécimos, muy lejos de las amenazas del descenso.

Las virtudes del equipo quedan como enseñanza para quien guste considerar el pasado como guía del presente. Espárrago construye un equipo disciplinado y trabajador, muy activo en la línea de centrocampista y, además, muy rápido en ataque. Pese a que se inicia con estrepitosa derrota en Carranza por 0 a 4 frente al real Madrid, luego se engarzan tres victorias consecutivas, que dotan de tranquilidad y confianza al equipo. A diferencia de otras temporadas, no se hacen grandes gestas, ni victorias épicas ante los grandes, pero se gana a quienes se debe ganar, a los equipos que están en la misma guerra. En aquella fenomenal plantilla destacaban jugadores emblemáticos del cadismo como Carmelo, Chico Linares, Zalazar, Andrés, cabrera, Mágico, Manolito, Jaro, Francis, Oliva, Villa, Juan José, Amarillo, Cortijo, Calderón, Montero, Francisco, Bermell o Benito; y ya despuntaban canteranos como Jose, Barla o Poli.

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EL “SUBMARINO AMARILLO” (1988-1992)

La temporada 1988/89 se salva, como ya viene siendo costumbre, salvo la temporada anterior, en el último partido después de haber estado prácticamente toda la temporada coqueteando con el descenso. Se evita el descenso directo y también la promoción de descenso al vencer el 25 de junio de 1989 en la última jornada en La Condomina al Real Murcia por 0 a 1 (gol de Jose) con este once: Szendrei; Raúl, Carmelo, Oliva, Cortijo; Linares, Manolito, Montero (Mágico), Calderón; Villa y Jose.

El rendimiento del equipo durante la 1989/90 está condicionado por el debate en torno a Mágico. Parte de la afición lo demanda, pero David Vidal no lo alinea aduciendo que es una “manzana podrida” dentro del vestuario. Las broncas del público hacia el entrenador se suceden, pero cuando, a ocho jornadas del final, Vidal es destituido y Colin Addison ocupa su puesto, Mágico sigue teniendo escasa aparición en las alineaciones del inglés. De hecho, se salva la categoría ganando los cuatro últimos partidos, todos por uno a cero: Rayo Vallecano en Vallecas, Real Sociedad, CD Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López y RC Celta. Mágico sólo juega en dos de ellos saliendo como suplente.

Esta campaña debe recordarse, además, por alcanzar las semifinales de la Copa del Rey. Nunca se había llegado tan lejos en esta competición. Sólo el Real Madrid fue capaz de apartar de la final a un Cádiz CF que había eliminado al CFJ Mollerusa en primera ronda (1 a 3 y 3 a 0); al Barcelona Atlético en dieciseisavos (1 a 1, 2 a 2), al Real Betis en octavos (1 a 0 y 2 a 0) y al Sporting de Gijón en cuartos (0 a 0 y 2 a 1). Pero el Real Madrid se muestra implacable, ganando 0 a 1 en Carranza y 3 a 0 en el Bernabeu (28 de febrero de 1990). El once de David Vidal es: Szendrei; Raúl, Carmelo, Oliva, Arteaga; Linares, Canillas, Romo, Quevedo; Lajos (Montero) y Mágico. Hechos singulares de aquel torneo son la actuación de Szendrei en el segundo partido con el filial azulgrana, parando tres penaltis en la tanda final y la gravísima lesión con fractura de peroné de Jose cuando celebra en Carranza uno de los dos goles al Real Betis.

El relato de la campaña 1990/91 pertenece también al género épico. La leyenda del “Submarino Amarillo” es cada vez mayor. Comienza de entrenador el argentino Héctor Veira, siendo relevado en la jornada 30º por Ramón Blanco. Los cadistas de entonces no olvidarán nunca el partido correspondiente a la jornada 34º. El Cádiz CF es último clasificado y se la está jugando cuando recibe la visita el líder, el FC Barcelona de Johan Cruyff, al que le falta solamente un punto para ser campeón. El resultado, sin embargo, revienta las quinielas y supone una enorme satisfacción para el cadismo: Cádiz CF 4 – FC Barcelona 0.

El equipo recibe una bombona de moral para los partidos que restan. Aunque se pierde en Castellón, se gana en carranza al Sevilla FC (2 a 1), se empata a cero en Mallorca y todo se decide en la última jornada en Carranza ante el Real Zaragoza. Al Cádiz CF sólo le vale ganar para evitar el descenso directo y jugar la eliminatoria de promoción de descenso, mientras al equipo maño le basta el empate para eludir dicha promoción. El partido pinta mal, pues mediada la segunda mitad se adelantan los visitantes. Pero llega el momento de uno de los canteranos más prometedores, Kiko Narváez, que ya había debutado unas jornadas antes frente al Athletic Club. A falta de diez minutos del final, una jugada suya acaba en penalti, que transforma Dertycia, que había llegado en el mercado invernal aportando fuerza y bríos al equipo, y un par de minutos después, tras sensacional jugada, Kiko engancha un tiro cruzado que se estrella en la cepa del poste y entra en la portería defendida por el excadista Cedrún. El Cádiz CF se salva del descenso directo, pero debe jugar una eliminatoria frente al candidato de Segunda, el CD Málaga.

Ambos partidos frente al CD Málaga finalizan con victoria local por 1 a 0, consiguiendo Jose el gol cadista en el partido de vuelta en Carranza. Se hace necesaria la tanda de penaltis para determinar si el Cádiz CF se mantiene o si el CD Málaga asciende. La tanda se resuelve favorablemente para los intereses cadistas, con anotación del último lanzamiento de Juan José y parada de Szendrei.

Si en la campaña anterior se logra la permanencia tras dos partidos frenéticos de promoción ante el CD Málaga; en la 1991/92 se repite la historia con Ramón Blanco en el banquillo. El Cádiz CF evita el descenso directo, pero debe jugar nuevamente la eliminatoria de promoción. En febrero, Irigoyen quiere repetir su acierto con Dertycia y trae a otro revulsivo, el delantero brasileño Tilico. Y tampoco falla, pues anota ocho goles que resultan cruciales para evitar el descenso directo y jugar dicha promoción. El rival es la UE Figueres. El Cádiz CF toma clara ventaja en el partido de ida en Carranza, ganando por 2 a 0 con goles de Tilico y Fali Benítez y consuma la permanencia el 21 de junio de 1992 en Figueras empatando a uno, con gol de Quevedo.

CÁDIZ CF SOCIEDAD ANÓNIMA DEPORTIVA (1993)

El año 1992 supone un antes y un después en la vida España: la Exposición Universal de Sevilla, los Juegos Olímpicos de Barcelona, con el Oro de la selección española de fútbol con Kiko como protagonista. Y también es un hito para el Cádiz CF y la mayoría de clubes españoles, obligados por la Ley del Deporte a buscar accionistas y a conducir la transformación en Sociedad Anónima Deportiva. Una metamorfosis de graves consecuencias para la entidad cadista, que resultará víctima propicia cuando la cultura del pelotazo, otro de los grandes fastos del 92, se traslada al mundo del fútbol.

La resistencia al descenso del Cádiz CF se quiebra en la temporada 1992/93, finalizando esta etapa tan exitosa en la máxima categoría. El descenso a Segunda puede relacionarse, sin dudas, con el tortuoso proceso administrativo. Al inicio de Liga, un debilitado Manuel Irigoyen, en lo que a su salud y a su capacidad de gestión se refiere, sigue al frente de un Cádiz CF que ya era S.A.D., manteniéndose hasta diciembre. Entonces la directiva, que ya no es tal, sino un Consejo de Administración, regentado por la corporación municipal, ya que, al no haber compradores, el Ayuntamiento se hace cargo de las acciones para evitar la desaparición del Club, pero avisando que se venderían en cuanto haya oportunidad. Con los políticos al frente no hay salvación deportiva. Se ocupan más de recolocar las acciones que de reforzar al equipo. Nuevamente se recurre a la fórmula del fichaje bomba para la segunda vuelta, practicada esta vez con el brasileño Macedo, pero esta vez sin éxito alguno. Los técnicos José Luis Romero primero y Ramón Blanco después no pueden evitar el descenso. El 5 de junio de 1993, después de perder por 3 a 0 con el RCD de La Coruña, a falta de dos jornadas para el final, se consuma el descenso.

El Cádiz CF como Sociedad Anónima Deportiva está abocado al desastre. El Ayuntamiento traspasa las acciones al denominado Grupo de Madrid, que decide recuperar a Manuel Irigoyen en la presidencia, aunque con las manos atadas. Posteriormente, por problemas de salud del insigne presidente, se nombra a Juan Manuel González en la presidencia. No obstante, quien figura como propietario es Enrique Cerezo, hombre de confianza del presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil. La primera gestión del Grupo de Madrid es traspasar a los dos grandes valores del equipo, Kiko y Quevedo, al club colchonero, por un dinero que nunca llega a ingresar en las arcas cadistas; y a Arteaga al RCD Espanyol por 125 millones.

Aquel Cádiz CF tan debilitado en lo deportivo como en lo institucional no podrá ni siquiera mantener la categoría en Segunda División. Los malos resultados convierten el banquillo en una guillotina que descabeza siempre al plantel por el lado del entrenador: Colin Addison, Hugo Vaca, José Antonio Naya y el tándem Marcelino - Cacho Heredia. A siete jornadas del final, el desastre deportivo es de tal magnitud que ya se consuma el descenso Segunda División “B”. Jugadores míticos como Carmelo, Oliva, Mateos, o Barla, que han vivido las glorias en Primera, ven ahora como su equipo se despeña a la tercera categoría nacional. La mayoría de aficionados no quieren presenciar el hundimiento y abandonan al equipo. Los buenos permanecen, a las duras y a las maduras. De hecho, la cifra de abonados es sólo 3.700, pero para cuando acaba la temporada apenas queda nadie en las gradas de Carranza. Es un batacazo espectacular del que el Cádiz CF tardará mucho en reponerse.

Pese a todo, en estos años el Cádiz CF llevó a sus vitrinas los Carranza de 1993 y 1994, de penalti ambos, tras sendos empates frente al Palmeiras y al Sevilla FC.

EL DESIERTO DE LA SEGUNDA “B” (1994-2003)

La etapa en Segunda “B” se alargará durante nueve eternas temporadas. Un duro camino por el desierto. Durante la travesía hay altos y bajos, momentos de renacimiento, y hasta de euforia, y momentos donde se está al borde, una vez más, de la desaparición. La grandeza de este Club está muy por encima de éxitos deportivos, donde es fácil estar; la grandeza del Cádiz CF está en su fuerza interior, en su capacidad de resiliencia y en esa vitalidad que le hace sobreponerse a los peores momentos y salir, si cabe, fortalecido. Eso no es de Club Grande, es de CLUB MUY GRANDE.

La afición se reduce considerablemente, pero los pocos que quedan son infatigables y leales hasta las últimas consecuencias. En ellos radica buena parte de la fuerza de subsistencia del Club. Con su aliento y el buen hacer de jugadores como Férez, Zárate, Zafra, Duda, Palacios, Armando, Raúl López y muchos otros, el Cádiz CF alcanza a disputar la Liguilla de Ascenso en tres ocasiones: en la 1997/98, en la 2000/01 y en la 2002/03, siendo ésta, la tercera, con un entrenador gaditano, Jose González, cuando consigue auparse de nuevo a Segunda División. Antes, en 1995, el Cádiz CF está nuevamente cerca de su final. Los problemas económicos son acuciantes. El grupo inversor ya no invierte y en lugar de eso se declara la suspensión de pagos para que un grupo de cadistas, encabezados por Antonio Muñoz y Manuel García, puedan entenderse con los acreedores, reorganizar la sociedad y, en definitiva, empezar a gestionar el Cádiz desde Cádiz. 

En la temporada 1997/98 no se logra ascender por una derrota crucial por 2 a 1 el 14 de junio de 1998 en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid “B”, con unos siete mil cadistas en las gradas en un desplazamiento histórico. Antonio Muñoz es entonces el presidente de un Consejo de Administración que poco después anunciará la llegada de un nuevo grupo inversor, “ADA”, ligado al “Grupo Zeta”. El nuevo grupo invierte en jugadores de superior categoría como Armando, Duda, Benito, Loreto o Ljubojevic, entre otros, pero unos no responden, otros necesitaban más tiempo y alguno, como es el caso del serbobosnio, ni siquiera puede vestirse de amarillo para jugar en una categoría que no admitía extracomunitarios.

En el 2001, el Cádiz CF se proclama brillante campeón del Grupo IV de Segunda “B”. Es un año de graves problemas económicos, que siguen a la espantada protagonizada en verano por Rafael Mateo y los demás gestores de ADA. Carlos Orúe es entonces el responsable técnico de una plantilla, que se sobrepone a muchos meses de impago y a varios encierros en el vestuario, pero que acabará dejándose hasta el último aliento para salvarse a sí mismos y salvar a la entidad con un ascenso. Esto último no será posible, pero si llenan Carranza y motivan la vuelta de Antonio Muñoz. El rendimiento de aquel grupo fue extraordinario, pero en la fase de ascenso no podrán sobreponerse a la derrota inicial frente al Gimnàstic de Tarragona por 3 a 1.

ASCENSO A SEGUNDA TRAS NUEVE AÑOS EN SEGUNDA B (2002/03)

En la 2002/03 finalmente el cadismo podrá celebrar la salida del infierno de la Segunda “B” tras nueve penosos años. Antonio Muñoz confía en la gestión deportiva de Jose González y el rendimiento del equipo, muy mermado deportivamente, está por encima de sus posibilidades. No es una buena temporada regular, pero siempre se está por la zona alta de la clasificación, pero sin llegar a engancharse. En los últimos partidos el equipo flojea, pero le basta para clasificarse como cuarto clasificado.

En la Liguilla de Ascenso se enfrenta a CD Logroñés, FC Barcelona “B” y Universidad de Las Palmas. Se comienza de forma espectacular, ganado en Las Gaunas por 1 a 2, con goles de José Luis y Abraham Paz de penalti; y en casa al filial blaugrana por 2 a 0. La visita a Barcelona, con derrota por 3 a 1, sirve para poner los pies en el suelo, pero se recuperan todas las ilusiones al volver a ganar al CD Logroñés por otro 2 a 1, goles de Palacios y Sambruno. Los dos últimos partidos son frente al equipo canario. En Carranza se empata a cero y todo queda a expensas de la última jornada en el Juan Guedes de Las Palmas el 29 de junio de 2003. Hace falta el empate para asegurar el ascenso, pues el FC Barcelona “B” está al acecho.

Se adelanta el Universidad con un gol de… ¡Jonathan Sesma!, pero poco después Pavoni se interna en el área, le derriban y, como otras veces, Abraham Paz asume la responsabilidad y anota desde los once metros el gol del empate. No se volverá a mover el marcador. El Cádiz CF asciende a Segunda División y abandona el infierno de la Segunda “B”. El once del ansiado ascenso es: Armando; Velázquez, Sambruno, Abraham Paz, Varela; Dani Navarrete (Sergio Iglesias), Vicente, Suárez, Palacios; Pavoni (Zafra) e Israel (Sergio Cruz).

Nunca antes se había visto una explosión de satisfacción semejante en Cádiz, y en la mayor parte de la provincia. Los cadistas tiñen la ciudad de amarillo y azul y convierten la fuente de las Puertas de Tierra en un baño de felicidad. Miles y miles se bañan allí para descargar toda la rabia contenida durante nueve ligas.

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VUELTA A PRIMERA 12 AÑOS DESPUÉS (2003-2006)

Con la base del equipo del ascenso y un grupo de fichajes muy acertados, el Cádiz CF forma un plantel que no sólo se asienta en Segunda, que es el principal objetivo, sino que tiene arrestos para volver en la 2004/05 a la Liga de las Estrellas. Se lleva a cabo, por parte del Consejo de Administración, presidido por Antonio Muñoz, una profunda modernización de la parte administrativa y comercial de la sociedad, gente como Pepe Mata y Nicolas Lucero insuflan nuevos aires y nuevas ideas. Los nuevos tiempos exigen mucha mercadotecnia para aprovechar los recursos que, convertido en un gran fenómeno mediático, el fútbol proporciona. En poco tiempo el Cádiz CF crea una Fundación con su nombre, la Escuela de Fútbol Michael Robinson, un club de empresas, una tienda oficial, una web oficial, una revista, una emisora de radio, etc. Y al mismo tiempo, van creándose peñas y más peñas cadistas por toda la provincia y en muchos puntos de España, como expresión clarísima de que, por encima de tanto marketing, el Cádiz CF sigue siendo un vehículo de cohesión, de unión y del orgullo para la gaditanía.

La temporada del regreso a Segunda se encomienda al gaditano José González, realizando una extraordinaria campaña y logrando acabar en séptima posición. Lo más importante es que se consolida la base de Segunda “B” y se fortalece con algunas incorporaciones hasta completarse una plantilla con un potencial más allá de la permanencia. Para la temporada siguiente el listón está muy alto, pero se va a sobrepasar con holgura. Se produce el regreso al banquillo de Víctor Espárrago, bajo cuya dirección el Cádiz CF completa una campaña extraordinaria en Segunda, coronada con el título de Campeón y el inesperado ascenso a Primera División, logrado en la última jornada en Jerez, el 18 de junio de 2005. Las dos jornadas finales se presentan con la obligación de ganar para ascender. En la primera, se vence al Terrasa FC, ¡otra vez!, por 3 a 1. Y llega el decisivo partido, en Chapín, donde se alcanza la victoria con dos goles, el primero de Oli, con un zapatazo desde fuera del área; y ya en la segunda mitad, Abraham Paz al transformar un penalti cometido sobre Enrique. Cádiz nuevamente bañada de amarillo. A Primera, otra vez, doce años después. Aquel día inolvidable se alinean: Armando; Varela, De Quintana, Abraham Paz, Varela; Suárez (Bezares), Fleurquin; Enrique (Dani Navarrete), Pavoni (Manolo Pérez), Jonathan Sesma; y Oli.

El meta Armando logra el Trofeo Zamora pues encaja sólo 26 goles en 40 partidos: y Jonathan Sesma es el máximo goleador con 14 goles.

La temporada 2005/06 se reactivan las sensaciones de la gloria vivida, pero el equipo no se refuerza lo suficiente y desde el principio muestra muchas carencias para el nivel de la categoría. El Consejo presidido por Antonio Muñoz, que ha llevado al equipo de Segunda “B” a Primera, mantiene a Víctor Espárrago en el banquillo. El gran fichaje de la temporada es el mediapunta argentino Lucas Lobos, incorporado en enero de 2006, pero su aportación no será suficiente para evitar el descenso. Otra decepción, con nombre propio, es el joven paraguayo Acuña, la joven promesa sudamericana, que no pudo ser alineado por cuestiones administrativas por ser menor de edad.

CAÍDA AL INFIERNO (2006-2008)

De vuelta a Segunda, todas las aspiraciones pasan por volver a ascender en la 2006/07. Sorprendentemente, Oli, el héroe de Chapín, pasa de jugador a entrenador y se le encomiendan las riendas del equipo. Los resultados no serán buenos y tras perder en El Molinón con un partido estrambótico (5 a 4), Jose González le sustituye en el banquillo. El trabajo de Jose es bueno y el equipo acaba en una honrosa quinta posición. Acuña puede jugar por fin, pero su rendimiento no será el previsto.

La 2007/08 se afronta con renovadas aspiraciones de ascenso. Nada más lejos de la realidad, pues las cuestiones extradeportivas llevan al descenso. Otra vez a Segunda “B”. Antonio Muñoz, presionado por buena parte de la afición para que venda el paquete accionarial y se vaya, accede y traspasa la sociedad al empresario Arturo Baldasano, que se presenta como el gran salvador. Con él llegan el prestigioso entrenador Vicente Del Bosque, para asumir la dirección deportiva y Mariano García Remón, como entrenador. También llegan una serie de jugadores que ampliaron gravosamente la nómina cadista: Contreras, Yago Yao, Parri, Dani, Gastón Casas, Gustavo López, etc. Cuando la nave se va a pique, Baldasano abandona el barco y tiene que volver Antonio Muñoz para retomar el rumbo en lo institucional, aunque no será suficiente para evitar el desastre del descenso.

El final no puede ser más trágico. El Cádiz CF necesita ganar en la última jornada, en Alicante frente al Hércules CF. El partido llega al último minuto con empate a uno y el Cádiz CF volcado en busca del gol, cuando se señala un penalti a favor. Es un lanzamiento a vida o muerte. La responsabilidad la asume el especialista Abraham Paz. El disparo se estrella en el poste, rebota en la espalda del portero y sale fuera. Se acabó. El Cádiz CF vuelve al pozo de la Segunda “B”. Con el ascenso de 2003 parecía que se cerraba una historia trágica en la tercera categoría nacional, pero se tropieza con la misma piedra.

ENTRE SEGUNDA Y SEGUNDA B (2008-2010)

Con la vuelta al infierno y el Club en continuo estado de venta, se teme lo peor. Pero esta vez la caída se remedía con un ascenso instantáneo. Se implanta un nuevo sistema de competición que favorece a los campeones de los cuatro grupos de Segunda “B”, que podrán ascender salvando una eliminatoria particular entre ellos. Si no lo logran, tendrán una segunda oportunidad integrándose en las eliminatorias de ascenso. El Cádiz CF, con Javi Gracia como entrenador, se propone ser campeón para subir por la vía rápida, y lo será. La clave es la conjunción entre los históricos que siguen en la plantilla, como Raúl López, Fleurquin o Enrique y los nuevos, entre los que destaca Toedtli, que será el máximo goleador con 17 tantos.

Los amarillos se proclaman campeones del grupo IV, y para ascender directamente se enfrenta en eliminatoria al campeón del grupo I, el Real Unión de Irún. En el partido de ida en Carranza, se vence con un gol de Toedtli de cabeza a pase de Enrique. El partido en Irún, el 24 de mayo de 2009, es de una tensión frenética hasta el final, pero finaliza sin goles. La alineación en Irún es: Casilla; Cristián, Mansilla, Dani Fragoso, Cifuentes; Fleurquin, Ormazábal; Enrique (Fran Cortés), Carlos Caballero (Erice), López Silva; y Toedtli. El Cádiz CF, con muchos aficionados cadistas en las gradas del Stadium Gal, celebra el retorno a Segunda, con manteo al presidente Antonio Muñoz en el propio césped. Los dos equipos campeones de grupo que consiguen el ascenso en la primera eliminatoria, Cádiz CF y FC Cartagena se enfrentan en otra eliminatoria para determinar al ganador absoluto de Segunda “B”, siendo la primera vez que se otorga dicho galardón. El Cádiz CF se proclama Campeón tras ganar por 1 a 2 en Cartagena y empatar a uno en Cádiz.

Esta vez ha sido un mal trago rápido y se espera no volver a caer al infierno, pues nunca se sabe. Pero no hay dos sin tres. La temporada 2009/2010, la de la celebración del Centenario, es un desastre. Javi Gracia es destituido mediada la temporada y suplido por Víctor Espárrago, pero el uruguayo no podrá hacer nada por evitar el descenso. El Club lleva tiempo trabajando en los actos del Centenario (1910 – 2010), coordinado por Juan Manuel Camacho como director de operaciones y la colaboración de una Comisión de Historia creada para la ocasión y que después perdurará como Área de Historia del Cádiz CF, formada por Francisco Rodríguez, Juan Antonio Lebrero, Juan Sevilla y Manuel Granado.

OTRA ETERNIDAD EN SEGUNDA B (2010-2016)

El Club sigue siendo un hervidero de conspiraciones en lo institucional y la afición ya comienza a desconectar de tanta polémica, de ventas, de compras, de denuncias y de juzgados. Finalmente, en el verano de 2010 se entra en “Concurso Voluntario de Acreedores” para salvar, una vez más, al Club, pues los problemas económicos son muy graves. La precariedad económica y el control concursal hacen que la inversión en fortalecer la plantilla sea mínima. El Cádiz CF pasará otro calvario de seis eternas temporadas en el desierto de Segunda “B”. Durante estas seis temporadas se alcanzarán cinco fases de ascenso, de las que se pierden cuatro:

En la 2010/11 comienza Vidakovic como entrenador, pero es relevado en la jornada 17º por Jose González. Se consigue alcanzar a duras penas la cuarta posición y jugar las eliminatorias de ascenso, pero cae a las primera de cambio frente al CD Mirandés de forma dramática, pues tras vencer en la ida en Carranza por 2 a 0, llega en Anduva al minuto 85 perdiendo por 2 a 1. El equipo local necesitaba dos goles y dos goles que hizo para el 4 a 2 final.

En la 2011/12, con la continuidad de José González, hay movimiento institucional, pues Antonio Muñoz llega a un acuerdo con el empresario Enrique Pina para que éste gestione la parcela deportiva. Llegan varios jugadores de la órbita deportiva de Pina. El equipo se proclama campeón del Grupo IV, y como tal juega la eliminatoria de ascenso directo frente a otro campeón, en este caso el Real Madrid Castilla. El filial blanco se muestra muy superior y se lleva la eliminatoria con pasmosa claridad, 0 a 3 en Carranza y 5 a 1 en el Alfredo Di Stéfano. El Cádiz CF se incorpora entonces a las eliminatorias entre los segundos, terceros y cuarto, que ya han jugado una. Con doble empate a cero elimina al Albacete Balompié en la tanda de penaltis; y en la última y definitiva eliminatoria se enfrenta al CD Lugo. En la ida, en tierras gallegas, cae por un preocupante 3 a 1, pero en Carranza se iguala el marcador. Tras una prórroga sin goles se llega otra vez a la suerte de los penaltis, pero esta vez con resultado negativo para las huestes amarillas.

La 2012/13 será recordada como una de las más caóticas de nuestra historia. Cuando se esperaba el traspaso de las acciones de Muñoz a Pina, éste sorprende con la venta de su paquete accionarial, que supone el 51% del total a la sociedad “Sinergy”, cuyo mánager general es Alessandro Gaucci, que nombra presidente a Florentino Manzano. Con la salida de Pina se marchan todos sus jugadores, quedando sólo tres en la plantilla: Aulestia, Moke y Dieguito. La temporada es un desastre y tras pasar hasta tres entrenadores, Monteagudo, Ramón Blanco y Agné, se llega a las últimas jornadas con la agonía de descender a Tercera. Una victoria en Sanlúcar por 0 a 3 en la penúltima jornada asegura la permanencia.

La 2013/14 vuelve a estar marcada por la inestabilidad institucional. Por falta de cumplimiento de contrato de “Sinergy”, las acciones vuelven a Muñoz y se determina su salida a subasta pública, donde son adjudicadas a la sociedad “Locos por el Balón”. En lo deportivo, que pasa, desgraciadamente, a un segundo plano, se comienza con la continuidad de Agné, aunque los malos resultados hacen que sea relevado en el último tramo de temporada por el excadista Antonio Calderón. Se acaba cuarto, pero se vuelve a caer en la primera eliminatoria, esta vez ante CE L´Hospitalet, empatando a cero en la ida en Carranza y perdiendo en el Feixa Llarga de Hospitalet por 2 a 1, pese a adelantarse el Cádiz CF en el marcador en el minuto 77, pero encajando en el 86 y en el 92.

En la temporada 2014/15 se repite la desgracia deportiva, pero, al menos, se consigue la estabilidad institucional con el final del Concurso de Acreedores, el afianzamiento de “Locos por el Balón” y la llegada de Manuel Vizcaíno a la presidencia. Se confía en la continuidad de Calderón en el banquillo, pero la irregular marcha del equipo hace que le reemplace Claudio Barragán. Se produce la reacción del equipo y la revitalización de los ánimos en la afición. El equipo acaba Campeón del grupo y como tal se mide por el ascenso al Real Oviedo. No puede ser, se empata a uno en Oviedo, pero se pierde por la mínima en Cádiz. En el enganche, se elimina al Hércules CF por el doble valor de los goles fuera de casa (2 a 1 en Alicante y 1 a 0 en Cádiz); pero en la última eliminatoria se cae penosamente ante el Bilbao Athletic, tras un patético partido de ida en San Mamés, cayendo por 2 a 0, y gracias; y empatar a uno en la vuelta en Cádiz.

SALIDA DEFINITIVA DEL POZO DE SEGUNDA B (2015/16) 

Bajo el lema “La ilusión, ni tocarla”, arranca la temporada 2015/16 con la consolidación en la presidencia de Manuel Vizcaíno y con Claudio Barragán en el banquillo. Ahora, afortunadamente, parece que todo se centra en lo deportivo y la afición vuelve a estar enganchada como en los mejores tiempos. Llegan muchos y buenos jugadores, algunos de los cuales marcarán una época en el Club, como el portero Cifuentes, Álvaro García, Salvi Sánchez o el veterano Dani Güiza, cuya llegada resulta bastante polémica por algunas declaraciones hechas en el pasado. El delantero internacional sanluqueño no tardará mucho en cerrar las polémicas, marcando a los 30 segundos de su estreno en Carranza en la segunda jornada de Liga. Su entrega, profesionalidad, compromiso y goles (12) serán uno de los puntales del ascenso.

Sin embargo, la trayectoria del equipo es irregular, haciendo la goma con los puestos de ascenso. A falta de cuatro jornadas se produce la destitución de Barragán y la llegada de Álvaro Cervera. En esos cuatro partidos finales parece que nada cambia, pero el entrenador está analizando al equipo para afrontar las eliminatorias de ascenso con garantías. El equipo finaliza cuarto, por lo que deberá superar tres eliminatorias para ascender, algo que nunca se ha conseguido.

Al llegar a la fase de eliminatorias, Álvaro Cervera, que pasa a ser conocido popularmente como “el Gafa”, cambia radicalmente la mentalidad del equipo, tanto anímica como táctica. Apuesta por asegurar la defensa, no cometer errores, no arriesgar en los pases, y ahogar las líneas de pase del rival, aunque para ello se haga un juego poco vistoso y hasta mal visto por los talibanes del “Tiki – Taka”. Desde esas premisas defensivas hay que aprovechar los errores del contrario y el robo de balón para salir con mucha velocidad por banda, aprovechando a los dos extremos, Salvi Sánchez por la derecha y Álvaro García por la izquierda.

Al haber quedado cuarto, en todas las eliminatorias deberá afrontar la vuelta como visitante. En la primera se enfrenta al Racing de Ferrol, pasando tras empatar a cero en Cádiz y ganar en El Ferrol por 1 a 2, con goles de Álvaro y Salvi. El siguiente escollo es el histórico Racing de Santander, al que se vence en ambos partidos por la mínima, goles de David Sánchez de penalti en Carranza y de Álvaro en El Sardinero. La eliminatoria definitiva es ante otro histórico del fútbol español, el Hércules CF, uno de los equipos más potentes de la categoría. La eliminatoria es tremendamente igualada, con el Cádiz CF cediendo la iniciativa del juego a su rival para, desde la seguridad defensiva, robarle y hacerle daño en la contra. El partido de ida en Carranza se resuelve a falta de cinco minutos con un sensacional lanzamiento de falta de Carlos Calvo, en el que puede considerarse el “Gol del Ascenso”. Años después Carlos Calvo se consagraría como uno de los mejores jugadores de “Foot Golf” de España, destacando en la selección española.  La vuelta en Alicante, el 26 de junio de 2016, con más de tres mil cadistas en las gradas, se resuelve también a favor de los cadistas, con un gol de Dani Güiza a los 18 minutos. Este gol da tranquilidad para el resto del partido, provoca la ansiedad en el cuadro herculano y aseguraría el ascenso. Tras seis años en Segunda “B”, el Cádiz CF, por tercera vez, sale de tan amargo pozo. El Cádiz CF juega en Alicante con: Cifuentes; Juanjo, Migue, Aridane, Servando; David Sánchez, Mantecón; Salvi, Fran Machado, Álvaro; y Güiza. En la segunda mitad entrarán Nana, Lolo Pla y Despotovic.

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CRECIENDO CON CERVERA Y VIZCAÍNO (2016-2019)

Buena parte del éxito del equipo en esta etapa se cimienta en el tándem Cervera – Vizcaíno, en el equilibrio entre la parcela deportiva y la institucional, así como el crecimiento de la entidad en todos los sentidos, tanto empresarial, como organizativo, como estructural, donde juega un papel de especial relevancia la figura de Pepe Mata, al que Vizcaíno recupera para el cadismo.

Manteniendo la misma filosofía de juego que se forjó para el ascenso, el equipo se hace fuerte en Segunda. Es una categoría muy igualada y de un grandísimo nivel, por lo que asegurar la permanencia es siempre el primer objetivo. Pero el equipo siempre irá más allá.

En el retorno a Segunda en la temporada 2016/17, pese a un comienzo dubitativo, el equipo se afianza en la zona alta, con aspiraciones siempre de ascenso. Los dos primeros ascienden directamente y los cuatro siguientes se enfrentan en eliminatorias entre sí para una tercera plaza. La temporada resulta magnífica, pues no sólo se consigue la permanencia de forma solvente, sino que se acaba en quinta posición, accediendo a las eliminatorias de ascenso, donde se cae ante el CD Tenerife tras ganar 1 a 0 (gol de Aketxe) en la ida y perder por idéntico resultado en la vuelta. La mejor clasificación en la Liga regular del conjunto chicharrero favorece su clasificación.

Las dos temporadas siguientes, 2017/18 y 2018/19 son muy parecidas. Sin olvidar el objetivo inicial de los 50 puntos que garantizan la permanencia, pues, por nada del mundo se puede volver a tropezar con la piedra de la Segunda “B”, el equipo responde en el campo, aunque la buena temporada anterior hace que desde muchos sectores se pida algo más, cuando conseguir lo mismo ya resulta tremendamente meritorio. El equipo llega al final con opciones de meterse entre los cuatro primeros, pero las temporadas se les hace largas y en los últimos y decisivos partidos pierde fuelle. No se alcanza el ascenso, pero las expectativas son muy buenas y lo más positivo es que la situación estructural del Club es, sin duda, la mejor de toda su historia. En lo deportivo se asientan las bases para el ascenso, con jugadores determinantes como el veterano Cifuentes, Álex Fernández, Álvaro García (que será traspasado al Rayo Vallecano en Primera) Garrido, José Mari, Manu Vallejo (que será traspasado al Valencia CF), Marcos Mauro, Perea, Salvi Sánchez o Servando, que se retira a poco de comenzar la temporada 2018/19. Posteriormente se incorporan otros estandartes de esta época, como el “Titán” Fali o “Pacha” Espino.

La temporada 2018/19 adquiere mayor relevancia por el ascenso histórico del Cádiz CF “B” a Segunda División “B”, aquella en la que no hace mucho estaba el primer equipo.

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EL CÁDIZ EN PRIMERA (2019-2020)

La temporada 2019/20 es muy especial, no sólo por el histórico ascenso a Primera, sino por las circunstancias que la rodean. El otro factor que la marca es la pandemia por COVID-19 y la paralización de las competiciones durante más de tres meses, de marzo a junio. La reanudación se realiza sin público en las gradas. Todo es muy extraño.

La plantilla se refuerza con hombres importantes, como Akapo, Cala, Iza Cacelén, o “Choco” Lozano. En el mercado de invierno se esperan más refuerzos para apostar firmemente por el ascenso, para lo cual se hace una gran inversión económica, aunque ninguno aportará gran cosa. El gran aval del Cádiz CF es su técnico Álvaro Cervera, el Gafa, que se convierte en el gran abanderado de un estilo de fútbol, aguerrido, seguro y priorizando el carácter defensivo para a partir de ahí, ganar los partidos. En fútbol no gana quien tiene más posesión de balón o quien más ataca, sino quien marca más goles.

El Cádiz CF asciende a Primera en la que, posiblemente, sea la Segunda División más potente y competida de la historia. Cualquier cosa puede pasar, por la gran igualdad de los equipos, pero desde el principio de temporada el Cádiz CF se mantiene muy fuerte, estando desde la primera a la última jornada en puesto de ascenso directo, todo un hito en la competición. Finalmente ascenderá como segundo clasificado, junto a la SD Huesca. El ascenso matemático se consuma dos jornadas antes del final, pese a perder en Carranza por 0 a 1 ante el Fuenlabrada CF, pues se ve favorecido por la derrota del Real Zaragoza ante el Real Oviedo por 2 a 4. La afición cadista vive este partido con toda la intensidad, pero sin aglomeraciones, por cuestiones de seguridad por la pandemia. La celebración tampoco tiene nada que ver con las habituales, pues la situación ha mejorado, pero sigue siendo de enorme gravedad.

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CRECER SIN MIRAR ATRÁS (2020-2024)

El fútbol mundial está de enhorabuena: el Cádiz CF regresa a Primera, donde tiene que estar.

Han pasado catorce años desde la última vez que el Cádiz CF disfrutó de la gloria de Primera División. Y de esos catorce, la mitad han sido en Segunda “B”. El regreso a la máxima categoría es recibido como una bendición, pero con la desgracia de no poder vivirlo desde las gradas debido a la pandemia por COVID-19.

El equipo se refuerza con la llegada de muchos jugadores, pero sólo algunos aportarán algo: el portero argentino Ledesma, el centrocampista danés Jonsson y el fichaje estrella, el internacional español Álvaro Negredo. También será importante la llegada en el mercado invernal de Sobrino, cedido por el Valencia CF.

La temporada 2020/21 no comienza bien, perdiendo en Carranza por 0 a 2 ante CA Osasuna. Como local se sigue pinchando, pues no se gana hasta la jornada 12º, eso sí, una victoria sonada ante el FC Barcelona; pero como visitante se consigue la victoria en las cuatro primeras salidas: en Huesca por 0 a 2; en Bilbao, en el mítico San Mamés, por 0 a 1 con nueve jugadores; al Real Madrid por 0 a 1, con gol del Choco Lozano en Valdebebas, pues el Bernabéu está en obras; y en Eibar, otro rival directo, como la SD Huesca, por la permanencia, también por 0 a 2. Con la filosofía de juego del Gafa llevada a la excelencia, el Cádiz CF se hace respetar, deja de ser el equipo simpaticote al que todos vencen, se hace desagradable en su juego, rocoso, áspero y duro de pelar. La mencionada primera victoria en Carranza es ante el FC Barcelona por 2 a 1, goles de Álvaro Giménez y Negredo.

En el inicio de la segunda vuelta se sufren cuatro serias derrotas consecutivas, ante Sevilla FC, Atlético de Madrid, Real Sociedad y Athletic Club, encajando la friolera de 15 goles y anotando tres. Un empate a uno en el Campo Nou, con goles de Messi y Álex Fernández de sendos penaltis, da algo de respiro. La victoria frente a la SD Eibar, con gol de Negredo, en la jornada 26º resulta trascendental, pero más determinantes aún son las conseguidas dos jornadas después ante el Valencia CF por 2 a 1, con goles de los centrales Cala y Marcos Mauro; y en Getafe con un gol en propia puerta. La victoria en Granada, a falta de cuatro jornadas para el final, con gol de Sobrino, supone la permanencia virtual. Para asegurarla matemáticamente se gana en la jornada siguiente en Cádiz a la SD Huesca por 2 a 1, con goles de Marcos Mauro y otro en propia puerta. El Cádiz finaliza en 12ª posición, la mejor de toda la historia, igualando aquella temporada 1987/88 con Víctor Espárrago en el banquillo y Manuel Irigoyen en la presidencia.

La temporada siguiente, la 2021/22, supone el regreso de la afición a las gradas, donde el cadismo podrá volver a disfrutar de su equipo en la máxima categoría nacional. Será en el mismo estadio, pero no en 'Carranza', nunca más 'Ramón de Carranza', pues en aplicación de la Ley se determina el cambio de nombre, pasando a llamarse 'Nuevo Mirandilla', en reconocimiento al pasado histórico del club.

Debe ser una temporada de afianzamiento, pero resulta mucho más complicada, pues ya no es tan fácil sorprender al rival. El Cádiz CF, su técnico Álvaro Cervera y su estilo y forma de juego han cubierto muchas páginas de periódicos y muchas horas de televisión. Está más que estudiado y los rivales encuentran diferentes formas de hacerle daño. De hecho, y tras una dolorosa derrota en El Sadar ante Osasuna, el club toma la determinación de despedir al técnico amarillo y contratar, para reconducir la situación, a Sergio González, cuyo último club había sido el Real Valladolid.

Pronto comienza a verse mejorías en el juego y, si bien el técnico catalán empata en su primer partido, en el primer choque a domicilio consigue doblegar al Levante en el Ciutat de Valencia y, a final de temporada, salvar la categoría con un agónico triunfo en Vitoria que se resolvió con un solitario tanto de Choco Lozano. Aquel día, además, el equipo amarillo dependía de que Granada o Mallorca no ganaran sus partidos ante Espanyol y Osasuna, respectivamente. Finalmente, y gracias al empate del cuadro nazarí, el Cádiz CF salvó su lugar en la máxima categoría.

En la siguiente temporada, la 2022/23, Sergio González vuelve a dirigir la nave amarilla, que de nuevo volvió a cumplir con el objetivo marcado a principios de curso y salvar la categoría, logrando una permanencia que, si bien se fraguó, de nuevo, en la última jornada, fue menos sufrida que en la campaña anterior y redondeada con un empate en el Martínez Valero ante un Elche ya descendido.

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DESCENSO A SEGUNDA DIVISIÓN (2023/24)

En la siguiente temporada, y tras cuatro campañas consecutivas en la máxima categoría del fútbol español, el cuadro dirigido por Sergio González sufrió más de lo previsto y los Darwin Machís, Robert Navarro, Maxi Gómez y compañía entraron en una mala dinámica a pesar de comenzar de una manera inmejorable el curso con siete puntos de 12 posibles. Tanto es así que, a los mandos del entrenador barcelonés, el equipo acumuló 23 encuentros consecutivos sin conocer la victoria.

Todo ello redundó en la destitución del técnico cadista, que fue suplido por el argentino Mauricio Pellegrino. El exentrenador del Deportivo Alavés, sin embargo, no consiguió reconducir la situación y, ante la UD Las Palmas, el Cádiz CF certificaba su descenso a LALIGA Hypermotion y consumaba su regreso a la categoría de plata.