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Vuelve el Nástic a Carranza

Seguro que muchos vivirán el partido del domingo con cierta nostalgia en el cuerpo. Y es que aquel partido tenía mucho significado en Cádiz cuando se produjo. Después de haber casi encargado el traje de madera para el club, que

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Seguro que muchos vivirán el partido del domingo con cierta nostalgia en el cuerpo. Y es que aquel partido tenía mucho significado en Cádiz cuando se produjo. Después de haber casi encargado el traje de madera para el club, que estuvo agonizando durante muchos meses, parecía un sueño el poder esa misma temporada, dejar atrás por fin el pozo de la Segunda B, y resurgir cual Ave Fénix, comenzando otra etapa dorada en el club. Aunque en el camino a conseguir ese milagro había un último obstáculo, el Nastic de Tarragona. Ya antes del sorteo Orúe mencionó el nombre de los catalanes, a los que no quería en el mismo grupo. Aunque lo cierto es que el Cádiz fue víctima de sus propios errores. Aquella plantilla se hizo rápido, sin planificación, y tirando de la cantera pues ningún profesional iba a venir al Cádiz para no cobrar. En absoluto se pensaba en el ascenso en septiembre, pero se ve que los problemas hicieron que el vestuario fuera una piña, y el rendimiento fue mucho mayor del esperado. En el primer partido de liguilla, cuando había que templar los nervios, salieron a relucir las carencias cadistas. Los amarillos salieron temblorosos, en la primera jugada tuvieron que frenar a Castillejo en falta, y el delantero la clavó por la escuadra. A partir de ahí, todo es historia conocida por la hinchada. Mucho se habló de errores arbitrales y de favoritismo (errores arbitrales está claro que hubo, pero de ahí a que fueran intencionados hay mucho), pero lo cierto es que el Nastic se limitó a hacer lo que habríamos hecho cualquier equipo, y que como va dicho, aquel Cádiz estaba dando un rendimiento por encima de sus posiblidades. Si hubiera atado mejor el partido de Tarragona o no hubiera fallado ocasiones tan clamorosas como las que tuvo en el campo del Amurrio, el resultado habría sido distinto.

Por tanto, resulta absurdo pensar que los granas nos robaron nada aquella temporada. Eso no debe ser óbice para que se haya creado una especial rivalidad con los de Tarragona, pero que no debe pasar de lo meramente futbolístico. Muy pocos protagonistas quedan en ambos bandos de aquel enfrentamiento (Armando, Paz y Velázquez en el Cádiz, por Codina y Serrano en el Nastic) y las circunstancias ahora son totalmente distintas. Ahora estamos en la Liga Profesional, los puntos se ganan de tres en tres, y no hay play-offs a cara o cruz, al final cada uno está donde le corresponde según lo que vaya haciendo cada semana. Es por esto que hay tomar cada partido de forma individual, y este es el que viene ahora, nada más. El encuentro debe tomarse como una fiesta, ya que el reencuentro es en liga regular, y el que salga derrotado no sufrirá tan graves consecuencias.

No obstante, esta fiesta se verá empañada por el triste acontecimiento de ayer, que eclipsa sin duda el hecho deportivo. Fredi atropelló a un hombre en el puente Carranza, que lamentablemente falleció más tarde. Evidentemente, el asturiano causará baja en la convocatoria. Esta estará formada por los siguientes hombres: Armando, Navas, Velázquez, Varela, Paz, De La Cuesta, De Quintana, Raúl López, Bezares, Suárez, Fleurquin, Manolo Pérez, Dani Navarrete, Enrique, Sesma, Oli, Mirosalvjevic y por primera vez en la temporada, De Gomar, que deja fuera a Mario. Pavoni se queda fuera por su sanción, y Armada continúa recuperándose de su lesión. Espárrago repetirá el mismo once inicial que consiguió la victoria en Almería.

Por su parte, Luis Cesar Sampedro, que dio ayer la lista de los jugadores que han viajado hoy hasta Cádiz, volando de Barcelona a Jerez, para luego completar el trayecto en autocar. El entrenador gallego del Nástic ha incluido dos novedades con respecto a la convocatoria de la semana pasada, incluyendo a David Cuéllar, recuperado de su lesión, y a Alfonso Vera, desplazando a Moreno y Carrión, que se quedarán en Tarragona. Con total seguridad saltarán al campo los mismos once que lo hicieron la semana pasada ante el Racing de Ferrol: Felip, Ibon Begoña, Lusarreta, Tortolero, David García, Buades, Serrano, Iván Ania, Diego Torres, Codina y Bolo. El juego de los granas es muy simple: línea de cuatro defensas, dos mediocentros: uno que destruye (Serrano) y otro que construye (Buades), aunque a la hora de la verdad el equipo se limita a lanzar balones altos a Bolo. El exdelantero del Rayo aprovecha su tremenda corpulencia para bajarlos a Codina, Diego Torres e Iván Ania, que entran desde segunda línea.

El encuentro será arbitrado por el conocido Martínez Franco, del colegio murciano. Esperemos que su actuación mejore con mucho lo ofrecido por él la temporada pasada, cuando dirigió el Cádiz-Xerez.

El encuentro dará comienzo a las 19 horas, y habrá lleno absoluto en Carranza.