Quevedo, que normalmente actúa como mediocentro o interior diestro, e incluso de central alguna vez, y que cumplió 34 años el pasado 1 de junio, pasó por todos los escalafones inferiores del club, hasta llegar al primer equipo. Tras el descenso a Segunda en la temporada 93/94, se fue con Kiko al Atlético de Madrid, donde no gozó de muchas oportunidades. Posteriormente ha jugado, en distintas etapas, en el Sevilla y en el Rayo Vallecano, en el que llevaba dos temporadas consecutivas.
Ahora, el que fuera uno de los estandartes de la fantástica cantera del club amarillo vuelve a su casa, donde seguramente se retirará del fútbol en activo, para poner su granito de arena al proyecto de asentamiento del Cádiz en Segunda División.
