Finalizando el siglo XX, el Cádiz CF realiza la contratación de Darko Ljubojevic, un jugador bosnio que llega con la vitola de gran estrella, pero tras una esperpéntica y truculenta historia, finalmente su fichaje `estrella´ pasó a ser un fichaje `estrellado´.
En el mes de junio del año 1999, se anunciaba a `bombo y platillo´ en la prensa local gaditana la llegada de una auténtica estrella futbolística a la entidad cadista de cara a la inminente temporada 1999/2000. Se trataba del balcánico Darko Ljubojevic, natural de Banja Luka, Bosnia-Herzegovina. Jugador del centro del campo, de tendencia ofensiva y de gran poderío físico. Llegaba procedente del Estrella Roja de Belgrado, habiendo jugado dos años atrás en el CD Ourense.
El jugador había sido internacional sub/21 por Serbia y desde la prensa gallega se apuntaba de que se trataba de un magnífico jugador, con una depurada técnica y muy práctico en el juego colectivo, además de ser un gran profesional. El bosnio tenía una oferta del Standard de Lieja y otra de un equipo holandés, pero el jugador quería venir al Cádiz CF pese a estar en Segunda División B debido a la gran amistad que le unía con el entonces consejero delegado y director general de la entidad amarilla, el abogado gallego Fran Canal.
El Estrella Roja no quería desprenderse del mismo, pero ante la petición del jugador de querer marcharse al fútbol hispano, los dirigentes pusieron precio y el llamado Grupo ADA, propietario del club amarillo en aquella época, dieron el visto bueno para que se llevara a cabo la operación. La entidad cadista llega a pagar por los derechos del jugador la importante cifra de 60 millones de pesetas. La cláusula de rescisión se eleva a la increíble cifra de dos mil millones de pesetas.
El presidente cadista, Rafael Mateo, afirmaba en las páginas de Diario de Cádiz: “Nos han dicho que es un grandísimo jugador. Fran lo conoce, tras su paso por el Orense, y eso ha sido determinante a la hora de ficharlo”. La afición amarilla tenía depositada sobre él buena parte de sus ilusiones de ascenso, en el que era sexto asalto a la Segunda División. Solo había que esperar que se solucionaran los trámites para obtener el pasaporte comunitario y por supuesto, que el jugador respondiera sobre el terreno de juego a las grandes expectativas que se habían creado en torno a su figura. En agosto disputa minutos de un partido amistoso celebrado en Carranza frente al Fluminense FC en el cual confirma que de sus botas brota mucha calidad.
Comienza la temporada y no se consigue la documentación necesaria para la obtención del pasaporte portugués. Se cambia la estrategia y tras arduas gestiones y mucho trabajo administrativo el jugador firma todos los documentos necesarios para obtener en este caso la nacionalidad española y de este modo poder jugar como futbolista comunitario.
Cuando todo está a punto se precisa un certificado internacional de buena conducta, pero la Interpol declara al jugador como criminal de guerra debido a un error provocado por el desastre generalizado que se vive en Yugoslavia tras su guerra civil. Todo esto hace que los trámites se dilaten más de lo esperado inicialmente, haciendo que la federación española de por agotadas todas las moratorias posibles, emplazando al club al mercado de invierno.
Los dirigentes del grupo ADA, en una búsqueda desesperada por encontrar una solución al problema, intentan obtener la nacionalización casando en un pueblo de Logroño al jugador con una mujer que le doblaba la edad y con antecedentes por robo con violencia, pero el Ministerio de Justicia, al entender que hay demasiadas irregularidades en dicho matrimonio, le deniega la nacionalización.
Por si todo esto fuera poco, le caduca el permiso de residencia, por lo que su estancia en España resulta ilegal. Y para colmo, debido a la fuerte radiación solar del sur de España se le ocasiona una afección en la piel y además le surge también un problema en una uña del pie.
Darko Ljubojevic finalmente no llegará a disputar ningún partido oficial con la elástica del Cádiz CF, convirtiéndose en uno de los grandes fiascos de toda la historia del equipo amarillo.
APUNTES HISTÓRICOS_ por Juan Sevilla, Área de Historia Cádiz CF