Era una tarde cargada de sensaciones. El Cádiz llegaba a Carranza tras superar al Córdoba en una vibrante eliminatoria copera, a un solo partido, en el Nuevo Arcángel por 2 a 3 y los seguidores cadistas estaban llamados a enseñar sus bufandas cuando los jugadores saltaran al terreno de juego. Lo hicieron, y de qué manera, ya que el número de bufandas que se elevaron al cielo fue sensiblemente superior al habitual.
Pero la afición cadista demostró, una vez más, que está a la altura de cualquier circunstancia, ya que no todo eran alegrías. La semana pasada se hundía el ‘Nuevo Pepita Aurora’ llevando la tragedia a Barbate. Los jugadores lucieron camisetas diseñadas para la ocasión y antes de comenzar el choque se guardó un respetuoso y emotivo minuto de silencio.
Por otro lado, seguía vivo el recuerdo por Antonio Puerta. El malogrado futbolista del Sevilla Fútbol Club ha recibido un merecido homenaje en todos los campos de la geografía española y, como no podía ser menos, el Ramón de Carranza también le tributó el suyo. En el minuto 16 los videomarcadores cambiaron la imagen del resultado por una en la que se veía al jugador besando su anillo. El coliseo amarillo enmudeció durante esos emotivos sesenta segundos y al finalizar ofreció una sonora ovación en memoria del jugador.
El colofón llegaba en el último tramo del partido. El Cádiz vencía al Salamanca por la mínima, gracias a un gol anotado por Gastón Casas en el minuto 12 de partido, y los miles de cadistas que poblaban las gradas se propusieron animar cuando más falta le hacía al conjunto para que los puntos se quedasen en casa. Dicho y hecho, durante quince minutos los seguidores cantaron y apoyaron a nuestros jugadores y el equipo sumó tres nuevos puntos y la segunda victoria de la temporada.
Por todo ello, el Cádiz Club de Fútbol agradece a la afición el comportamiento mostrado el pasado domingo y la respuesta que dio a los actos programados.
