Estar en Cádiz
Esencial para mí. Estás y no lo crees. Es algo demasiado para mí. Mi manera de sentirlo, cómo quiero disfrutarlo, cómo lo quiero pasar. Es algo muy difícil de decir con palabras, se me hace complicado poderlo explicar porque es algo grandioso para mí. Siempre podré agradecer estar aquí en Cádiz. Ojalá podamos mantenerlo todo en la mejor situación, con el mejor sentimiento para el Cádiz Club de Fútbol. Intentaré dar lo mejor de mí para con el prójimo como siempre he hecho.
Cádiz, un paraíso donde Mágico fue más Mágico
Pienso que ha sido una cosa de Dios. Ha sido algo divino para mí. Quieras o no, ha venido a hacer una función en la cual aun con mi edad, después de tanto tiempo, sigo agradeciendo a Cádiz Club de Fútbol. Sigo queriendo, disfrutando, anhelando y hasta me siento orgulloso de haber podido estar en Cádiz. La manera de ser del gaditano es especial para mí. Ahí está la unión que ha habido conmigo, con el jugador, con el salvadoreño.
El cariño de Cádiz hacia Mágico
Es la manera de ser y tal vez, en ciertas formas, ha sido mi manera de hacer las cosas. En este caso futbolísticamente hablando. Nunca pretendí mucho de Cádiz, nunca pretendí casi nada, solo tener la oportunidad de que se me dejara jugar para el equipo porque presentía y sentía que era una linda oportunidad para este salvadoreño estar haciendo las cosas para su pequeño país, en este caso El Salvador. Por ahí también ha venido lo lindo, lo especial. Cómo Cádiz sigue queriéndome decir algo. Cádiz sigue tratándome bien, queriéndome dar algo que siente que no he sabido cobrar, y no, no es así, me siento complacido de haber podido y querido dar lo mejor de mí para Cádiz. Hay un agradecimiento muy grande de mi parte hacia Cádiz, esto es algo de vida, esto es para siempre.
El saque de honor en el estadio
Fue muy fuerte pero algo muy lindo a la vez. No me lo podía creer, además que me detengo mucho en eso. Si uno fue, fue, pasado. En ese caso, la idea de que en un momento dado estuviera cerca de la afición con una fecha tan señalada como el cumpleaños del equipo. Lo vi bastante coherente, que venía bastante al caso. Encima el club vio la idea de que podía hacer un saque ante un gran partido. Me pareció excelente lo de estar en el aniversario del Cádiz Club de Fútbol.
'Operación padre de familia'
Creo que nunca he sabido ser padre, pero uno tiene un corazón que cuando es niño lo tiene de tal manera, de adulto lo evoluciona y cuando eres un señor, uno ya es padre de familia. En este caso, con mi edad de abuelo, tengo hijos jóvenes. Es una manera de que también se incluye en el tema de que es el aniversario del Cádiz, estoy aquí, la foto con el saque de honor. Venir aquí es una “operación padre de familia”. Soy consciente de que ser padre no es sencillo. Hacerlo no es de cualquiera, hay que saber hacerlo, hay que esmerarse, a mí me falla. Me falló este tipo de cosa en el fútbol, así que es “Operación Papá” porque me está dando la oportunidad de sentir lo que se siente de hacer algo por un hijo. Lo vi parte de ser ya viejo.
El Salvador y Cádiz, unidos
Igual de joven no supe ver el fútbol como debía para mis intereses. Veo que el Cádiz tiene la intención de decirme que siempre me merecí más por haber pertenecido a este equipo, siempre he sentido una mano de amigo para con el salvadoreño. No es que esto ayude a El Salvador, sino que lo que pasó en los 80’ era porque en el fondo de mi alma, de mi corazón y mi mente quería estar haciendo por nuestro país. La única manera de hacerlo era jugando al fútbol. Otros salvadoreños como yo hacían sus obligaciones, sus tareas en otros ámbitos. En este caso, a mí me tocó desde el fútbol y siempre tuve esa mentalidad. Querer estar en Cádiz, querer estar en un equipo desde donde pudiera hacer algo por mi país. Quise jugar al fútbol por mi país. He sido como he sido y nadie puede ser como no es, pero aquí estoy ayudando también a mi país de la manera en lo que pueda.
Tras el Mundial de 1982, ¿por qué el Cádiz CF?
Tal vez por cómo es Cádiz, su buen rollo, por ser un sitio ameno, trabajador. Ser serios y a la vez saber llevar las situaciones de la mejor manera posible. La gente bella, encantadora. Siempre encontraba un amigo, siempre me trataron como si fuera parte de su familia. Me involucré de tal manera que me sentía como uno más en la Ciudad, en la familia gaditana. Eso para mí es lo esencial de la función del salvadoreño con el gaditano. Esa relación era muy linda de corazón para con el fútbol.
La culebra macheteada
La bendita culebra macheteada. Es una jugada como la de cualquier otro joven que se ponga a inventar. Es una anécdota larga. En el primer equipo que jugaba era el más menor, pero la mayoría era joven. Éramos la revolución de un equipo que se llamaba ANTEL de la que salieron muchos futbolistas buenos. Teníamos la tradición o costumbre de llegar antes, éramos poco estudiosos y llegábamos con tiempo. Había balones, tuve la suerte de tener buenos jugadores de compañeros y yo era un niño al lado suya. Se ponían a inventar toques, regates, disparos. Solo eran cosas de circo que se hacían en el sitio, no necesitaban cambio de ritmo. A mí se me ocurrió con Machón, un excelente jugador salvadoreño, mediocentro, fuerte, y me mostraba trucos. Se me ocurrió a mí hacer algo práctico, algo por la banda para coger línea de fondo. La puse a rodar, hice un amague para donde no iba a salir, y en mí existía el instinto del cambio de ritmo para ganarle las espaldas. Se me hizo sencillo. Así fue como nació la famosa culebrilla. Luego la hicimos mucho en El Salvador, era una acertada manera de coger la línea de fondo con la inercia del cambio de ritmo era medio gol porque venía al caso el típico pase de la muerte. Lo hice una cualidad para con mi equipo. Después de eso lo vas perfeccionando. Todo el mundo en la grada esperaba que la hiciera. No tenía mucha idea de lo que estaba haciendo, yo jugaba al fútbol por diversión, me encanta. El fútbol es algo de sangre, pertenezco a una dinastía de futboleros, de futbolistas. Todos mis hermanos jugaron al fútbol.
Pasión por el fútbol
Cuando eres joven piensas diferente y tienes la alegría por el balón, tu cuerpo se alegra por ver un balón. El mariposeo típico del nerviosismo. Cuando sabes que ese mariposeo es una positividad para tu juego. Así tiene más valor lo que quieres hacer. Creo que ese es mi talento. Jugadores de cualquier deporte deben tener talento, pero ahí sentía de aliado a Dios porque sentía ese mariposeo. Yo mismo me decía que me pusiera un fútbol que valga la pena, ponme un estadio lleno. Cuanto más serio y difícil fuera el reto, yo tenía más ayuda de Dios porque me daba alas. No era por ganar cosas, era por alegría y satisfacción a la noble afición, que quieras o no siempre ha sido y será una inspiración para el jugador de fútbol.
Su gol favorito
El favorito siempre digo que es el que no he echado. Mi gol preferido es el que no he metido, el que voy a meter. Es una manera de motivarme. Una manera de positividad con la vida. Es una manera de que si mantienes esa idea, esa filosofía, demuestras que estás vivo. Es una manera de darme coba. Me sirve para disfrutar de la vida. Pensar en futuro y siempre usando el fútbol.
Mejor gol con la camiseta cadista
El gol al Racing no es malo, está bien. El fútbol es como es. En ese partido bien recuerdo que venía roto, físicamente fatal. Estuve inactivo una temporada. Me fui a vivir un tiempo a Estados Unidos con mi abuela, viví una vida que no tenía nada que ver con el deporte. Eso fue en 1986. Me llamó Irigoyen para que me reincorporara al equipo. No había hecho pretemporada ni nada de eso. Esa tarde hubo un hat-trick y uno de los goles fue ese. Fue un gol muy bonito. Recuerdo que el portero me siguió hasta el centro del campo para felicitarme. El gol fue bonito y además en una Primera División. El gol del Barça tiene lo suyo también, me la fui llevando con cambios tontos de ritmo. Quedamos uno a uno en casa, no perdimos ante uno de los grandes. El del Valencia en Mestalla también fue muy bueno. Me tiran dos patadas un poco altas, los pude evitar y a la salida del arquero le anoté de vaselina y sacamos punto en Valencia. El que más me gusta es el que voy a meter.
Pepe Mejías y un equipo que fue su familia
Pepe Mejías es un señor. De entrada. Para empezar es un señor. Dentro y fuera de la cancha. Yo estaba en calidad de extranjero, claro, de recién llegado. Todo nuevo. Vino él y tengo mucho que agradecerle. A Manolito también. A todo el Cádiz que me encontré porque eran lindos compañeros, me encontré un bonito Cádiz. Pepe tiene mucha calidad como persona. Siempre me ayudó. Si me quedaba atrasado, si me veía desorientado siempre me ayudó. Chico Linares, Manolito, Chano, el masajista Rovira, Antonio, Luque, Hugo Vaca, etc. Cuando llegué éramos el matagigantes y había que seguir siéndolo.
Mensaje a Cádiz
No encuentro palabras para explicar lo que siento. Se me juntan el sentimiento y las palabras, me vuelvo loco. Estoy muy agradecido con Dios porque esta fusión exista. Una fusión que si la pensamos no damos por dónde que haya tanto encuentro. Es algo mágico este suceso. No porque al futbolista se le haya llamado así, sino también por esta entrevista misma. Es todo mágico. Tenemos que mantenernos cuidándonos, unidos. Que cuidemos entre todos a nuestro Cádiz. Una manera buena de cuidarlo es mantenernos como una piña. La Primera División es fuerte, pero linda, y es necesario mantener la unión al máximo posible. La noble afición debe estar así siempre. Me pusieron la piel de gallina cuando pude aplaudirles desde el césped. A seguir tratando de dar lo mejor para nuestro Cádiz. Unidos, que no haya fisuras. Estamos con una linda esperanza porque nuestros pulmones han acogido un buen balón valor de oxígeno para afrontar lo que venga.
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