Aún no hay reacciones. ¡Sé el primero!
Salió el Xerez mucho más entonado al campo. El equipo azulino realizaba una presión asfixiante sobre todo el campo, y el Cádiz andaba muy espeso, por lo que pese a gozar de mayor posesión, apenas hilvanaba y carecía de total profundidad. Por su parte el equipo visitante tenía llegadas mucho más peligrosas, gracias a sus recuperaciones en el campo del rival. Avisaba ya Dani Pendín en el minuto 15 con un disparo que obligó a Armando a realizar la primera de las muchas paradas que iba a realizar en el día de hoy.
Rondando el minuto 20 se produjo una jugada que reflejaba muy a las claras lo que estaba ocurriendo sobre el terreno de juego. Lekic recuperaba un balón y encaraba ya a Armando, cuando De Quintana tuvo que trabar al balcánico, que se perfilaba ya para el disparo. La acción bien pudo costarle la expulsión, y en el lanzamiento de falta que siguió a la infracción, Extabe volvió a poner a prueba los reflejos del cancerbero cadista con un disparo centrado pero potente que Armando mandó a córner.
Se alcanzaba el ecuador de la primera parte cuando se vieron los primeros rayos de luz de esperanza para la hinchada que abarrotaba Carranza. Si bien no fue producto de jugadas hilvanadas, al menos los de Espárrago hicieron trabajar a Tete. El primero fue Sesma, que recibió un pase en profundidad de Pavoni, pero el canario tuvo que escorarse demasiado y no tuvo opciones de marcar. Con esta jugada cambió el devenir del choque, que ahora pasó a estar totalmente controlado por los capitalinos.
Era ahora el Deportivo quien corría tras el cuero, y el Cádiz quien lo manejaba tratando de encontrar las mejores opciones. Las intenciones de Enrique Martín se manifestaron ahora claras y nítidas: defender con todos atrás, y esperar que algún desplazamiento en largo fuera cazado por Lekic. El conjunto amarillo empezó a parecerse a sí mismo, aunque faltaba dar el pase final. Al no estar finos los cadistas en esa faceta, tuvieron que ser las faltas lanzadas por Manolo Pérez y Dani Navarrete las que generaran más peligro, aunque sin resultado. Transcurrían los minutos con Armando siendo ahora un espectador más, y con el choque jugándose a una gran intensidad (así lo prueba las muchas tarjetas vistas en el primer acto) pero sin claras ocasiones de perforar la meta contraria.
La segunda mitad comenzó con un ritmo eléctrico. Ambos equipos se echaron hacia arriba, dejando más espacios para el rival. Las oportunidades se multiplicaron, por un lado, Sesma tuvo un disparo alto y cabezazo, mientras que en la otra portería, dos disparos pusieron a prueba los nervios de la parroquia local, aunque afortunadamente Armando detuvo uno y el otro se fue rozando el larguero.
Se cumplía exactamente el minuto 15 de la reanudación cuando se produjo la jugada polémica que decidiría el partido. Centro desde la derecha para Lekic que arranca en fuera de juego, dispara para que despeje Armando y Del Pino, que acababa de entrar, remata en planta. De Quintana, sobre la línea, se interpone entre la portería y el balón, pero el línea entiende que la pelota traspasó por completo la línea (después de verlo varias veces en televisión es más que dudoso que esto sea así), por lo que el 0-1 subió al marcador. Se quedó el Cádiz noqueado, y pudo haber encajado el segundo, que habría sido de la sentencia, si Paz no le hubiera cortado un remate de Katxorro que llevaba toda la pinta de entrar, batido ya Armando.
Ponía toda la carne en el asador Espárrago introduciendo en el campo a Fredi y Mirosalvjevic, aunque la lógica búsqueda del empate por parte de sus pupilos dejaba huecos atrás por los que se colaba el Xerez, con mucho peligro. Camuñas casi finiquita el duelo rozando el minuto 75, su obús desde el vértice del área lo mandó a córner Armando, en otra intervención que demostraba su excepcional estado de forma.
Con el Cádiz volcado y Enrique dejando detalles más que interesantes en sus internadas por la banda, las ocasiones más claras para hacer la igualada las tuvieron Oli y Mirosalvjevic, ambos con la testa. El asturiano estrelló su cabezazo contra el palo, mientras que el serbio remató un poco desviado debido a la rosca que imprimió en su intento por marcar.
Los minutos iban pasando, como un tiro para los locales, y agónicamente para los azulinos. Enrique Martín, fiel a su estilo, realizó las más variopintas acciones hasta que fue expulsado en su primer partido como técnico xerecista. Por desgracia, y aunque el Cádiz lo intentó todo, el pitido final dejaba a los aficionados con un palmo de narices. Más suerte la próxima vez.