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General

La entrevista a Perico protagonizó nuestro boletín

El zurdo nos cuenta anécdotas y experiencias. Se siente querido en Cádiz, “algo muy grande emocionalmente”, explica el jugador.

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- Debuta Primera División con el Málaga muy joven (2003), y era una de las perlas del Málaga. Justo el año (2006/2007) que más juegas, sale del Málaga. ¿Por qué no se asentó?

Jugué en Primera contra el Mallorca siendo juvenil, el entrenador era Peiró. Venía de haber sido el mejor jugador de División de Honor. Jugué los 90’ y de aquel día guardo todo, hasta las medias.
Luego el Málaga entró en la famosa ley concursal, de los primeros equipos que se acogió. Había mucha incertidumbre porque no se sabía bien cómo iba y aunque podía renovar me fui al Castellón y no me arrepiento. Hice allí buenos años, peleando por estar arriba.

- Ha jugado varias veces contra el Cádiz, incluso le marcó en en un 2-0 (2007/08). Está un poco lejano en el tiempo, pero no deja de ser una anécdota.

He jugado varias veces en contra y siempre se me ha dado bien. Con el Salamanca gané en Carranza y en Castellón marqué un gol a Contreras.


- Después de tanto tiempo jugando en Segunda. ¿Le costó dar el paso a Segunda B?

Con el Málaga B había jugado liguilla de ascenso, entonces era juvenil y era un premio. En el Nàstic me costó un poquito, pero todo es acostumbrarse.

- Parece ser que probó suerte en Turquía, pero no llegó a ningún acuerdo. ¿Puede contarnos esa experiencia?

Fue raro, porque me fui confiando en que estaba todo cerrado. Al final no fue así, antes de firmar tuve que jugar un partido en el que marqué un gol. Con los contratos en la mesa estuve unos 20-25 días haciendo una pretemporada en Turquía con un equipo de Azerbaiyán. Es otra cultura, querían cambiar las cantidades, etc. Era un momento complicado y me vine para España.

- En muy poco tiempo se ha ganado a la afición hasta el punto de reclamar su presencia en el once. ¿No le parece llamativo?

Para mí es de las cosas más grandes emocionalmente. Venir aquí después del año del Elche en el que estuve tanto tiempo parado y sentirse querido y que la gente te aclame es un orgullo. Da igual que esté en Segunda B porque es un equipo grande.

- Antes de venir a Cádiz, gente como Bezares o Luque, a los que ya conocía del Nàstic y Elche, le comentarían cosas acerca del club.

Sí, en el Nástic Bezares me dio la vida porque no estaba mi familia. Cuando empecé a hablar con el Cádiz me dijo que no lo dudara, que iba a encajar. Luque también me comentó que el míster preguntaba por mí y me habló bien del entrenador.


- En el Cádiz tiene cierta libertad de movimientos, ¿es en el equipo donde tácticamente ha disfrutado de más soltura?

He tenido bastantes entrenadores y algunos te cohíben más. A la vista está que en este equipo siempre dentro de unas pautas y de un orden gozo de libertad y el míster me deja ser yo mismo.

- Estuvo un tiempo sin equipo desde que dejó el Elche y fue a Tarragona. ¿Estar parado es el peor sentimiento que puede tener un futbolista? ¿Cómo se mata esa inquietud?

Por mucho que quieras correr y ponerte en forma, es triste. Jamás me hubiese imaginado que las sensaciones de estar unos meses parado sean tan malas. Pierdes la confianza. Lo pasé muy mal y también mi familia y mi entorno. De haberlo sabido no hubiese luchado por mi contrato y me hubiese ido a cualquier otro equipo, que tenía ofertas, sin pensar en el dinero.


- ¿Piensa que por las características de su juego haya campos en esta categoría que puedan dejarle fuera del once?

En Segunda B hay campos, quizá en el grupo IV no tanto, en los que se busca un perfil de jugadores distinto al mío. Pero también es acostumbrarte y adaptarte a lo que haya.