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General

El recuerdo de Ramón Blanco, muy presente en el cadismo

Hace un año que el que fuera técnico y jugador del Cádiz CF nos dejaba. Recordamos su figura y trayectoria.

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Tal día como hoy, 9 de mayo, el cadismo quedaba huérfano de uno de sus mitos y baluartes de los mejores años deportivos del club. Aquellas temporadas en las que, casi contra todo pronóstico, el equipo salía a flote y conservaba la categoría en Primera. Artífice de esas hazañas fue Ramón Blanco, quien nos dejaba hace justo un año.

Nacido en Vimianzo (La Coruña), en 1952, creció y se hizo futbolista en Argentina, donde jugó en el Sportivo Italiano y en Independiente de Avellaneda. Su salto al fútbol europeo llegó con su fichaje por el Mallorca, de donde pasó al Recreativo de Huelva y Betis. Procedía del conjunto verdiblanco cuando llegó al Cádiz,ciudad de la que ya no se separó y en la que vivió sus mejores momentos deportivos y personales. Podría decirse que Ramón Blanco fue un gaditano de adopción.

Desde su llegada a la tacita de plata, Ramón Blanco fue primero jugador, participando en el primer ascenso a la máxima categoría (1976/77). Vistió la camiseta amarilla hasta la temporada 1979/80, jugando 99 encuentros de Liga y 20 de Copa. Posteriormente siguió jugando en clubes de la provincia como Portuense, Chiclana, Sanluqueño y finalizó en el Moguer.

Tras colgar las botas, Ramón Blanco se curtió como ayudante de varios técnicos y después tomó el mando del equipo en varias etapas. En Primera División logró la permanencia en sus dos primeras temporadas como entrenador y en Segunda División B logró una meritoria tercera plaza que le dio derecho a disputar la fase de ascenso a Segunda, aunque finalmente no lograra el objetivo. La última vez que estuvo en el banquillo de Carranza fue, sin duda, por su gran amor a los colores del Cádiz. Tomó las riendas del equipo la temporada 2012/13 en momentos muy complicados por la marcha deportiva del conjunto cadista. Sin embargo, pocas jornadas después tuvo que dejarlo aquejado de problemas de salud.

Ramón Blanco se fue, pero su recuerdo sigue y seguirá latente en el cadismo, que no dejará de recordar nunca al hombre que hizo a debutar a tantos canteranos en el primer equipo. El hombre de la camiseta rosa, talismán, que dejó un recuerdo indeleble en la centenaria historia del club.