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Historia

Reseña histórica: Odisea para llegar al partido

El Área de Historia nos recuerda el periplo del joven jugador Rafael Cañadas en 1915 camino de Jerez para jugar un partido

En 1915 el joven jugador Rafael Cañadas perdió el tren que llevaba a su equipo a Jerez para jugar un partido, pero su interés hizo que se embarcara en una auténtica odisea para llegar a tiempo y poder jugar. 

En los primeros años del siglo XX, el mayor problema para la expansión del foot-ball en Cádiz era disponer de terrenos de juego reglamentarios, pues sólo el Español FC disponía de uno, en las instalaciones del Real Club de Tiro Nacional, en el popularmente conocido como Campo de las Balas. Los demás equipos debían apañarse en terraplenes, como el del antiguo Hipódromo, cerca de Puntales, terrenos de Astilleros o en los glacis de las Puertas de Tierra. Por ello, la mayor aspiración de estos equipos menores, entre los que se encontraban el Cádiz FC o el Mirandilla FC, era la invitación para jugar partidos (desafíos) o torneos en las poblaciones cercanas, como San Fernando, Puerto Real, El Puerto o Jerez. La posibilidad de salir de la ciudad se recogía con mucho entusiasmo, pero también se sabía de las dificultades para el desplazamiento. 

En abril de 1915 el Ayuntamiento de Jerez organiza un campeonato provincial de foot-ball infantil (juveniles), poniendo en juego una copa de plata valorada en 330 pesetas. Y se invita al Puerto FC de El Puerto; al Español FC de Arcos; al Isleño FC de San Fernando; al España FC de Jerez; y al Athletic Club de Cádiz, aunque éste no puede ir y en su lugar acude el Fortuna FC, también de Cádiz. El equipo gaditano realiza los desplazamientos en tren. Tras los partidos eliminatorios, llegan a la gran final el Fortuna de Cádiz y el España de Jerez. Recordar que entonces no se concebían los cambios, por lo que el equipo gaditano se desplaza con los once jugadores justos. 

Unas horas antes del partido, los jugadores se concentran en la estación para coger el tren, pero se acerca la hora de salida y aún no ha llegado su principal figura, el delantero Rafael Cañadas, enfrascado en sus estudios de Medicina. Finalmente, el equipo sale a Jerez con un jugador menos y la decepción en el equipo por la ausencia de su compañero. Minutos después de la salida del tren, llega agitado el joven Rafael montado en su bicicleta. Demasiado tarde. 

Pero el entusiasta Rafael no se rinde y sin perder un segundo se marcha al muelle y consigue subir con su bicicleta al vapor a Puerto Real; y desde alli pedalea los más de veinticinco kilómetros hasta llegar a Jerez. Y justo a la hora estipulada para el comienzo del partido, Rafael, exhausto por el esfuerzo, llega ante la sorpresa y recocijo de sus compañeros. Pero cuando el once gaditano ya completo para iniciar el match, desde el bando contrario se informa que le faltan dos jugadores y que ¡el partido no comienza hasta que lleguen! Rafael tuvo tiempo para descansar. El partido finalizaría en empate, y aunque los capitalinos querían proseguir hasta que hubiera un ganador, desde la organización se decide jugar un partido de desempate en otra fecha. Rafael Cañadas no haría carrera en el fútbol, pero se consagraría como un prestigioso médico. 

APUNTES HISTÓRICOS. Manolo Granado, Área de Historia Cádiz CF.