Hay una tendencia generalizada a idolatrar a quienes, al margen de sus merecimientos, no conviven con nosotros, bien por muerte prematura o por vivir lejos. Por el contrario, es más difícil idolatrar a quienes, con iguales o mayores merecimientos, se cruzan entre nosotros en el día a día. Son los ídolos que andan por casa. Tan grandes o más que los otros. Va por ellos…
Si Mágico se ha convertido en ídolo del cadismo por su genialidad, Raúl López lo es por su entrega. Raúl López representa para el cadismo el máximo sentimiento de lucha, fuerza y derroche físico, dándolo todo en el campo.
Raúl López González, “Raúl López”, nace en Jerez de la Frontera el 17 de septiembre de 1976. Se inicia en las categorías inferiores del club Pueblo Nuevo de su localidad, donde ya comienza a destacar en el lateral izquierdo, llegando al equipo juvenil del Cádiz CF en 1994 de la mano de Manolo Lapi y Pepe Salado. La llegada al Cádiz CF colmaba una de las grandes ilusiones del joven Raúl, pues durante los gloriosos años del Cádiz CF en 1ª desde mediados de los ochenta a principio de los noventa, se había ido forjado un sentimiento cadista, sobre todo cuando disfrutó el 11 de mayo de 1991 con el 4 a 0 del Cádiz CF al FC Barcelona. Aquel día, desde la grada de Carranza, se marcó un objetivo: “algún día jugaré ahí y en 1ª”.
Su temporada en el juvenil cadista es sensacional, pero su progresión puede quedar truncada por el servicio militar, que debe realizar en Melilla. Afortunadamente se negocia una cesión a la UD Melilla, que al igual que el Cádiz CF milita en 2ª “B”, y donde juega la la temporada 1995/96, realizando una gran campaña. Tan destacado es su rendimiento, que a la temporada siguiente el Cádiz CF lo recupera para incorporarlo al primer equipo, sin ni siquiera pasar por el Cádiz CF “B”, un caso atípico en este sentido. Con Juan Carlos Álvarez como entrenador debuta con el Cádiz CF el 11 de noviembre de 1996 en un Cádiz CF – UD Gáldar, que finaliza con empate a tres. Esta temporada, con apenas 20 años, ya juega 15 partidos, pero deja claras las que serán sus señas de identidad: pundonor, lucha, fuerza y entrega, algo que enemora al cadismo, que no tarda en rendirse al melenudo lateral zurdo. En las cinco siguientes temporadas, Raúl se hace un fijo en todas las alineaciones, faltando sólo por lesiones o sanciones federativas. Y es que en sus primeros años se excedía en ocasiones en ímpetu. Sólo verle cómo iba a atacar la ofensiva rival ya presagiaba que éste iba a volar unos metros. Sin embargo, sus entradas eran más aparatosas que gravedad suponían.
Raúl va controlando su fuerza y fogosidad, así como reforzando sus recursos técnicos y tácticos, lo que hace que su progresión sea espectacular. No ocurre lo mismo con el Cádiz CF, que se queda atascado en el pozo de la 2ª “B”. Para no romper su progresión, en diciembre de 2001 es cedido al Racing de Ferrol, en 2ª “A”, que paga diez millones de pesetas por lo que queda de temporada y una más, regresando posteriormente al Cádiz CF, que se queda con el 50% de un posible traspaso. Casualmente, sin Raúl López el Cádiz CF asciende a 2ª “A” y recupera al lateral para dicha categoría en la temporada 2003/04. En la temporada 2005/06 Raúl hará realidad su sueño de jugar con el Cádiz CF en 1ª división. Desde entonces Raúl juega ocho temporadas más, hasta la 2010/2011, alcanzando en sus 14 temporadas en el primer equipo los 400 partidos oficiales (385 de Liga y 15 de Copa), la máxima de la historia del club. Y de esos 400, 393 de titular. Insignia de Oro y Brillantes del club.
APUNTES HISTÓRICOS Manolo Granado, Área de Historia Cádiz CF
