Enrique Montero ha sido uno de los jugadores más exquisitos que ha dado el fútbol andaluz. Maestro del regate en corto, desbordaba a sus rivales con suma facilidad. Un mago del caracoleo, dando precisos pases al hueco y al pie. Su golpeo de balón era pura precisión, todo un especialista a balón parado para las faltas, corners y penaltis.
Enrique Montero Rodríguez nace el día de los inocentes de 1954, en la calle Fernán Caballero de El Puerto de Santa María. Da sus primeros pasos en los infantiles del Club Deportivo San Marcos, equipo del fútbol base portuense. Con 17 años hace una prueba con el Racing Portuense, la cual no logra superar. Sin embargo sí es aceptado por los técnicos del Sevilla FC, pasando a formar parte de su equipo juvenil.
Su paso por las categorías inferiores del equipo de Nervión es fulgurante, pues casi de inmediato pasa al filial, el Sevilla Atlético, y con tan sólo 19 años hace su debut con la camiseta sevillista en el Sánchez Pizjuán.
Debido a los deberes patrios tiene que marcharse a la Isla de León para cumplir el servicio militar, jugando dos años cedido en filas del CD San Fernando en Tercera División. Regresaría al Sevilla FC para jugar diez campañas en las que triunfa plenamente.
En el verano de 1981, cuando se negociaba su traspaso al FC Barcelona se lesiona de gravedad disputando una semifinal del Trofeo Carranza, en un Sevilla FC – SE Palmeiras. Aquel percance le impedirá participar en el Mundial de España en 1982. Con mucho sudor y lágrimas conseguirá recuperarse para la práctica del fútbol tras año y medio de lucha y sacrificios.
Después de 11 temporadas en el club de Nervión, con 32 años de edad, regresa a su querida Bahía para fichar por el Cádiz CF. Con el equipo gaditano juega 4 temporadas (de 1986 a 1990) disputando con la elástica amarilla 104 partidos de liga, todos ellos en Primera División, logrando 3 goles, todos desde el punto de penalti. En el torneo de Copa son 17 los partidos que disputa.
Montero llega al Cádiz CF de la mano del nuevo mister cadista, Manolo Cardo, con el que ha coincidido las últimas cinco temporadas en el equipo de Nervión. Su llegada al Carranza coincide con el adiós de cuatro históricos como “Super Paco”, Ricardo Escobar y los hermanos Mejías, y el regreso de dos hijos pródigos, “Chico” Linares y “Mágico” González.
Al finalizar su etapa en el Cádiz CF volverá a su localidad natal, para tras dos años de militancia en el Racing Portuense, a la edad de 37 años, colgar las botas en 1992.
Internacional 3 veces en la absoluta, 4 veces internacional B, 7 veces en la sub 23, 5 veces en la sub 21 y 6 en la Olímpica. Debutó el 15 de octubre de 1980 con la roja en la antigua Alemania Oriental. Es opinión de muchos que mereció tener mayor participación con la selección nacional y algunos aún recuerdan su espléndido partido en Wembley contra Inglaterra, donde España ganó por 1-2.
Casado y con cuatro hijos, después de su etapa profesional en el mundo del fútbol abrió una tienda de deportes en su querido Puerto de Santa María, en su barriada de siempre, en el Camino de los Enamorados.
APUNTES HISTÓRICOS_ por Juan Sevilla, Área de Historia Cádiz CF
