¿Jugar al ataque, aunque corras el riesgo de perder?; o ¿jugar a defender y aprovechar tus oportunidades para ganar? Este debate no es actual, ya en 1932 la prensa gaditana se hacía eco de este debate en la crónica de un partido entre el Cádiz Sport Club y el Aurora FC.
En el fútbol actual hay una tendencia en valorar positivamente, a veces en exceso, la posesión del balón, el fútbol de ataque y el juego combinativo, asociándolo al concepto de “jugar bien” y desplegar un “fútbol valiente”. Por el contrario, se arremete contra el fútbol directo, físico, de presión al rival y defensa férrea, asociándolo al concepto de fútbol “amarrategui”, con un claro sentido peyorativo. Pero el fútbol es competición, por lo tanto el resultado debe prevalecer sobre cualquier otro concepto. Se trata, ante todo, de ganar. Lo demás son formas secundarias para decorar, más o menos, el espectáculo a gusto del espectador. En cualquier caso depende de la filosofía táctica de cada entrenador y las características de sus jugadores, aunque la tendencia periodística en las últimas décadas se decanta claramente por sobrevalorar la estética frente la eficiencia.
Con la desaparición del Español FC en 1929, son muchos los equipos que compiten para ser el primer equipo de Cádiz, como el Iberia, el Andalucía, el Balompié, la Gimnástica, la FUE de Medicina o el Aurora; aunque los máximos candidatos, sobre todo por disponer de campo propio, el Mirandilla (antecesor del actual Cádiz CF) con su campo del Velódromo y el Cádiz Sport Club, conocido como “el Cádiz”, con su campo del Club de Tiro, Campo de Las Balas. El Cádiz SC se postula como el máximo candidato, con un fútbol muy físico y directo, de mucha competitividad en el terreno de juego, lo que provoca el entusiasmo del aficionado. Otros equipos optan por un juego más técnico, como el Aurora FC.
Esta dualidad de filosofías futbolísticas se ponen de manifiesto en un partido jugado el 19 de junio de 1932 en el Campo de Tiro entre el Cádiz SC y el Aurora FC, con victoria de los locales por 3 a 1. Es significativa la crónica de Diario de Cádiz para comprender el contraste de estas dos formas de entender el juego y que bien podría servir para aplicarla al fútbol actual:
“El dribling ciega a la muchedumbre y la cautiva como una joya. Es con sus rizos y alamares el traje de torero de un jugador que lo paraliza todo (...). Nada de dormirse en el pendolismo, sino de firmar a toda marcha. No hay más fútbol que uno: el fútbol. El que brota del césped sin otro destino que la realización del ‘scores’. El directo, el vertical. Que es naturalmente el difícil. Se habla muchas veces de equipos que juegan muy bien y no marcan, sin embargo. Esos equipos no juegan ni bien ni mal. No juegan, sencillamente (...). El Aurora hizo gala de un juego brillante, afiligranado, conseguido por pases cortos y precisos desbordando una y otra vez la línea medular blanca (…). Pero sus avances no fueron efectivos en el remate y sucedió lo que tenía que suceder, lo que era lógico que sucediera: el Cádiz SC aprovechó las ocasiones que se le presentaron para elevar el marcador y conseguir la victoria”.
APUNTES HISTÓRICOS: Manolo Granado, Área de Historia Cádiz CF
