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Historia

Reseña histórica: El Cádiz, desde un banco de la Plaza Mina

Manolo Granado, del Área de Historia, se remonta a principios del siglo XX para recordar cómo un grupo de amigos jugaba a un deporte nuevo

Antes del registro oficial del Cádiz FC en 1910, el foot-ball ya existía en Cádiz, incluso hubo un Cádiz Foot-Ball Club en 1904 y otro (o el mismo) en 1908. Nada que ver con el concepto del fútbol actual. Se trataba de grupos de amigos, entusiastas del nuevo sport llegado de Inglaterra, y que, en el mejor de los casos, se organizaban desde un banco de la Plaza de Mina. 

Desde principio del pasado siglo el foot-ball ya comenzaba a conocerse y popularizarse en Cádiz, pero aún eran muy pocos los entusiastas de este nuevo sport llegado. Algunos grupos de muchachos comenzaron a organizarse para la disputa de partidos y en 1904 llegaron a formalizar un club llamado Cádiz Foot-Ball Club. La iniciativa no tuvo demasiada repercusión y en 1908 vuelve a resurgir con un poco más de organización y efectivos, a la vez que ya van surgiendo otros equipos en la ciudad. Se establecieron unas cuotas a los asociados para la compra de material deportivo, se reunían todos los sábados y se organizaban “desafíos” ante otros equipos de la ciudad como el Cádiz Sport Club. 

En aquel Cádiz FC de 1908 todos hacían de todo. No había diferencia entre gestores, jugadores o técnicos. Se reunían los sábados en la Plaza de Mina y allí, en un banco situado frente al actual Museo, se organizaban. Se puede decir que aquel banco fue la primera sede del club. El goal-keeper (portero) era también el tesorero y como tal cobraba las cuotas, que ascendía a una perra gorda (antigua moneda de diez céntimos de peseta). El principal objetivo del club era conseguir un balón mínimamente reglamentario, de cuero cosido, nada que ver con los actuales. 

Las gestiones para la compra del balón se hicieron a través de un mecánico de bicicletas de un taller en la Plaza Argüelles que tenía contactos con Gibraltar. Y desde allí se pudo conseguir el preciado tesoro, aunque para ello se tuvo con hacer un notable esfuerzo económico, pues el balón costó tres duros (¡quince pesetas!), el equivalente a 150 cuotas, lo que obligó a hacer una aportación extraordinaria. Otro material importante eran las camisetas y, sobre todo, los borceguíes (botas). El material era como un tesoro y quedaba a la custodia de un Jefe de Material. 

Y ahora hacía falta un campo donde poder jugar, porque las calles y plazas de la ciudad o los glacis de Puerta de Tierra ya no se adecuaban. La solución vino por utilizar los terrenos del antiguo Jockey Club, el Campo del Hipódromo, aunque estaba en las afueras de la ciudad (cerca del actual barrio de Loreto). La solución del desplazamiento vino por la llegada del tranvía, que era utilizado para el traslado de los sportman y del material, incluidos los palos de las porterías.

 

APUNTES HISTÓRICOS. Manolo Granado, Área de Historia Cádiz CF