El 3 de enero de este nuevo año se cumplen dos años del fallecimiento de Joaquín Acedo, uno de los grandes jugadores de la historia del Cádiz CF. Es el momento de recordar al talentoso interior menorquí de nacimiento pero gaditano de adopción.
Joaquín Acedo Sacaluga nació en Mahón (Menorca) el 27 de marzo de 1948. Era un centrocampista diestro de gran técnica individual pero que manejaba con maestría también su pierna izquierda. De padre militar, su nacimiento en aquella bella isla fue accidental. Su familia gaditana volvió a sus orígenes en nuestra ciudad cuando Joaquín sólo contaba ocho meses de edad.
Empezó a jugar en una liga local con un club llamado Racing de Santa Cruz en categoría infantil con trece años de edad. Su innata calidad llamó la atención de Juan Bejarano (amigo personal de su padre por compartir profesión castrense) que lo llevó al Cádiz CF en categoría juvenil con dieciséis años.
A principio de la temporada 65/66 fue cedido al Balón de Cádiz CF pero participaba con el primer equipo en los famosos “partidillos” de los jueves. Su debut en el primer equipo le llegó el 12 de marzo de 1967 en Carranza frente al CD Mestalla con triunfo cadista (2-1) bajo la dirección técnica de Julio Vilariño. A partir de ahí, se hizo con la titularidad en el centro del campo compartiendo dicha zona con Luís Aragón o el desaparecido malagueño Migueli.
Se mantuvo en el primer equipo cadista hasta la temporada 71/72, disputando un total de 126 partidos de liga logrando 18 goles, 12 partidos de Copa del Generalísimo y 8 partidos de la Copa Andalucía con un gol.
En el verano de 1969 fue traspasado al Sevilla FC pero no se adaptó, volviendo esa misma temporada al Cádiz CF cedido por el club hispalense.
Su participación fue fundamental para lograr el ascenso a Segunda División esa misma temporada, tras haber descendido el año anterior.
A través de Luís Guijarro, famoso intermediario de la época, recibió ofertas del FC Cartagena y AD Rayo Vallecano, fichando por este último club para la temporada 72/73, pero una lesión de pubis le hizo que apenas pudiese ser alineado. Se marchó al CD Orense que entrenaba León Lasa en la temporada 73/74 pero en principio por la persistente lesión y la actitud del presidente que deseaba promover a un jugador para traspasarlo, la experiencia nefasta.
Su vuelta a nuestra provincia tuvo lugar en la temporada 74/75 al fichar por el Racing Portuense, quedándose en el equipo del Puerto hasta la temporada 79/80.
Aunque tuvo una oferta del At. Sanluqueño decidió retirarse con 32 años. Para matar el “gusanillo” jugó en diversos equipos de fútbol sala de la Liga Local como Fenicia o Sweet Musical y asimismo fue jugador-entrenador del mítico Panadería Virgili.
Sobre su vinculación posterior al mundo del fútbol resaltar que fue ojeador en tiempos de Manuel Irigoyen e incluso entrenó de manera efímera al Balón de Cádiz en categoría juvenil.
APUNTES HISTÓRICOS_ por Juan A. Lebrero, Área de Historia Cádiz CF
