Skip to main content
ES
Destacado

Reseña histórica: 2005. Del infierno a la gloria

El Área de Historia nos recuerda el penúltimo ascenso del equipo amarillo a la máxima categoría del fútbol nacional

Tras nueve temporadas consecutivas en el infierno de Segunda “B”, con momentos dramáticos en los se estuvo muy cerca de la desaparición, en 2003 se lograba, por fin, el ascenso a Segunda. José González, el entrenador del ascenso, se mantuvo en la categoría de plata, donde se hizo una magnífica campaña, alcanzando la séptima plaza. Para la siguiente temporada en Segunda, se apuesta para el banquillo por otro histórico del Cádiz CF, el uruguayo Víctor Espárrago. El cadismo renace de sus propias cenizas y con la vuelta a Segunda las ilusiones están desbordadas. Con la campaña “Pasión en Amarillo”, protagonizada por Manolito Santander y Yuyu, se alcanzan los doce mil abonados, lo que supone el lleno absoluto, pues sólo están habilitadas las gradas de Tribuna y Fondo Norte. No obstante, es tanto el temor a volver a descender a los infiernos, que las miras no van mucho más allá de la permanencia, aspirándose, en el mejor de los casos, a igualar la posición alcanzada la temporada anterior. 

El bloque sigue siendo el que consiguió el ascenso a Segunda, con Abraham Paz, Armando, Dani Navarrete, De Gomar, Navas, Pavoni, Suárez, Varela o Velázquez. También se mantienen los mejores jugadores de la temporada anterior, tras el ascenso, como De la Cuesta, De Quintana, Enrique, Jónathan Sesma, Manolo Pérez,Oli o Raúl López. Entre las nuevas incorporaciones, habría que destacar las de Fleurquin, compatriota del entrenador, el “Bicho” Bezares, cedido por el Sevilla o el delantero serbio Mirosavljevic, que pronto pasaría a ser bautizado por la afición como Mortadelo. 

Uno de los hechos más destacados de la temporada es el compromiso de Diputación de subvencionar la construcción de la soñada Ciudad Deportiva del Cádiz CF en El Rosal. Víctor Espárrago, sabedor de su importancia para el club, siempre estará atento a las obras, supervisando todos los detalles concernientes al ámbito deportivo. 

Pese a un mal inicio liguero, el equipo fue creciendo bajo la batuta del maestro Espárrago y el apoyo incondicional de la grada. En la jornada 7, se gana en Murcia por 0 a 2, consiguiendo Oli el gol número 1.500 en la historia del club. La primera vuelta acaba con el Cádiz en segunda posición, por detrás del Alavés, y precediendo a Eibar, Elche y Celta. Entonces ascendían los tres primeros y la dinámica del equipo invita al optimismo, aunque Espárrago se esfuerza en tener los pies en los suelo e ir “partido a partido”. 

En el inicio de la segunda vuelta, se generan muchas dudas, pero en la jornada 29 hay un partido clave: se visita al líder, el Celta. Espárrago aparca el juego vistoso y de ataque y plantea un partido muy áspero, con mucha intensidad defensiva. El Celta domina, pero un gol de De Quintana ponía por delante a los amarillos, que culminarían la victoria con un curioso penalti cometido sobre Bezares, que, tendido en el suelo, es pisado por el portero Pinto. La victoria sobre el líder es un golpe en la mesa: se acabaron las medias tintas, se va a luchar por el ascenso. Durante toda la segunda vuelta, el Cádiz se mantiene en puestos de ascenso. Especialmente recordado será el partido contra el Córdoba, al que se gana por 4 a 1, pues Carranza fue una fiesta con la inauguración de la nueva grada de Preferencia. 

Y se llega a la última jornada, con Celta, Cádiz, Alavés y Eibar, luchando por las tres plazas de ascenso. El Celta ya había celebrado el ascenso dos jornadas atrás, pero fue sancionado con tres puntos por alineación indebida. El Cádiz depende de sí mismo y se la juega en casa de su máximo rival, el Xerez CD, que no se juega nada. Una marea amarilla, de más de siete mil cadistas, se desplaza desde la estación de trenes hasta el estadio, donde se alcanzó la gloria: “Sí, sí, sí… subimos en Chapín”. En apenas dos años se había pasado del infierno de la Segunda “B” a la gloria de la “liga de las Estrellas”.

Área de Historia: Manuel Granado.