El ambiente en la grada era maravilloso. Ambiente de fútbol total. Los dos equipos salieron a por todas, cada uno con sus características y sus intenciones. El golpe lo iba a dar con suspense el Cádiz por mediación de Álvaro Negredo. En una jugada de insistencia del Choco Lozano, Rui Silva derribaba al hondureño en el área y el árbitro decretaba penalti. En un primer momento, el portero la paró, aunque se adelantó y el penal tuvo que ser repetido. Ahí no falló el tiburón, que puso el 0-1.
Se lanzaba al ataque el equipo bético mientras los amarillos encontraban problemas para salir al contragolpe. Juanmi, en la salida de un córner, se elevó en el área cadista para rematar solo al fondo de la red y poner el empate en el luminoso. Minutos más tarde, al borde ya de la media hora, Tomi Alarcón encaraba a Rui Silva y cruzaba el balón al poste. Una de las ocasiones más claras del partido.
El partido deparaba opciones para ambos equipos, aunque el resultado de 1-1 no se movería del marcador cuando el árbitro indicaba el camino del túnel de vestuario. Ya en la segunda parte, los béticos salieron con la mira puesta en la portería y con varios remates lejanos tuvieron ocasiones de marcar.
Rondando la hora de partido, los de Álvaro Cervera tenían alguna que otra ocasión sobre el arco de Rui Silva que el guardameta se encargó de despejar. Opciones por ambas bandas aparecían tanto con Salvi como con Choco Lozano, pero la zaga verdiblanca estaba bien plantada y repelía los intentos de los amarillos.
Finalmente, y tras varios acercamientos de los amarillos en el tramo final del encuentro, el árbitro señalaba el término del mismo y se producía el reparto de puntos. Un punto para cada equipo en un duelo más que disputado por ambas escuadras.
