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Historia

Reseña histórica dedicada a Manolito Santander

¡¡¡VIVA MI CADI, VIVAN LOS CADISTAS, VIVAN SUS COJONE!!!!

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Esta jornada el Cádiz CF juega en Santander. Y Santander es el protagonista de este relato. Pero no la ciudad cántabra, sino Manuel Santander Cahué, MANOLITO SANTANDER. Son pocas las personas que trascienden a la muerte y que perduran en la inmortalidad. Son las elegidas. Y Manolito Santander se ha hecho inmortal tanto en la historia del Carnaval como en la del Cádiz CF. 

Desde el descenso a 2ª “B” en 1994, tras una época gloriosa en 1ª, la situación del Cádiz CF pasa por momentos tan dramáticos que llevaron al club a estar estar muy cerca de la desaparición. Fueron nueve temporadas consecutivas hasta el ascenso en 2003. Las letras carnavalescas dedicadas al equipo amarillo en esta época solían ser en tono jocoso, recreándose en sus desgracias, rozando incluso el cachondeo, centradas en anécdotas cómicas del juego o en los pocos aficionados que se mantenían fieles al equipo. 

En mitad de este “calvario de decepciones”, el martes 3 de febrero de 1998, en las preliminares del Concurso de Agrupaciones en el Gran Teatro Falla, el público comenta en el descanso las actuaciones de la chirigota del Selu, “Los Hermanos Guarrindongui” y la comparsa de Tino, “El Cielo de Cádiz”. Pero hay que volver a la sala porque se presenta otro de los platos fuertes de la función de tarde, la chirigota de Manolito Santander “La familia Pepperoni (Vendetta)”, con un tipo de mafiosos italianos. Cuando llega el segundo pasodoble, la chirigota canta uno dedicado al Cádiz: “Me han dicho que el amarillo está maldito pa los artistas, y ese color, sin embargo, es gloria bendita para los cadistas (…)”. Y es en este contexto tan lúgubre para el cadismo, es cuando surge lo diferencial. No es la típica alusión al Cádiz desde la mofa, sino desde el sentimiento cadista. 

El pasodoble no tiene una gran acogida, más bien todo lo contrario, es recibido con cierta frialdad, al igual que tuvo el propio grupo cuando Manolo les presentó la letra. De hecho, lo cantan en preliminares para quitárselo pronto de encima. El jurado le otorga una puntuación baja. Y es que una pasión tan profunda sólo llega a quienes la sienten; y posiblemente ni el público de ese día ni el propio jurado supieran valorar la fuerza emocional de lo que estaban escuchando. Sin embargo, en la calle, tanto Manolo como otros miembros de la chirigota, reciben las felicitaciones de aficionados cadistas que se han visto reconocidos en el pasodoble y que, a ellos sí, les ha llegado al alma. Esto hace que sea la propia chirigota quien proponga al autor cantarlo en la final. Entonces el “Me han dicho que el amarillo (…)” tiene una gran acogida y su apoteósico final “(…) por eso viva mi Cádiz, vivan los cadistas, vivan sus cojones!!!!” recibe una estruendosa ovación con el público en pie, aunque la chirigota acabaría cuarta clasificada, ganando “Los Juancojones” de El Lobe. 

Aquella misma temporada 1997/98 el Cádiz CF juega la liguilla de ascenso, aunque sin éxito, pero en Carranza ya empezaba a tener eco la letra del pasodoble cadista. Y a la temporada siguiente, más todavía, comenzando a ser entonada entre los cánticos de Brigadas Amarillas y seguida por buena parte del estadio. En el concurso de 2000, cuando el Cádiz CF seguía deambulando por 2ª “B”,  Manolo participa con “Los de Capuchinos” y presenta un pasodoble de orgullo por escuchar en Carranza su “Me han dicho que el amarillo (…)”. Nada más terminar, el público, en pie, responde cantando el mítico pasodoble en uno de los momentos más emocionantes de la historia del cadismo. Desde entonces, el pasodoble de Manolo Santander trascendió al Carnaval para entronarse como el cántico de referencia e identificación del cadismo, como seña de identidad y de orgullo, allá por donde vaya, gane o pierda.

 

 

 

 

 

 

 

Manolo Santander no escribió una letra a un equipo de fútbol desde el sarcasmo, la ironía o el chiste; escribió una letra a su Cádiz del alma desde lo más profundo de su corazón y en el peor de sus momentos. Su arte fue transformar un sentimiento tan fuerte y profundo en una letra de carnaval. ARTE.

 

 

APUNTES HISTÓRICOS, Manolo Granado, Área de Historia Cádiz CF