Aquella inolvidable grada de cemento de Fondo Norte, de una única altura, quedará en el imaginario colectivo del cadismo como uno de sus grandes emblemas, cargada de recuerdos, de emociones y de anécdotas.
En mayo de 1985, ya con la Liga finalizada y conseguido el ascenso a Primera división, se inicia el derribo del originario Fondo Norte de 1955. Su construcción formaba parte de un proyecto inicial para montar una visera para tribuna y construir dos fondos nuevos, sustituyendo a los originales, que tenían forma curvada y estaban separados de las porterías por una pista de atletismo que rodeaba el campo, aunque entonces sólo se acometió el de Fondo Norte. Apenas tres meses después, concretamente el 9 de agosto de 1985, las obras se dan por finalizadas, presentando el estadio un nuevo aspecto con la visera de Tribuna y el nuevo y altísimo Fondo Norte. Todo ello para calvario de los vecinos de detrás de dichas gradas, que dejaron de tener en sus ventanas y balcones un lugar privilegiado para ver el fútbol, como ya cantara la chirigota “Los Cubatas”, con aquel cuplé que terminaba diciendo “(…) yo no veo que el Cadi tenga un equipo pa está en primera; y es que desde mi balcón; no veo con la visera”. Años más tarde, también desaparecería otra “grada” muy peculiar, la de la pasarela de Loreto.
El nuevo Fondo Norte, con una capacidad para unas cinco mil personas y prácticamente pegado a la portería, tuvo una magnífica aceptación por parte de los aficionados, no tardando en convertirse en el núcleo más animoso de aficionados, sobre todo desde mediados de los noventa por el colectivo “Norte Trompetero”. Posteriormente, durante las obras de Fondo Sur, también se ubicó Brigadas Amarillas.
El estreno del nuevo Fondo Norte en Liga fue el 4 de septiembre de 1985 en la segunda jornada de Liga, en Primera, frente al Racing de Santander, resultando apoteósico. El nuevo fondo estaba abarrotado y el ambiente era impresionante. Y encima se ganó el partido, por 2 a 1, con goles de Arica Hurtado y Amarillo. Aquel día se gestó una de las leyendas más bonitas de la historia de nuestro estadio, con esa grada cantando y animando a una sola voz. El propio equipo pareció sentir ese apoyo tan especial y se mantuvo invicto en Carranza durante ocho jornadas, ganado siete partidos y empatando uno. La primera derrota vendría en la última jornada de la primera vuelta, ante el Valencia CF.
Con el tiempo, se fueron sucediendo situaciones que quedaran para siempre en el recuerdo del cadismo, como aquellos cánticos dialogados con Brigadas, desde la otra grada, los famosos “hola fondo norte” – “hola fondo sur, cabrones…”, o el “hola don Pepito” – “hola don José”; o aquella tanda de penaltis contra el CD Málaga con medio fondo ocupado por la afición malaguista; o cuando pusieron una red para evitar que los balones fueran a la grada, pero que restaba visibilidad y en señal de protesta la gente abandonó el Fondo y se coló en Tribuna; o aquellas intervenciones de los bomberos por pequeños fuegos provocados por los lanzamientos de rollos de papel; o por el colorido de los bengaleos y bufandeos; o por aquel personaje de la trompeta que tocaba el “Chihuaha”; o por los magníficos tifos, aquella gigantesca camiseta amarilla con el número doce; o aquella pancarta de “Carranza late por ti”; etc.
Para las obras de construcción del nuevo estadio, el 11 de noviembre de 2006, poco más de 21 años después, la emblemática grada de Fondo Norte sería derribada tras un partido de Segunda división con empate a cero frente a la UD Las Palmas. Una grada metálica fue el paso intermedio hasta la construcción del nuevo Fondo Norte del nuevo estadio, que se inauguraría en el Trofeo del 2008.
APUNTES HISTÓRICOS
Manolo Granado, Área de Historia Cádiz CF