Este jueves 14 de abril de 2016 hay que recordar la historia del Cádiz Club de Fútbol. Hace 25 años debutaba en un Cádiz-Athletic Club de Bilbao un joven jugador de la cantera llamado Quico Narváez, entonces era con 'Q' y 'C', no con doble 'K' como se le empezó a conocer tras su fichaje por el Atlético de Madrid.
Entonces Kiko era el futbolista más destacado de un Cádiz B que llegó a ser campeón del grupo X de Tercera División. El 14 de abril de 1991 le llegó su premio debutando de la mano de Ramón Blanco con la primera plantilla, en un partido en el que se acabó cayendo 2-3.
Pero el gran momento de Kiko esa temporada estaba por llegar. En una temporada agónica que pasará a la historia por golear 4-0 al FC Barcelona un 12 de mayo, los cadistas iban a conseguir eludir el descenso y jugar la promoción gracias al delantero jerezano en un Cádiz-Zaragoza. Su salida al campo fue el revulsivo necesario para darle la vuelta al marcador, un penalti y un gol en apenas dos minutos, pusieron el 2-1 en el marcador que le dio al equipo cadista la posibilidad de quedarse en Primera superando en la promoción al CD Málaga.
La temporada siguiente dio el salto definitivo al fútbol profesional y se convirtió en uno de los pilares del Cádiz. Disputó 41 encuentros, fue titular en 38 ocasiones y marcó 8 goles. Fue uno de los jugadores revelación del curso futbolístico y se ganó una plaza en la convocatoria de la selección sub 23 para participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
Lograría consagrarse en la máxima categoríaantes de ser fichado junto a Quevedo por el Atlético de Madrid. 'Kikogol' o 'Kiko Van Basten' fueron algunos de los apodos cariñosos con los que les rebautizó la grada. La medalla de oro en las Olimpiadas de Barcelona'92 lo convirtieron en uno de los futbolistas más cotizados de la época, pero siempre recordando a su ídolo 'Mágico' González.