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Historia

Reseña histórica: Rovira ganó 24.000 pesetas en una apuesta

El Área de Historia nos recuerda que en enero de 1987 el mítico masajista ganó apuesta tras un almuerzo del equipo

Antonio Tocino Ariza, ‘Rovira’. Nacido en Chiclana en el año 1924, entró a formar parte del club cadista a finales de la década de los 50. Su carácter afable, servicial y pacificador hicieron que se ganase a pulso el cariño de todos los integrantes que cada año formaban parte de la primera plantilla y tenía la curiosa costumbre de bañarse en la playa todos los días del año.

Durante la segunda y tercera semana de enero de 1987  hubo diez personas que fallecieron en España a causa de la ola de frio polar, sobre todo en el norte, con bajas temperaturas, mientras que en el sur hubo intensos temporales de lluvia y mucho frío.  

El equipo amarillo preparaba esa semana el encuentro que disputaría en el estadio Vicente Calderón, pero debido al mal tiempo se había entrenado en el pabellón Portillo, en el Tiro de Pichón, en los bajos del estadio o detrás de las porterías del fondo sur del Carranza.

El jueves 15 de enero de 1987, el técnico coriano Manolo Cardo decidió montar un partidillo de cincuenta minutos en Carranza a pesar de la intensa lluvia. No participaron en el encuentro Villa, el jerezano Dieguito y Juan Carlos Pedraza, en previsión de que los futbolistas pudieran resentirse de sus molestias dadas las malas condiciones meteorológicas, unidas al mal estado del terreno de juego.

Una vez terminado el partidillo del jueves, la primera plantilla se desplazó al Paseo Marítimo, al Mesón del Duque, que regenta Arsenio Cueto, que, agasaja a la plantilla con un almuerzo, lo que se celebra en un gran ambiente. Tras los postres, Arsenio, celebra el sorteo de unos regalos, tocándole al técnico Manolo Cardo un jamón de pata negra, a David Vidal una invitación para almorzar gratis con tres acompañantes y al jugador salvadoreño “Mágico” González un juego de naipes y dados.

En ese día de convivencia y bromas, los futbolistas más jartibles, con el mal día que hacía de lluvia intensa unido con un temporal y viento, comenzaron a decirle al masajista chiclanero que no era capaz de bañarse como estaba el día, ya que el popular masajista solía bañarse también en invierno. Se cruzaron las apuestas, aportando cada uno mil pesetas y Rovira, desafiando las inclemencias del tiempo, se dio un buen chapuzón ante la sorpresa de algunos futbolistas, adjudicándose un total de 24.000 pesetas. Los jugadores Pedraza y José González, junto con el ayudante del masajista Eduardo Zarzuela fueron los testigos de la gesta del masajista.

APUNTES HISTÓRICOS_ por Francisco Rodríguez, Área de Historia Cádiz CF