Blas Rocasolano militó en las filas del Mirandilla FC justo antes de estallar la Guerra Civil. Su trayectoria en las filas amarillas fue breve y no muy destacada, pero con el transcurso de los años es de resaltarla dada su relación con la familia real española, al ser tío abuelo de la reina Letizia.
Blas Rocasolano Camacho, nace en Madrid el 3 de febrero de 1909. Desde muy joven se siente atraído por la práctica del nuevo deporte del “football”, donde se desenvuelve en los puestos de la delantera, vistiendo la elástica del Racing de Madrid.
En 1930 se marcha a la Cultural Leonesa de Primera División, llegando a hacerle un gol al legendario portero Ricardo Zamora en un partido frente al Español de Barcelona, justo antes de recalar este en el Real Madrid. Tras su estancia en tierras leonesas se marcha al sur para fichar por el Real Betis en la temporada 1932-33, haciéndolo en compañía de su hermano Juan, cuatro años menor que él. En el Real Betis, que militaba en Primera División, solo jugó un partido, un Betis-Barcelona jugado el día de Navidad de 1932, donde los béticos vencieron por 2 a 1. Tanto él como su hermano Juan eran físicamente bien parecidos, con tan buena porte que cuando los señoritos les invitaban al casino generaban un gran revuelo entre las féminas presentes. Blas contaba ya de mayor que había un conde que le invitaba mucho a cenar para que las damas se quedaran atraídas de él y así poder alternar con ellas.
Dado el poco rendimiento ofrecido, al final de temporada es dado de baja en la plantilla verdiblanca. Tras un periodo de inactividad volvió al fútbol haciéndolo en las filas del Mirandilla FC, en la temporada 1935/36, recién ascendido el equipo amarillo por primera vez a la Segunda División. En el equipo gaditano tampoco tuvo mucha continuidad disputando tan solo dos partidos de Liga y uno de Copa.
En el apartado social, hoy en día sí que podemos destacar a Blas Rocasolano dada su relación con la familia real española. Rocasolano fue tío abuelo de la reina Letizia, ya que su padre, Miguel Rocasolano, fue bisuabuelo materno de esta.
Justo al finalizar la temporada 1935/36, cuando aún militaba en las filas del Mirandilla FC, estalló la guerra civil, por lo que tuvo que regresar a Madrid, su ciudad natal, junto a sus hermanos y padres. Blas, que entonces contaba con 27 años, tuvo que combatir en el ejército republicano al igual que su hermano Francisco, abuelo de la reina Letizia. Su hermano Juan se salvó de enrolarse a filas gracias a una lesión en la mano que le eximió de ello. Blas estuvo enrolado en un batallón al que llamaban de artistas, pues estaba integrado por varios futbolistas y toreros.
Terminada la guerra Blas dejó la práctica del fútbol, su hermano Juan sin embargo continuó como futbolista llegando a jugar incluso en el Barcelona. Para ganarse la vida y sacar adelante a su familia en aquella España destrozada por la guerra, Blas desempeñó muchos oficios, como panadero en una tahona, hasta que finalmente entró a trabajar en una oficina bancaria que le propinó un sueldo fijo con el que pudo proporcionar a su familia cierta estabilidad. Su hermano Francisco se casó con una joven viuda llamada Enriqueta Rodríguez, haciéndose con una licencia de taxi. Su hermano Juan moría en la capital madrileña con tan solo 40 años. Ya a principio de los años 50 nació su sobrina María Paloma Rocasolano Rodríguez, madre de la futura reina de España. A principios de los años 90 murió en Madrid el bueno de Blas Rocasolano.
APUNTES HISTÓRICOS_ por Juan Sevilla, Área de Historia Cádiz CF
