Skip to main content
ES
Historia

Reseña histórica: ‘Milo’, innovación y psicología en el banquillo cadista

El Área de Historia nos recuerda la figura del técnico serbio que trajo métodos revolucionarios en los años 80

Milosevic asentó las bases de uno de los más grandes equipos cadistas de siempre, el de los años 80, aquel que quedó para la historia dejando una huella imborrable, probablemente los mejores años del cadismo. 

Dragoljub Milosevic, `Milo´ para la afición gaditana, esta considerado como uno de los mejores entrenadores de la historia del cadismo. Fue el padre futbolístico de un equipo formado básicamente por jugadores de Cádiz y la provincia, con los Juan José, Amarillo, Manolito, Linares, López, los Mejías, entre otros. Escribió no pocas de las mejores páginas de la historia del cadismo. 

Milosevic nace en 1929 en Valjevo, una pequeña ciudad a 90 Km. de Belgrado. Desde muy pequeño practica multitud de deportes como el balonmano, esquí, natación y boxeo, pero lo que más le atraía era el fútbol. 

El Estrella Roja le ficha como tercer portero. Pero sabiendo las pocas oportunidades que tendría como guardameta alternó su posición con la de delantero centro. 

En 1956 regresa a Valjevo, enrolándose en el Buducnost, donde destaca como máximo goleador. En este equipo simultanea las funciones de jugador con la de entrenador. En 1964 se convierte en el técnico más joven de la Primera División yugoslava al fichar por el Radnicki. Para en 1966 pasar al Sloboda donde forma una gran generación de jugadores, entre ellos un tal Radomir Antic. 

El Estrella Roja se fija en él y lo integra en su cuerpo técnico trabajando con Miljan Miljanic, con el que consigue cuatro títulos de Liga y dos Copa. Pasa luego al Vojvodina Novi Sad como primer técnico, con Vujadin Boskov como director general. 

Para el Campeonato Mundial de Alemania de 1974, Miljanic se lo lleva como primer ayudante. Terminado el Mundial le contrata el Valencia como preparador físico y tras año y medio regresa a Yugoslavia en 1976. 

El presidente cadista Manuel Irigoyen, conocedor de sus cualidades, fue a por su fichaje. En su presentación se muestra como un hombre modesto, que no alardea de su gran trayectoria en su país de origen. 

Durante su estancia en la capital gaditana, Milosevic se mostró como un gran profesional y sobre todo como una persona de gran calidad humana. Actuó siempre aplicando sus conocimientos psicológicos, desarrollando una gran labor de mentalización en los jugadores. Continuó buscando novedades en la metodología del entrenamiento, ideando entre otros artilugios las porterías móviles. 

En su primer año en el banquillo de Carranza consigue el ascenso a Primera División en el histórico partido disputado en Elche. En el verano de 1981 logra ganar el Trofeo Carranza por primera vez en la historia. Ya en Primera realizó una gran temporada 81/82, bautizando la prensa al Cádiz CF como el `Matagigantes´ por derrotar en Carranza a todos los grandes, pero no pudo evitar el descenso. 

Pese a ello, Irigoyen continuó confiando en el serbio, quien asumió con éxito el reto de reintegrar al equipo a Primera División. Gracias a la calidad de hombres como Pepe Mejías y `Mágico´ González de nuevo consiguió el milagro del ascenso por segunda vez consecutiva. En su cuarta temporada al frente del equipo cadista, la 83/84, los malos resultados ocasionan su cese en diciembre de 1983. 

Su vuelta a la entidad amarilla se produjo en la temporada 86/87, la del `play–off´. Sustituye a Manolo Cardo, pero no puede enderezar el rumbo del equipo por lo que fue reemplazado por David Vidal.  

Su estancia en la ciudad le marcó profundamente, llegando a afirmar, “yo nací otra vez en Cádiz”. Quién realmente nació en Cádiz fue su hijo pequeño, Marko. 

En octubre de 2005 la muerte le sorprendió en Pancevo (Serbia), cuando preparaba las maletas para viajar a su querida `Tacita de Plata´. 

APUNTES HISTÓRICOS_ por Juan Sevilla, Área de Historia Cádiz CF