Skip to main content
ES
Historia

Reseña histórica: La mujer en la historia del fútbol gaditano

Manolo Granado, del Área de Historia, analiza la evolución social del deporte

Tanto social, como cultural, como históricamente, el fútbol siempre ha sido considerado “cosa de hombres”, cosa de varones. Afortunadamente, desde sus orígenes al momento actual hemos evolucionado como sociedad, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.

En Cádiz, el foot-ball llega en los primeros años del S. XX, pero evidentemente como algo exclusivo de los varones. En una sociedad eminentemente patriarcal, esta idea ha venido relegando a la mujer a roles secundarios, reduciendo su participación a “embellecer” las gradas con su presencia o a realizar algún saque de honor. Y generación tras generación nos han educado en ello. Las mujeres quedaban en casa y su esporádica participación como jugadora estaba llena de prejuicios y hasta vista con una vis cómica. 

La presencia femenina en las gradas se valoraba “por su belleza y simpatía”, dando realce al evento; o destacando que acudían al campo atraídas por la banda de música después de tocar en el parque. Un artículo de la revista Madrid Sport de 1916 se dirigía a las mujeres en los siguientes términos: “(…) debemos poner cuanto esté de nuestra parte para que el foot-ball se os haga ameno, placentero, porque será la única manera de que sobre los barandales de nuestros campos sigan posándose vuestras manos blancas; para que los jugadores, aparte del convencimiento de su afición, tengan el estímulo de vuestra presencia, pues si el poeta dijo ‘por una sonrisa, un mundo’, excuso deciros lo que darán los jugadores por cien aplausos (…) y terminaré pidiendo a todos que en los campos de juego os tengan en cuenta para no privarnos del encanto de vuestra presencia”. En similares términos se expresaba Diario de Cádiz en 1917: “Se informa a las mujeres que el Español tiene establecido en el Campo del Tiro las condiciones más cómodas para que el elemento femenino, alma de toda fiesta, pueda asistir y dar más esplendor a la misma”. En el mismo año, la revista Deportes, Teatro y Toros, en la crónica de un partido, destacaba la presencia de mujeres: “(…) viéndose en las gradas distinguidas señoras y encantadoras señoritas que con su asistencia dieron más animación y realce a la fiesta deportiva”. 

Ya durante los años veinte la mujer comienza a pisar el cesped de los principales campos, pero no para jugar, sino para realizar el saque de honor. Por supuesto tal privilegio era para las esposas o hijas de las familias más poderosas, como sucede en la inauguración del Stadium González Byass de Jerez en 1927, con saque de honor a cargo de María del Carmen Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, hija del presidente del Consejo de Ministros, a la que acompaña la condesa de los Andes, siendo obsequiadas con ramos de flores. 

En los años treinta, algunos equipos tienen una “madrina”, por supuesto de familia oligárquica, que actúa como benefactora del club. También hay partidos especialmente relevantes en los que se designa una “madrina”, al estilo de “reina de la fiesta”, como sucede en la inauguración del estadio de Mirandilla en 1933. Diario de Cádiz se hace eco de tal acontecimiento, esperando que su presencia sea “un estímulo de aliento a los jugadores para dejar a buena altura el pabellón deportivo de Cádiz (...). la bellísima señorita Mª Luisa Gómez, una linda y encantadora rubita, a la que el pueblo deportivo en masa, rendirá el domingo 27 tributo de admiración”. Unos meses después, en un partido del Mirandilla FC frente al Athletic Club Triana, el saque de honor recae en “la señorita Angelita Núñez, que ha sido elegida Miss Dependienta”. 

Inmediatamente al cambio de nombre del equipo de Mirandilla FC a Cádiz FC estalla la guerra civil provocada por el golpe de Estado miliar y se paralizan la competiciones oficiales. Sin embargo, el equipo cadista se mantiene activo con partidos benéficos, algunos de los cuales son organizados por la Sección Femenina de Falange. Tras el final de la guerra y la reanudación de las competiciones, la presencia de la mujer en el fútbol es anecdótica y considerada fuera de lugar, ni siquiera se plantea su presencia, salvo como puntual acompañante del marido, y mucho menos su participación como jugadora. No obstante, es de destacar en estos años de mediados del siglo pasado, el relevante papel del equipo femenino de Hockey Sala del Cádiz CF, que llegaron a proclamarse hasta seis veces campeonas de España. En Cádiz también merece especial mención la labor de Isabel Leiro, que durante los años setenta organizó su propio equipo de fútbol infantil, el “Matadero”, al que dirigía con entusiasmo y entrega, siendo una pionera de la integración de la mujer en el varonil mundo del fútbol. 

En las últimas décadas se ha ido produciendo una progresiva inclusión de la mujer en el fútbol, aunque en todos los casos en menor proporción al de varones, comenzando a normalizarse su presencia en las gradas, en programas deportivos, tanto como presentadoras como analistas y como jugadoras. El propio Cádiz CF tiene actualmente su equipo femenino. Quizás la igualdad real pueda considerarse alcanzada cuando no haga falta ponerle el apelativo de “femenino” o cuando el de varones tenga que llevar el apelativo de “masculino” para diferenciarse del equipo de mujeres; o cuando haya una competición mixta, con los mejores jugadores y las mejores jugadoras.

 

APUNTES HISTÓRICOS. Manolo Granado, Área de Historia Cádiz CF