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Historia

Reseña histórica: El partido olvidado de España en Cádiz

El Área de Historia nos recuerda que el combinado nacional visitó nuestra ciudad hace algo más de 80 años

Con motivo del reciente partido de competición oficial entre las selecciones de España y Malta, la prensa local y nacional ha recordado los cuatro anteriores enfrentamientos de la Selección en Carranza, partidos de carácter amistosos, dejando en el olvido al primer partido del combinado nacional en Cádiz, hace algo más de 80 años. 

Tras el estallido de la guerra civil española las competiciones deportivas se paralizaron en todo el país. En Cádiz, el equipo representativo de la ciudad afrontaba esta situación disputando sólo enfrentamientos de carácter amistosos, buscando siempre la finalidad benéfica. 

A nivel nacional, la maquinaria propagandística del régimen, conocedora del poder de convocatoria de masas que representaba el fútbol, confeccionó un seleccionado con los mejores futbolistas afines al régimen y organizó un enfrentamiento a doble partido contra Portugal. Con estos encuentros se contribuía a proyectar una atmósfera de normalidad en medio del clima de nerviosismo e incertidumbre reinante en la España de aquella época. El fútbol se convertía en una válvula de escape psicológico con la que compensar una difícil existencia.   

El partido de ida se celebró en Vigo el 28 de noviembre de 1937, en el mismo los portugueses se impusieron por un tanteo de 1 a 2. Para preparar el partido de vuelta, el combinado nacionalista se concentró en la ciudad de Sevilla y se ideó organizar una gira preparatoria por las ciudades cercanas a la capital andaluza para conseguir incrementar la popularidad del régimen franquista.

Era empresa difícil y complicada montar un partido de esta importancia mientras la gente tenía puesta su atención en los frentes de batalla, pero la entusiasta y trabajadora directiva cadista, formada por los señores Sánchez, Montesinos y Martín de Mora, se impuso la tarea de lograrlo para la ciudad de Cádiz. Sin pérdida de tiempo se desplazaron a Sevilla y consiguieron, tras arduas y prolongadas negociaciones, el compromiso de celebrar uno de aquellos encuentros preparatorios en la Tacita de Plata. 

Nunca se había celebrado en Cádiz un encuentro de este nivel. La expectación que se creo fue enorme, con demanda de localidades desde todos los pueblos de la provincia, atraídos por la presencia en el campo de jugadores de carácter internacional. 

El Campo de Deportes Mirandilla fue exornado convenientemente para el acontecimiento. Los equipos se disputarían una magnífica copa de plata donada por la Diputación Provincial y la firma vinatera jerezana González Byass, ofreció un precioso “Tío Pepe” de oro al jugador que obtuviera el primer tanto de la tarde. 

El día antes del encuentro llegó a tierras gaditanas la desagradable noticia de que el seleccionador nacional, el doctor Amadeo García Salazar, en su desplazamiento desde Burgos hacia Cádiz, había sufrido un aparatoso accidente de tráfico que estuvo a punto de costarle la vida. 

Llegó el 2 de enero de 1938; un frío intenso y una pertinaz lluvia desde las primeras horas de la mañana, vinieron a deslucir el espectáculo. A la hora de comenzar el encuentro, tres de la tarde, aumentó la lluvia de manera considerable, haciendo que los jugadores se tuvieran que desenvolver en un verdadero barrizal. Esto no fue inconveniente para que al campo concurrieran unos dos mil aficionados, que paraguas en mano siguieron el desarrollo del juego. 

Deslucida quedó la parte protocolaria del partido, la bella madrina del mismo, la señorita Angelita Vázquez, pese a la que caía, con gran heroísmo, se empecinó en hacer el saque de honor. Bajo las órdenes del colegiado sevillano Manolo Ocaña se alinearon por la Selección Nacional: Eizaguirre; Ciriaco, Quincoces (capitán); Aranaz, Germán, Ipiña; Epi, Vergara, Campanal, Herrerita y Vázquez. Mientras que por el bando cadista lo hicieron: Inchausti; Núñez, Joaquín (Félix); Peral, Beguiristain (capitán), Alcázar; Saro, Torrontegui, Agustín, Leoncito y Bracero. 

El primer tanto de la tarde fue precisamente el único que logró apuntarse el Cádiz F.C., su autor fue el sevillista Bracero, al rematar por encima de Eizaguirre. El primer gol de la Selección fue de un fuerte y raso tiro de Campanal, el segundo fue una jugada individual de Vázquez, en el tercero Epi aprovechó una falsa salida de Inchausti para rematar a gol y el cuarto obra de Campanal en un zapatazo imparable. En el segundo tiempo, la Selección marcó un sólo tanto obra de Campanal, quién redondeo un gran partido. 

Al día siguiente los expedicionarios fueron recibidos con gran cordialidad por el alcalde Juan de Dios Molina, con quien departieron un agradable rato. 

APUNTES HISTÓRICOS_ por Juan Sevilla, Área de Historia Cádiz CF