Hablar de “Mágico” en Cádiz nos traslada a la época dorada de los años 80, a un “mito” del cadismo, a El Salvador. Pero hoy vamos a recuperar a otro “Mágico”, un “Mágico” muy anterior, de la década de los 30 y que curiosamente también nos traslada a Salvador, a Salvador Espinosa de los Monteros.
Espinosa de los Monteros era un jugador especial, un extremo con las medias caídas, con aspecto desgarbado y sensación de desgana, pero capaz de hacer maravillas con el balón en los pies. Amante de la filigrana, del regate, de revolverse sobre sí mismo, de buscar “burlas” a un contrario y volver a buscarlo para una nueva finta. Fuera del campo era especialmente extrovertido, sin ningún tipo de rigor o atadura, dejándose llevar por su instinto, descarado, pleno de improvisación. Ni que decir tiene que esto le hizo ganarse grandes admiradores, pero también enormes detractores, que le demandaban más eficacia en su juego.
Espinosa de los Monteros nació en Puerto Real en 1914 y desde muy niño ya mostraba unas habilidades espectaculares. Bajo el seudónimo de “el trece”, encandilaba desde las filas del Juventud Deportiva de Puerto Real. Su fama hizo que en el verano de 1933 firmara un contrato profesional por el Sevilla FC. Sin embargo, el rigor del profesionalismo no iban con Espinosa. Jugó 5 partidos de Liga y regresó a Puerto Real. Durante dos años juega como amateur en diferentes equipos, Jerez FC, San Fernando o Cádiz Sporting Club, hasta firmar un nuevo contrato profesional, esta vez con el Mirandilla FC, que iba a competir en Segunda División.
Pronto se convierte en ídolo del cadismo y tiene el honor de marcar el primer gol de nuestro Club, todavía como Mirandilla FC, en Segunda. Cuenta que en una ocasión se coló dando regates hasta dentro de la portería.
Tras la Guerra Civil, regresa en 1939 al ya renombrado Cádiz FC para jugar de nuevo en segunda. Espinosa promete mayor seriedad y compromiso, pero nada más lejos de la realidad, y su entrenador, no cuenta con él para una temporada en la que se está a punto de ascender a Primera. A la temporada siguiente juega algo más, pero los años no perdonan y termina fichando por la Balona. Dos temporadas después regresaría al Cádiz CF, entonces llamado Hércules de Cádiz, para una nefasta temporada en Tercera con descenso a Regional. Ya no es el de antes y el público se le echa encima.
El día de los santos inocentes de 1943, Espinosa presentaba su retirada. Se iba uno de los mejores y más emblemáticos jugadores de la historia cadista, El Trece, el Mágico de Puerto Real, Salvador Espinosa de los Monteros.
Manuel Granado, Área de Historia del Cádiz CF.