El triunfo de hoy tiene más mérito si cabe, porque tenían varias dificultades los amarillos. Tenían que jugar en El Puerto (debido a las obras de Carranza), con lo que eso significa en lo que a afluencia de aficionados se refiere. No obstante hay que felicitar a los más de 1000 cadistas que se dieron cita en las gradas.
Otro inconveniente era el terreno de juego, de hierba artificial, algo que a priori beneficiaba a los visitantes, cuyo campo era del mismo material. Pero desde la llegada de Calderón al banquillo, no hay inconvenientes para este Cádiz B al que nadie puede parar.
A eso hay que sumar que los sevillanos se pusieron por delante en el marcador. Y el colegiado, que masacró a tarjetas a los locales. Pero donde este equipo antes se hundía, ahora pelea como gato panza arriba, y siempre creyó en sus posibilidades. Fruto de ello llegó el empate, a manos de Chico, que se está destapando como un acierto tremendo al ser promocionado del juvenil.
Daba la vuelta al marcador Lillo, con el 2-1. Pero aún quedaba mucho que sufrir. Faly de penalti recuperaba la igualada.
El colegiado mantenía su actitud desafiante, mientras que los visitantes, que daban el resultado por bueno, perdían tiempo de todas las formas posible. El Cádiz B se iba arriba con todo, buscando con todo la victoria, que llegó de forma apoteósica cuando Solano, en un cabezazo soberbio, hacía el 3-2 definitivo en el minuto 93.
