En la temporada 1950/51, el Cádiz CF nombró nuevo entrenador a José Peralta Nicolás, que dos temporadas antes había conseguido ascender a la UD Lérida a Segunda División. Con la idea de repetir el éxito, decidió incorporar la base del equipo catalán al propio Cádiz CF
Aquella temporada fue muy complicada para el Cádiz CF. En la parte institucional, la crisis económica provocó un vacío de poder importante que estuvo a punto de suponer la desaparición del club. D. Vicente del Moral en representación del Ayuntamiento de la ciudad, tomó parte activa en la infructuosa búsqueda de un nuevo presidente para la Entidad, teniendo que asumir finalmente el cargo. Entre sus medidas estuvo cambiar los colores del club a morado o bermejo en homenaje al pendón de la ciudad.
En la parte deportiva, José Peralta que fue campeón de España en atletismo durante tres años además de un reputado preparador físico decidió incorporar entre otros, hasta seis jugadores del equipo ilerdense que la temporada anterior habían logrado subir al equipo a Primera División.
Estos jugadores fueron: Cala (en su segunda etapa en el club), Ferrando, Amat, Vega, Modol y Remacha.
Pero el invento no funcionó. El Cádiz CF se mantuvo durante todo el campeonato en la zona media de la clasificación y en febrero, una vez salvado matemáticamente del descenso, comenzó a dar la carta de libertad a diversos jugadores para así ahorrarse una buena cantidad económica y no aumentar el déficit que arrastraba el club.
Por su parte, José Peralta en un gesto que le honraba decidió rescindir su contrato en marzo y marcharse sin cobrar el resto de la temporada.
Al final del campeonato, el Cádiz CF fue octavo. La situación del club mejoró sustancialmente con la reducción del déficit y la llegada de Juan Ramón de Cilleruelo a la presidencia del club. Se recuperaron los colores habituales del equipo (amarillo y azul) y se afrontó con optimismo el futuro con el deseo de ascender lo antes posible a Segunda División, lo cual se lograría en la temporada 1954/55.
APUNTES HISTÓRICOS_ por Juan A. Lebrero, Área de Historia Cádiz CF
