En la temporada 1981/82, el Cádiz CF, recién ascendido a Primera División, decidió incorporar a su plantilla a los internacionales por la extinta Checoslovaquia, Jan Pivarnik y Dusan Gallis. El decepcionante rendimiento de ambos jugadores hizo que causaran baja en la plantilla a mitad de temporada.
El fichaje de estos jugadores creó mucha expectación en el cadismo, acudiendo a su primer entrenamiento en un número superior a los dos mil aficionados. Pero estos fichajes estuvieron envueltos en un halo de misterio y hasta de engaño.
Jan Pivarnik había viajado a Cádiz a final de la temporada anterior sin permiso de su club bajo una identidad falsa. Se dijo que era un centrocampista internacional polaco de treinta años llamado Pietkowski. Incluso llegó a ser alineado en un amistoso ante el Córdoba CF. La realidad se descubrió poco después por un desliz de su representante, un yugoslavo llamado Markovic.
Lo cierto que Jan Pivarnik tenía un pasado glorioso. Había formado parte de la selección checoslovaca que participó en el Mundial de México en 1970 y fue campeón de Europa en 1976 jugando de lateral derecho, su verdadera posición. Pero en el momento de su fichaje por el Cádiz CF ya tenía treinta y cuatro años y estaba apurando sus últimos días de jugador en un modesto club austriaco, el SC Neuseld am See 1919. Por su parte, Dusan Gallis tenía treinta y dos años, procedía del Slovan de Bratislava. Era un delantero centro de gran envergadura y había tenido un breve paso por su selección nacional.
La llegada a nuestra ciudad se demoró varios días, al no tener el correspondiente visado de salida del organismo deportivo competente. Pero además decidieron hacer el trayecto Praga-Cádiz ¡en coche! Pivarnik se había comprado un vehículo nuevo, necesitaba rodaje, no podía correr mucho y encima habían cogido mal tiempo a su paso por Austria.
En el plano deportivo no fueron muy utilizados. En liga, Gallis fue alineado en seis partidos, marcando un gol mientras que Pivarnik lo hizo en sólo tres ocasiones.
Ante esta tesitura debido a su nulo rendimiento, el club decidió dar de baja a ambos jugadores en el mes de diciembre. Se trataba de poder recuperar la inversión realizada que ascendía hasta ese momento a seis millones de pesetas. Se habló del interés de diversos clubs por el fichaje de los jugadores y poder recuperar al menos la mitad de lo desembolsado. Pero la realidad fue que la verdadera edad de los jugadores jugó en contra de los intereses del Cádiz CF. Se tuvo que dar por satisfecho en ahorrarse nueve millones de pesetas que era la cantidad complementaria que habría tenido que abonar si los jugadores hubiesen permanecido en la plantilla.
Por su parte, el Cádiz CF se reforzó en enero con Portugal y Culafic, pero fue insuficiente para conservar la categoría, descendiendo a Segunda División.
APUNTES HISTÓRICOS_ por Juan A. Lebrero, Área de Historia Cádiz CF
