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General

Que venga siempre el Ejido

La racha del Cádiz continúa. De no ser por las dos primeras derrotas, el Cádiz sería líder indiscutible, y a falta de lo que ocurra mañana, es segundo y tiene seguro estar entre los puestos de ascenso. El Poli Eji

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La racha del Cádiz continúa. De no ser por las dos primeras derrotas, el Cádiz sería líder indiscutible, y a falta de lo que ocurra mañana, es segundo y tiene seguro estar entre los puestos de ascenso. El Poli Ejido, al que parece que los amarillos le tienen tomada la medida, volvió a salir goleado (3-0) y queda tocado, mientras que la moral de los locales sigue creciendo. La escuadra amarilla parece no tener techo deportivo esta temporada.

La primera parte estuvo a su vez dividida en dos mitades, una para cada equipo. La primera fue de claro color amarillo. En un comienzo muy similar al de Salamanca hace seis días, no contaban cinco minutos de encuentro cuando los locales ya ganaban por 1-0. También como pasara en El Helmántico, Manolo Pérez botaba un córner, y en vez de ser rematado por De Quintana, lo era por Pavoni, que hacía el primero de la tarde. El tanto, que mandó a la basura todos los estudios previos de cada técnico, dejó totalmente noqueados a los celestes, que estuvieron a merced de un Cádiz que pudo haber machacado a su rival. El partido tenía una sola dirección, y los amarillos iban lanzados contra el portal de Kike. A la defensa visitante no le llegaba la camisa al cuello, y mucho menos a su entrenador, que se desgañitaba en la banda. Paz mandó un cabezazo al larguero, Sesma recibió de Oli solo, pero le cayó a la derecha y disparó desviado, al canario le fue anulado un gol cuanto menos muy dudoso, y así podríamos seguir todo el día. Un auténtico monólogo, que sin embargo no tuvo recompensa de cara al gol. El Cádiz se ensañaba a balón parado, donde ponía en muchísimos apuros al equipo almeriense. En una falta botada de nuevo por Manolo Pérez, Paz se volvía a encontrar con la madera, esta vez con el poste izquierdo. La presión era asfixiante y Armando casi bostezaba en su apenas vista portería.

Todo esto hasta que llegó el ecuador de la primera parte. Entonces el Poli se zafó del aplastante dominio cadista, y gracias a los buenos movimientos de Toedtli en la delantera, que bajaba muchísimos balones aéreos, empezaron las llegadas del equipo de Pepe Mel. En el minuto 28 llegó la ocasión más clara para el Poli Ejido, en un doble remate de Corona que De Quintana, bajo la línea, salvó sendas veces, con Armando ya batido. Luego Toedtli y Urbano, con un tiro lejano que se fue besando el travesaño, aumentaron la estadística de oportunidades, pero el marcador no se movería, pese a la insistencia de los ejidenses en la recta final del primer acto.

La segunda parte comenzaría como la primera, con los de Espárrago dominando y presionando la salida del juego visitante. Se pudo sentenciar en estos momentos iniciales, con alguna oportunidad clara, sobre todo un robo de balón de Dani Navarrete en una mala cesión, pero el catalán pecó de individualismo, y prefirió intentarlo cuando Oli sólo habría tenido que empujar.

Este empuje inicial sin embargo fue sólo un espejismo. Enseguida el Poli Ejido se hizo con el balón y se conjuró para empatar el encuentro. Así las cosas, el Cádiz prefirió pertrecharse atrás y contener las acometidas de los de Pepe Mel, esperando poder sentenciar a la contra. Continuando con los paralelismos del partido en Salamanca, cuando peor lo pasaba el Cádiz y parecía que el empate era sólo cuestión de tiempo, una contra de las que se enseñan en las escuelas, hacía el 2-0. Oli abre en profundidad a Sesma, el canario apura hasta línea de fondo y cede a Dani Navarrete, que llegaba desde atrás y cruzaba con la testa al segundo palo, para disgusto de Kike.

La puntilla para los de Mel llegó poco después, con la expulsión de Velasco por ver su segunda amarilla. El choque, que había sido de guante limpio en la primera parte (donde no se enseñó ninguna tarjeta), se volvió muy bronco tras el segundo tanto cadista, y se vieron jugadas muy feas. Con el 2-0 el Poli Ejido no se rindió, pero casi. Se intentó buscar el empate, pero ya sin orden ni concierto, con corazón pero sin nada de cabeza, y así el Cádiz lo tuvo fácil para conjurar el peligro cuando éste se producía. El juego estaba parado continuamente por las constantes faltas, y eso favorecía los intereses de la escuadra amarilla.

No obstante el Poli Ejido pudo meterse en el partido, si en un mano a mano entre Toedtli y Armando se hubiera impuesto el atacante celeste, pero lo hizo el meta vasco y esta vez sí el encuentro murió definitivamente, escribiéndose el epitafio poco a poco. Con el tiempo ya cumplido, gran alegría para un jugador que no lo estaba pasando bien esta temporada: chut de Fredi que despeja Kike, pero De Gomar, atento, empuja el tercero a la red. El colegiado decidió que ya estaba claro el vencedor, y acto seguido mandó a los protagonistas a las duchas.

Gran salto del Cádiz, que definitivamente se instala en la lucha por los puestos altos de la tabla, tras vencer a otro de los llamados a estar arriba. Una derrota en los últimos once partidos son guarismos de equipo para hacer algo grande.