Le apuntaron que en los entrenamientos se le ve actuando a un nivel muy alto y suele ser uno de los jugadores más destacados. “Para mí es importante que valoréis eso. En principio uno entrena para entrar en el equipo, pero si el entrenador no te saca acabas trabajando para uno mismo y para superarme cada día”. Agregó que “si los que veis los entrenamientos percibís eso, ya es importante”.
Yendo más allá comentó, visiblemente resignado, que “lo más importante es jugar los domingos, pero yo no hago las alineaciones. Llevamos seis partidos sin ganar y que cada uno obre como quiera”.
Sacó pecho al afirmar que “llevó catorce años de profesional y estoy a un partido de jugar 150 encuentros en Segunda División y ojalá pueda alcanzar esa cifra para tener un premio personal”.
El centrocampista, que acaba contrato esta temporada, habló de su renovación: “Es algo que no me preocupa, porque no estoy jugando y así tengo pocas opciones de seguir”. Reconoció que “estoy trabajando para estar bien físicamente y para estar contento, aunque me refugio en la música para seguir motivado”.
Le preguntaron si se sentía decepcionado por la situación. Cargado de sinceridad respondió que “sí. Sólo he jugado de manera seguida con el Ejido y el Xerez, personalmente salí muy contento, y desde entonces sólo he jugado veinte minutos (Vecindario y Castellón)”.
