Los jugadores del Cádiz CF reconocieron al final del encuentro que ciertos fallos defensivos les habían llevado a perder el encuentro, un partido en el que volvía al once inicial Aitor Núñez.
El lateral derecho confesaba que era “un mal resultado y estamos tristes porque hemos recibido tres goles. La defensa estaba haciendo un buen trabajo y hoy ha faltado algo en ese aspecto. Nos habíamos propuesto no encajar goles y ser muy duros en esa faceta del partido y hoy ha sido todo lo contrario”.
“Volvía al equipo y lo que quería era ganar, pero a partir de ahora hay que subir la cabeza y volver a entrenar”, añadía.
El jugador que en los últimos encuentros había ocupado esa posición era Moke, que esta vez ocupó el centro del campo junto a Granell, algo que “no me perjudicó porque he jugado ahí más veces y creo que he estado bien y he intentado ayudar al equipo. Estoy fastidiado por la derrota”.
A pesar de todo, el jugador volvió a mostrar su confianza en el equipo: “Llevábamos tres partidos ganando y haciendo las cosas bien y este partido hubiera sido para dar un golpe en la mesa grande y que la gente tuviera en cuenta al Cádiz. Esto no se acaba aquí, ahora hay que pensar en ganar el partido de casa”.
