Han pasado seis años desde aquel mayo del 2001, cuando nuestro club estaba al borde de la desaparición, y un grupo de amigos dimos el paso al frente para evitarlo. No voy a repetir lo trágica que era la situación en aquel momento y cómo ha cambiado en estos años. No lo voy a repetir porque esa es una historia que ya todos conocéis. Pero no cabe duda de que me encuentro muy satisfecho de todo ese trabajo realizado, y de que el Cádiz sea hoy un club consolidado y con proyección de futuro.
Satisfecho y orgulloso. Orgulloso de mucha gente que me han acompañado en este camino. Un equipo de profesionales impresionante, que se ha desvivido en la sombra para transformarlo en una sociedad organizada, sin lugar a dudas uno de los clubes mejor estructurados de toda la Liga. Ellos han sido los verdaderos artífices, esos empleados que han formado, más que una empresa, una familia.
Orgulloso también del grupo de futbolistas que en estos años han llevado al Cádiz a la cima del fútbol profesional, allá donde todos soñábamos. Me consta que la gran mayoría de ellos han sentido como suyo estos colores que para los cadistas son gloria bendita.
Agradecido a las muchas personas, instituciones y colectivos que durante este año nos han mostrado su apoyo para aupar al Cádiz día tras día.
Y por supuesto, satisfecho y feliz de ese grupo de amigos que nos embarcamos en esta andadura y que han conformado el Consejo. Sin su apoyo incondicional no hubiera sido posible este crecimiento de la entidad. Pero hay algo más importante. Sin su generosidad no se hubiera podido firmar esta última página de nuestra etapa. Todos ellos han estado de acuerdo en optar por la opción más beneficiosa para el Cádiz, aún perjudicando sus intereses.
Respecto a los destinatarios de esta carta, los aficionados, qué os puedo decir. Los que deambulábais por esos campos de Segunda B sabéis bien cómo hemos disfrutado estos años. No se puede evitar que a uno se le pongan los vellos de punta recordando momentos como el final del partido con el Universidad Las Palmas, o reviviendo los dos goles en Chapín. Quedará siempre en mi retina las caras felices de miles de vosotros que pude apreciar montando en ese autobús del ascenso. Esos momentos compensan cualquier otro vivido.
Una afición grande se hace día a día, dando ejemplo continuo. La afición del Cádiz es hoy orgullo de este club y de su tierra. Que no decaiga, aun queda mucho camino por recorrer. Seguro que seguiréis demostrando a toda España que aquí, en este rincón marinero, se vive el fútbol, su pasión, y el amarillo como en ningún lugar del mundo.
Todos sabéis que hace algunas semanas decidí dar por finalizada mi etapa en el Cádiz. Nunca me consideré eterno en este cargo. He tenido claro desde el principio que haría todo lo posible para hacer que el Cádiz siga creciendo. Y creo que era el momento oportuno para dar paso a un nuevo proyecto.
Han sido seis años de trabajo intenso, y hay momentos en la vida en los que uno necesita hacer un alto en el camino, por tus amigos, por tu familia y por uno mismo. No es fácil levantarse cada mañana sometido a la tensión de unos resultados, del comentario de la calle, o del artículo despiadado de cada día. Supongo que todo el mundo tiene derecho a opinar lo que considere, pero cuando crees que esos comentarios pueden afectar a las personas que te rodean, también uno tiene derecho a pasar página.
Me voy satisfecho, y tranquilo. La tranquilidad que da el haber hecho siempre lo que consideraba mejor para el Cádiz. La tranquilidad de estar seguro de haber buscado la mejor salida posible, la deseada por todos. La última gran labor que podía hacer por el Cádiz era buscar un grupo dispuesto a llevar a nuestro club a lo más alto; un grupo con seriedad, capacidad y solvencia. Era lo que todos soñábais, y estoy convencido de haberlo conseguido. Es el último granito de arena que podía poner.
En los próximos días volveré a ser lo que nunca he dejado de ser, un aficionado más del Cádiz. Alguien que sufra, que se divierta, que sea feliz con los triunfos de nuestro equipo. Desde que llegué a Cádiz hace más de veinte años, y me enamoró esta ciudad, siempre he sido algo de lo que me considero muy orgulloso… un cadista más como vosotros. Muchas gracias a todos.
Antonio Muñoz.
