El salvadoreño y Carmelo eran dos de los futbolistas más emblemáticos de aquel Cádiz de Primera. Jugar de amarillo "era la ilusión de mi vida", afirma el que fuera uno de los mejores defensas de la época. "Al principio de mi carrera me tuve que ir, pero luego el destino me tenía reservado volver para vivir mi mejor etapa como futbolista", sentencia Carmelo en la entrevista. El ex jugador vive desvinculado del fútbol, pero asegura que "sigo al Cádiz hasta que me muera, porque es mi equipo" y desea que "ojalá dure otros cien años más".
El salvadoreño y Carmelo eran dos de los futbolistas más emblemáticos de aquel Cádiz de Primera. Jugar de amarillo "era la ilusión de mi vida", afirma el que fuera uno de los mejores defensas de la época. "Al principio de mi carrera me tuve que ir, pero luego el destino me tenía reservado volver para vivir mi mejor etapa como futbolista", sentencia Carmelo en la entrevista. El ex jugador vive desvinculado del fútbol, pero asegura que "sigo al Cádiz hasta que me muera, porque es mi equipo" y desea que "ojalá dure otros cien años más".
