Como es común en los arranques del Atlético de Madrid, Griezmann inauguraba el partido sacando su calidad para enviar un balón al palo a los tres minutos de juego y plantarse poco después ante Conan tras regatear a varios jugadores cadistas. Serían los de Sergio González quienes, a los doce minutos, se adelantaban en el marcador con un tanto de Lucas Pires a centro raso de Chris Ramos.
Esta jugada supuso un jarro de agua fría para los locales, que vieron cómo Fali desde el centro del campo estuvo a punto de hacer el segundo con un disparo que se iba del campo rozando el palo ante la mirada de Jan Oblak. En el 27, Roger Marí se plantaba ante el guardameta local tras un gran saque de Conan para batir con una vaselina al portero y poner el cero a dos en el luminoso.
Pasada la media hora, Correa remataba con la cabeza un centro desde la derecha para recortar distancias en el marcador. En esta jugada, Fali se lesionaba dando su sitio a Momo Mbaye. Tras el gol, los madrileños se volvían a meter en el partido y volvían a merodear el área de Ledesma. Pese a ello, al descanso vencían los cadistas por uno a dos.
Nada más arrancar el segundo tiempo, Molina llegaba al área para cazar un balón rechazada tras una parada de Conan para perforar la portería cadista e igualar la contienda. Minutos después, Griezmann buscaba el tercero con un disparo desde el pico del área, apareciendo Conan Ledesma con una magnífica estirada para evitar el gol.
En el 67’, Correa culminaba un contragolpe al primer toque de los locales para batir en el área pequeña al portero cadista y poner el tres a dos en el marcador. Los cadistas, tras encajar el gol, buscaron adelantar sus líneas para pelear por volver a poner el empate, pero la defensa local se mostró muy sólida y los tres puntos se quedaron en el Metropolitano.
