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25 años después

El Cádiz Club de Fútbol lograba su segundo ascenso a Primera División hace 25 años, concretamente el 24 mayo de 1981 en Elche. El equipo amarillo conseguía, contra todo pronóstico, la hazaña de asc

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El Cádiz Club de Fútbol lograba su segundo ascenso a Primera División hace 25 años, concretamente el 24 mayo de 1981 en Elche.

El equipo amarillo conseguía, contra todo pronóstico, la hazaña de ascender nuevamente a Primera en el Nuevo Estadio de Elche, en una última jornada en la que al conjunto local le valía el empate para logar el objetivo. El Cádiz venció 1 a 2.

El pasado martes, en el Ramón de Carranza, se revivió ese momento, de los más increíbles de la historia del cadismo, al reunirse todos los jugadores que formaban la plantilla que por aquella época entrenaba el recientemente fallecido Milosevic. A la cita del aniversario acudían: Bocoya, Recio, Juan José, Dos Santos, Hugo Vaca, Chano, Manolito, Linares, Zúñiga, Rosado, Pepe Mejías, Mané, Escobar, Luque, Manolo López y Choquet. Del once inicial en aquel duelo ya mítico sólo faltó Antonio Bermúdez Amarillo.

El aniversario fue un emotivo reencuentro de compañeros y amigos de aquel especial equipo plagado de jóvenes futbolistas en su mayoría gaditanos que firmaron uno de los ascensos más recordados de la historia del Cádiz.

Durante la mañana atendieron a diferentes medios de comunicación y posteriormente se dirigieron al restaurante La Marea del Centro Nautico Elcano.

Aprovechamos para entrevistar a tres jugadores que formaron parte de aquella mítica plantilla, concretamente Juan José, Manolo López y Chico Linares.


‘Sandokan’ Juan José, que jugó en el Real Madrid y llegó a ser internacional absoluto en cuatro ocasiones, comentaba que en aquella temporada “nadie daba un duro por nosotros, teníamos que ganar los últimos siete partidos para ascender. Fue bonito porque ascendimos cuando había mucha gente que dudaba de nosotros”.

Recordó lo que todos destacan, la cohesión en el grupo: “Formábamos un grupo plagados de canteranos, salvo Hugo Vaca, Dos Santos y Zúñiga, todos salíamos de las secciones inferiores del Cádiz”.

Como podemos apreciar en las imágenes del reencuentro, todos destacan lo bonito de la iniciativa. “El reencuentro con compañeros que hacía años que no veía ha sido muy emotivo. Pasamos unos momentos muy buenos”.

Juan José acabó reflexionando sobre la importancia de un club de la talla del nuestro, por encima de las personas: “Aquí lo que queda es el Cádiz CF como institución y su historia. Los jugadores, directivos y periodistas están de paso, eso es lo bonito de pertenecer a un equipo de fútbol”.


Manolo López, actual entrenador del Balón Cadete B, tampoco disimulaba la alegría por el reencuentro con los ex-compañeros: “Después de tanto tiempo es muy bonito el volvernos a ver todos, muchos jugadores viven fuera y se han desplazado para recordar el ascenso de hace 25 años. Da alegría el volver a ver a los antiguos compañeros. Estábamos muy unidos”, agregaba.

Recordó cuál era, a su juicio, la clave de aquel conjunto entrenado por Milosevic. “El éxito de ese equipo se basaba en la unión del grupo y el ser gaditanos. El salir de la cantera, el conocernos bien hizo que tuviéramos un conjunto muy equilibrado”.

Manolo López rememoraba, como si fuera ayer, el ambiente vivido en Elche: “Creo que fue una de las pocas veces que se llenó el campo del Elche, era un estadio repleto de público que hacía un ambiente duro. Nosotros pensábamos en ganar, ganar y ganar. Recuerdo que en el autobús íbamos cantando la canción del ‘vaporcito del puerto’, eso era señal de la buena mentalidad que teníamos”.



Chico Linares, otro de los históricos que ha vestido la elástica amarilla y que llegó a ocupar el banquillo del Cádiz CF, comentaba lo importante que fue lo logrado hace 25 años: “Conseguimos una cosa importante, el ascender a Primera División. Recuerdo que tuvimos una liga difícil, porque había que ganar muchos partidos. Incluso en el último choque al Elche le valía el empate en casa”.

Siguió comentando cómo fue aquella temporada. “Hicimos una mala primera vuelta, pero la segunda fue espectacular, perdiendo sólo un partido. Al final ganamos a un rival directo en su propio campo. Lo viví, aunque no jugué, de una manera muy intensa, ya que ellos lo tenían todo preparado para ascender y no lo hicieron”.

Linares finalizaba recordando con una sonrisa en la boca “el gran ambiente que había en aquel vestuario. Éramos casi todos de la provincia y nos conocíamos bien. Más que compañeros éramos, y somos, amigos. Da mucha alegría el volvernos a ver todos”.