El Cádiz sumó un valioso punto en su visita al Nuevo Los Cármenes de Granada en un partido en el que los de Paco López pudieron haber conseguido la victoria en una de las oportunidades más claras del partido: una vaselina de Roger que sacó la defensa local bajo palos.
Comenzó el Cádiz entregándole la posesión del balón al Granada, que se asomó a las inmediaciones de David Gil con cierta frecuencia en los primeros minutos de partido, pero sin encontrar el camino del gol.
Por su parte, los pupilos de Paco López se centraban en robar y salir rápido al contragolpe. De esta forma, sobre todo a través de Brian Ocampo, lograron llevar el peligro a la portería de Diego Mariño, que salvó en dos ocasiones a su equipo tras dos errores defensivos.
La oportunidad más clara del equipo amarillo llegaría, en cualquier caso, a falta de poco menos de cinco minutos para que se alcanzara el tiempo de descanso. Javier Ontiveros lanzó un saque de esquina dirigido a la frontal del área y desde allí, de primeras, disparó Matos de volea, pero el balón se marchó, por poco, por encima de la meta rival.
Poco después fue Brian Ocampo quien, de nuevo, probó fortuna. El uruguayo disparó desde el vértice del área, obligando al portero local a intervenir de manera magistral para evitar el primer gol cadista en Los Cármenes.
Tras la reanudación, la tónica fue similar a la del inicio. El Granada se volcó al ataque y, de hecho, obligó a David Gil a hacer una parada salvadora para mantener la igualada en el marcador.
Justo después, Roger respondió con una vaselina en el interior del área que tuvo que salvar un defensor local bajo palos cuando ya se cantaba el 0-1 en la sección de los aficionados amarillos.
A falta de un cuarto de hora para la conclusión del partido, Tsitaishvili estrelló la pelota en el poste tras un disparo desde la frontal del área. Sería la mejor, y la última, ocasión de un choque que finalizó con el empate inicial en el marcador.