0-0 I Dominio sin premio para el Mirandilla

El Cádiz CF Mirandilla firmó un partido muy completo en la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz, donde fue superior en intención, ocasiones y dominio ante un Pozoblanco que sobrevivió gracias a su portero y a momentos puntuales de fortuna. El encuentro comenzó con los amarillos volcados desde el primer instante: en el minuto 2, Niza obligó al guardameta visitante a estirarse con un disparo peligroso en la primera ocasión clara del partido.

El Pozoblanco respondió en el minuto 5 con un tiro aislado que golpeó la cepa del poste, su acción más destacada del primer tiempo. Tras un primer cuarto de hora igualado, el Mirandilla volvió a generar peligro en el 19’ con una falta lanzada por Brandon que el portero rival despejó con apuros. Mbemba vería la amarilla en el 22’, y antes del descanso llegaría otro momento de tensión ofensiva amarilla, aunque el marcador se mantendría 0-0. Vargas también fue amonestado en los compases finales del primer acto, y Rubio aprovechó para introducir el primer cambio: Insúa por Mbemba en el 34’.

La segunda mitad empezó con el Mirandilla aún más enchufado. José González ingresó al campo y enseguida se notó su presencia: en el 46’, un centro de Niza generó peligro sin encontrar rematador por centímetros.

La presión amarilla fue en aumento y en el 55’ llegó una de las grandes ocasiones del partido, con un disparo potentísimo de José González que rozó el poste derecho. Solo un minuto después, los amarillos tuvieron una doble oportunidad clarísima para abrir el marcador, demostrando que estaban muy por encima en ritmo y ambición.

El equipo siguió creciendo con la entrada de Tinoco y Diawara en el 72’, mientras el Pozoblanco se veía obligado a defender cada vez más atrás. Raúl López fue amonestado en el 54’, Niza en el 64’, y ya en el tramo final vieron tarjeta Kilian en el 75’ y Fran Gómez en el 80’.Por parte visitante, Hugo dejó su sitio a Ángel en el 74’.

El dominio fue del Mirandilla prácticamente de principio a fin, con más llegada, más insistencia y más sensación de peligro, pero sin el acierto necesario para transformar el esfuerzo en gol en un duelo que mereció teñirse de amarillo.