Durante la década de los 50, la relación de hermandad entre el Cádiz CF y el Sevilla FC (entonces Sevilla CF) venía protagonizada por los hermanos Carranza, Ramón como presidente del club hispalense y José León como alcalde de Cádiz.
La relación de amistad y colaboración entre ambos clubes venía de antaño, pero se fortaleció a partir de 1948, cuando llega a la presidencia sevillista Ramón Sánchez Pizjuán, un enamorado de Cádiz y muy amigo de la familia Carranza, especialmente de los hermanos, José León y Ramón. José León había sido nombrado por el dictador como alcalde vitalicio de Cádiz; y Ramón, que había sido alcalde de Sevilla durante el golpe de estado militar de 1936, era el vicepresidente y mano derecha de Sánchez Pizjuán. Esta relación institucional se tradujo en una estrecha colaboración deportiva entre ambas sociedad, con un flujo continuo de jugadores, sobre todo como cesiones.
Cuando en 1955 se inaugura el estadio cadista, decidiendo el alcalde José León de Carranza que llevara el nombre de su padre, Ramón (igual que su hermano), el Sevilla CF juega un papel estelar, siendo también pieza clave en la organización del trofeo, que igualmente llevaría el nombre del patriarca.
La relación se estrecha aún más, si cabe, cuando al año siguiente, 1956, muere Sánchez Pizjuán y Ramón de Carranza le sucede en la presidencia sevillista hasta 1961. Durante esos cinco años coincide que el presidente del Sevilla y el alcalde de Cádiz son hermanos. Y, además, el estadio cadista lleva el nombre del padre de ambos.
Sin embargo, durante el Trofeo Carranza de 1958, en un partido entre el Sevilla CF y el Real Madrid, la afición gaditana se pone del lado del equipo madrileño y celebra su victoria, tras un conflicto en el terreno de juego. Esto sienta muy mal en el seno del Sevilla CF, que retira la invitación al Cádiz CF para la inauguración de su nuevo estadio, el Sánchez Pizjuán, y dejará de participar en el trofeo durante los siguientes veintitrés años.
APUNTES HISTÓRICOS_ por Manuel Granado. Área de Historia Cádiz CF
