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Historia

Reseña histórica: La conversión en sociedad anónima deportiva

El Área de Historia nos recuerda cuando la entidad pasó de ser un club a una SAD

La conversión del Cádiz Club de Fútbol en Sociedad Anónima Deportiva (S.A.D.) está íntimamente relacionada con los descensos a Segunda División y Segunda División “B”; con Jesús Gil y Cádiz Promociones Deportivas; con el Ayuntamiento y Rafael Garofano; con el ocaso del romanticismo del fútbol y la frialdad de los números. 

Realmente fue el preámbulo de la triste historia de los nueve años por el desierto de la Segunda “B”, de los encierros y de la casi desaparición de una centenaria entidad. Todo esto forma parte de una penosa parte de la historia de nuestro Cádiz, que no se debe volver a repetir, que no por ello la debemos olvidar, pues aprendiendo del pasado podemos hacer cambiar el futuro y mejorarlo.

A principio de los años ochenta existía una inquietud gubernamental por el déficit de los clubes profesionales del fútbol español. Los poderes públicos decidieron combatir la difícil situación económica de los clubes, surgiendo en 1985 el primer plan de saneamiento. Pero esta medida no llegó a frenar las enormes pérdidas y crecientes endeudamientos, sino que por el contrario alentó el despilfarro. Ante tal panorama el Gobierno dicta la llamada Ley del Deporte de 15 de octubre de 1990, en la que se crea una nueva forma jurídica para los clubes profesionales convirtiéndolos en Sociedades Anónimas Deportivas. Los clubes deportivos de 1ª y 2ª División se vieron obligados a convertirse en S.A.D., salvo aquellos que en las auditorías realizadas por la Ley de Fútbol Profesional desde la temporada 85/86 hubiesen obtenido un saldo patrimonial neto de carácter positivo. Los clubes que pudieron cumplir en aquel momento esta excepción fueron el Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna. 

En el caso del Cádiz C.F. la conversión en S.A.D. era obligatoria y suponía afrontar los 395,5 millones de pesetas que constituían el capital social. Como los empresarios gaditanos no respondieron y la afición no tenía el poder adquisitivo necesario para ello, el presidente, Manuel Irigoyen, se vio en la necesidad de convencer al Ayuntamiento de Carlos Díaz para que se hiciera cargo de las acciones. El Ayuntamiento puso en la presidencia del club al concejal Rafael Garófano, a quién le marcaron como objetivo primordial recuperar la cantidad invertida por el municipio con la mayor celeridad posible. 

En enero de 1993 dimitió de su cargo de presidente de la Comisión Deportiva, Manuel Irigoyen, por discrepancias con el Consejo de Administración presidido por Rafael Garófano.

En el mes de abril, un grupo de aficionados, accionistas del paquete minoritario, denominado grupo “Plataforma del Casino” y cuyas cabezas visibles eran Antonio Muñoz y Manuel García, negociaron con el Ayuntamiento para adquirir las acciones, pero después de un profundo estudio financiero no vieron muy claros los números y renunciaron a hacerse cargo del paquete mayoritario de acciones. 

Con el Cádiz en Segunda, Manuel Irigoyen buscó una alternativa y se fue en ayuda de su amigo en aquel tiempo, Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, quién pronto vio todo aquello como un negocio redondo. Le ofrecían en bandeja de plata al prometedor Kiko, la sensación de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Gil no lo dudó y constituyó una sociedad llamada “Cádiz Promociones Deportivas”, para adquirir las acciones del Ayuntamiento. El dirigente madrileño negó siempre tener relación con el “Grupo de Madrid”, pero una finca de Ciudad Real propiedad suya sirvió de aval en la compra. 

En el verano de 1993 Kiko y Quevedo son traspasados al Atlético de Madrid en unas ínfimas condiciones para el Cádiz, como no podía ser de otra manera. Los nuevos dirigentes prometieron refuerzos que nunca llegarían. Y pese a partir como favorito, los resultados negativos del equipo se fueron sucediendo, así como los entrenadores por el banquillo. Hasta cuatro técnicos intentaron enderezar el rumbo, pero el submarino amarillo se hundió en el gran pozo de la Segunda División “B”. 

APUNTES HISTÓRICOS_ por Juan Sevilla, Área de Historia Cádiz CF.