Un partido para sufrir y para ser efectivos. El Cádiz ganó al Rayo Vallecano gracias a una genialidad de Álvaro García, pero los amarillos en la primera parte mereciendo más, lo mismo que los rayistas en la segunda.
Álvaro Cervera realizó dos cambios en el once titular respecto al de Oviedo, dando entrada a Rubén Cruz y Nico por Imaz y el lesionado Salvi.
El encuentro comenzó con mucha fortaleza ofensiva. En el minuto 5, tras una jugada de Brian, Ortuño chutó en el área pequeña pero el lanzamiento lo sacó la zaga en la misma línea de gol. Lo mismo pasó en el minuto 23, pero en esta ocasión con una mala cesión de Nacho a Gazzaniga que el guardameta logró parar cuando el gol casi ya se cantaba.
El monólogo era amarillo. A la media hora la tuvo Sankaré en un rechace dentro del área que mandó fuera, pero no perdonó en el minuto 35 Álvaro García aprovechando un pase de Ortuño con gran calidad para poner el 1-0. Con un tiro cruzado del utrerano que dio en el palo finalizó la primera parte.
Míchel movió banquillo en el descanso dando entrada a Miky y Clavería por Jordi Gómez y Trashorras. Los rayistas acorralaron a los amarillos en su campo pero los amarillos sumaron una nueva ocasión con un cabezazo de Ortuño pegado al palo en una falta lateral. Con los amarillos buscando una contra letal, Álvaro Cervera dio entrada a Aitor por Nico Hidalgo y a Imaz por Álvaro García, que se marchó con problemas físicos. Sólo un tiro lejano de Ebert que se marchó fuera generó algo de peligro.
El Cádiz intentaba salir rápido de su campo sin éxito, lo que propiciaba que prácticamente todo el juego se desarrollara en campo amarillo con la posesión visitante. A falta de dos minutos Garrido sustituyo a Abdullah, reapareciendo tras la fisura que sufrió en el antebrazo en el partido ante el Mallorca.
El partido acabó muriendo con los tres puntos en el bolsillo cadista que amplía su ventaja respecto al séptimo clasificado.
