Los tres puntos se escaparon ante el Gimnástic de Tarragona. El Cádiz gozó de numerosas ocasiones para haber conseguido la victoria, incluso un penalti fallado por Ortuño pudo haber dejado la victoria en Carranza.
Con una defensa inédita, Álvaro Cervera mantenía el bloque en la zona ancha de las últimas jornadas, ante un rival que se presentaba con cinco jugadores en defensa y la rapidez de sus hombres de ataque.
Al minuto de juego los amarillos ya pudieron adelatnarse en el marcador. Una internada de Álvaro García que no supo aprovechar Salvi en boca de gol. La reacción visitante fue tímida con un tiro cruzado de Emaná que se marchó fuera.
El poderío local a balón parado pasó a ser la nota predominante. Aketxe, hasta en tres ocasiones, envió lanzamientos a puerta que fueron repelidos por el guardameta Reina. En el último minuto la defensa cadista se tuvo que emplear a fondo en un envío a Emaná que costó despejar del área pequeña.
En la reanudación Ortuño la tuvo para marcar el primero en un centro medido de Luis Ruiz que Ortuño cabeceó pegado al palo. También Garrido en un saque de esquina de Aketxe que cabeceó por encima del larguero.
Juan Merino reaccionó introduciendo a Assoubre por Zahibo y cambiando el sistema dejando una línea de cuatro en defensa. El peligro comenzó a caer de lado tarraconense poniendo cerco a la portería de Cifuentes. Cervera hizo lo propio dando entrada a Nico Hidalgo por Salvi y a Abdullah por Garrido en ocho minutos.
En el minuto 71 un saque de esquina de Aketxe rematado al palo por Ortuño acabó en penalti a favor de los amarillos. Ais Reig no dudó en señalar la pena máxima y mostrar la segunda amarilla a Mossa en una jugada muy embarullada. Desde los once metros Ortuño falló y no logró el gol más buscado.
El panorama cambió y el asedio a la portería tarraconense pasó a ser constante. Había que arriesgar y el entrenador decidió introducir a Aitor por Luis Ruiz, retrasando la posición de Álvaro García para que buscara doblar la banda.
Se intentó de todas formas posibles, pero a punto se estuvo de perder. En el descuento un error defensivo acabó con un mano a mano de Emaná ante Cifuentes que salvó el portero cadista. El tiempo se consumió y el empate no hizo justicia.
